Parafraseando a su padre, el ex presidente Miguel Alemán Valdés, el ex gobernador de Veracruz, Miguel Alemán Velasco, solía decir que la política era la ciencia que se regía por las tres C: la constancia, la conciencia y… la circunstancia, que siempre pesaba más que las otras dos.
Jorge Carvallo Delfín, actual secretario de Desarrollo Social del gobierno del estado, estaría comprobando en carne propia esta gran verdad.
Y es que el ex dirigente estatal del PRI ya tenía aparentemente toda la mesa servida para ser candidato del partido tricolor a la diputación federal por el distrito electoral de Los Tuxtlas en 2015, pero ahora resulta que Carvallo Delfín estaría deshojando la margarita para ver si le conviene contender por ese cargo de representación popular el año entrante, ya que no sólo tiene en contra a la mayoría de los alcaldes priistas de esa circunscripción sino que inesperadamente ha irrumpido también en ese mismo escenario su padre Jorge Carvallo Hernández, quien se perfila para dicha candidatura pero por el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), la fuerza partidista recién creada por el ex candidato presidencial del PRD, Andrés Manuel López Obrador, quien busca asegurar en los próximos comicios la votación mínima que legalmente exige el INE para obtener su registro como partido político nacional, lo que le permitiría al tabasqueño volver a postularse para la Presidencia de la República en la sucesión de 2018.
Desde ahora, a casi un año de que inicien las campañas electorales federales, la simple aparición de su progenitor le está resultando bastante incómoda al titular de la Sedesol estatal, pues congruente con la línea política del lopezobradorismo, el señor Carvallo Hernández no ha mostrado tener pelos en la lengua para criticar el activismo ilegal que con recursos públicos ha venido desplegando su hijo en los municipios del distrito que pretendería representar ante el Congreso de la Unión. Pero, además, ha puesto en entredicho dos importantes orígenes de Carvallo Delfín: el de su nacimiento, pues siempre ha dicho ser oriundo de Santa Teresa, una localidad del municipio de Lerdo de Tejada –donde habría nacido el 26 de mayo de 1974–, y el de su cuantiosa e inexplicable fortuna que amasó durante el fidelato, ya que hasta principios de 2004 compartía en el Senado de la República un reducido cubículo de cuatro metros cuadrados con otros tres jóvenes fidelistas cuya situación económica era entonces tan precaria que a veces tenían que pedirle a Rafael “El Negro” Cruz Tronco que los invitara a comer.
El 20 de octubre de 2013, en conferencia de prensa, Carvallo Hernández –presidente de la Asociación Nacional de Profesores de Educación Tecnológica y presidente ejecutivo de la asociación civil Fuerza Viva Veracruzana– respondió, cuando le preguntaron si tendría dificultades para enfrentarse electoralmente a su hijo, que “yo sí soy realmente oriundo de Lerdo (de Tejada)”. Y aunque afirmó que “mi relación con Jorge (Carvallo Delfín) es muy buena, es mi hijo mayor, lo quiero mucho, lo respeto”, pero el militante de MORENA precisó que “estamos en caminos diferentes” y que en la democracia “siempre hay que pagar un precio”. El lopezobradorista, quien expresó que “me apena la situación que vive el estado y la región”, dejó en claro que no está dispuesto a dejarle el camino libre a su vástago, pues dijo que