Salvo mantener la Policía Naval en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río [cuyas funciones de vialidad, por cierto, ya le quitó el alcalde panista de Boca], otro compromiso asumido en campaña por el presidente Enrique Peña Nieto, y que ha sido cumplido al menos en su primera etapa, es el del Libramiento de Coatepec, abierto bajo el mayor sigilo la semana pasada por autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

Y no es que el gobierno federal haya actuado con enorme celeridad para cumplirle a los veracruzanos; el primer tramo (que conecta la autopista Xalapa-Coatepec con la carretera Coatepec-Las Trancas) prácticamente ya estaba encaminado y avanzado, incluso el puente sobre la autopista fue uno de los tantos dejados en el limbo por el exgobernador Fidel Herrera Beltrán.

Si consideramos que la presencia de la Policía Naval en la zona porteña forma parte de las estrategias de seguridad y que los salarios de los efectivos, así como los vehículos y los combustibles, son pagados por el gobierno estatal, pues ya imaginaremos el ‘enorme aporte’ del gobierno federal.

Ayer, el alcalde de Coatepec, Roberto Pérez Moreno, popularmente conocido como Juanelo, aunque hoy renombrado como Tío Quejumbres, lamentó que no se le hubiera avisado de la apertura del libramiento, hecho consumado por empleados de la SCT. La verdad es que empezaba a causar molestia que, por mero protocolo, esa vía de comunicación no estuviera prestando servicio a los automovilistas.

Ser tan poco el amor y desperdiciarlo en esperas, la verdad que no convencía a nadie. A Peña Nieto no parece interesarle incluir en su agenda una próxima visita a Xalapa para abrir una carreterita de no más de 4 kilómetros. Sin que venga, lo que sí sería útil es pedirle que abra la inversión para completar la carretera hasta Xico.

De todas formas, este pequeño tramo permite a los automovilistas que se trasladan a las poblaciones que se localizan en la carretera Coatepec-Las Trancas, así como aquellos que tienen como destino Jalcomulco, Huatusco, Coscomatepec o Córdoba, evitar el tráfico que, en horas pico, se anuda en el acceso al Pueblo Mágico,.

Lo cierto es que Peña Nieto va más lento que despacio. Su política ha sido más mediática que efectiva.

Luego de repetir lo de la ampliación del Puerto de Veracruz, la modernización del aeropuerto de El Lencero en Xalapa y muchas obras más, la verdad es que más vale no esperar prácticamente nada de su gobierno, por más que varios colegas periodistas afirmen que entre Duarte y el mexiquense hay lazos de amistad y querencia que beneficiarán a Veracruz.

El factor Peña

Aunque solo sea como un recurso para calibrar la sintomatología política en el país, ahora que los analistas veracruzanos nos hemos metido casi de lleno a imaginar quiénes pueden ser en 2016 los candidatos al Gobierno de Veracruz, vale la pena observar qué personajes del gabinete del presidente Enrique Peña Nieto están siendo manejados para irse como candidatos priistas a seis estados que en 2015 vivirán procesos electorales.

Y digo que es interesante porque, en 2016, 11 estados tendrán que vivir el mismo proceso, entre ellos, Veracruz, donde los aspirantes a la candidatura priista se manejan como si el PRI estuviera en la oposición, es decir, como antes de los 12 años de gobiernos panistas, cuando el Presidente de la República era, al mismo tiempo, el dirigente máximo del partido en el poder.

Con sus primeros comicios estatales masivos al frente de la Presidencia (ya le tocó perder la gubernatura de Baja California), Enrique Peña Nieto habría puesto el sello en funcionarios federales de diverso calibre que podrían buscar las candidaturas a gobiernos estatales.

Dos secretarios de Estado se encuentran en el aparador:

Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, quien estaría con la mira puesta en sustituir a Rodrigo Medina como gobernador de Nuevo León, en caso de que no le ganen el mandado las senadoras Cristina Díaz e Ivonne Álvarez y los diputados Jorge Mendoza y Pedro pablo Treviño.

Y Claudia Ruiz Massieu, secretaria de Turismo, a quien se le ve como candidata natural para sustituir al ‘perredista’ Ángel Heladio Aguirre en Guerrero. Quienes le harían competencia serían Manuel Añorve y Héctor Astudillo, quienes ya tuvieron la oportunidad pero hicieron caer al PRI.

A los demás estados irían funcionarios de menor calado. Para Sonora se menciona a Alberto Cano Vélez, director de Sociedad Hipotecaria Federal, gente de Manlio Fabio Beltrones; en San Luis Potosí, a Jesús Ramírez Strabos, de vinculación ciudadana en la Presidencia; en Colima, tanto al subsecretario de la SCT, Ignacio Peralta, como el director de Bancomext, Enrique de la Madrid.

Y, bueno, las lucubraciones han llegado al caso de Michoacán, donde muchos perfilan como posible candidato priista al comisionado Alfredo Castillo, con lo que tomaría en sus manos, constitucionalmente, lo que en la práctica está haciendo: gobernar Michoacán. Para esas fechas no tendría problemas con el tiempo de residencia.

¿En Veracruz será diferente?

Aunque se mueven sin descanso las piezas locales para la sucesión y se habla de lograr el proyecto transexenal de Fidel Herrera Beltrán hasta en tres periodos o más, lo cierto es que el regreso del PRI a Los Pinos influirá para que la candidatura priista en 2016 se defina en el altiplano.

Y, como se ha comentado en este espacio, dos peñistas podrían estar preparándose para arrebatarle la posición a los locales y, por supuesto, a la Fidelidad: Fernando Aportela Rodríguez y José Antonio González Anaya.

Fernando Aportela es subsecretario de Hacienda y Crédito Público,  integrante del Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero. Estudió la licenciatura en Economía por el Instituto Tecnológico  Autónomo de México (ITAM) y es doctor en Economía por el Massachusetts Institute of  Technology.

Fue subsecretario de Ingresos de Sefiplan durante el gobierno de Miguel Alemán Velazco, investigador gerente en la Dirección General de Investigación Económica del Banco de México, director de área del Gabinete Económico de la Presidencia de la República, miembro del equipo asesor del Secretario de Hacienda y Crédito Público y profesor de Finanzas Públicas en el ITAM.

José Antonio González Anaya, actual director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), oriundo de Coatzacoalcos, es doctor en Economía por la Universidad de Harvard y experto en pensiones y jubilaciones. Ha sido coordinador de asesores de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y coordinador con Entidades Federativas. Se ha desempeñado como economista en el  Banco Mundial y como investigador y profesor para el Centro de Análisis para el Desarrollo, de la Universidad de Stanford. En el sexenio de Felipe Calderón, fue subsecretario de Ingresos de la SHCP y responsable de cabildear el presupuesto federal.

Córdoba-Orizaba le gana el brinco a Xalapa

Pese a los escarceos del alcalde xalapeño Américo Zúñiga Martínez, quien se reunió, caminó, se subió al tren e invitó el café a los alcaldes de Banderilla, San Andrés Tlalnelhuayocan, Coatepec y Emiliano Zapata, para crear la zona metropolitana, han sido 19 municipios de las inmediaciones de Córdoba y Orizaba los que han formalizado la Zona Metropolitana de las Altas Montañas.

Con ello buscan, de inmediato, presentar proyectos al titular de la SHCP, Luis Videgaray, para obtener recursos que beneficien a más de un millón de habitantes. Lo interesante del caso es que se involucraron en el tema alcaldes que fueron llevados por diferentes partidos políticos, lo que no ha sido un impedimento para lograr este paso importante.

¿Qué pasó en el caso de Xalapa? La verdad, el proyecto de constituir una zona metropolitana en Xalapa y municipios aledaños hace tiempo que se baraja, analiza, acaricia, pero no parece que el líder del proyecto, el alcalde capitalino, tenga tiempo suficiente para arriar a los demás.

Y mire que las cosas podrían avanzar más rápidamente y en mejores condiciones. A todos nos animó la posibilidad de utilizar la vía del tren para que sobre los rieles corra un tren interurbano que uniría los municipios de Rafael Lucio, Banderilla, Xalapa y Coatepec.

Pero hay otros puntos para los que sería más fácil atraer recursos federales en un esquema compartido, como rastros, plantas de tratamientos de aguas residuales, rellenos sanitarios, promoción turística, seguridad pública, distribución de agua potable, entre otros.

Ojalá que, así como Córdoba-Orizaba, una medida similar se logre pronto en el caso de Xalapa, Martínez de la Torre, Poza Rica y Coatzacoalcos, entre otros centros que generan dinámicas urbanas compartidas.

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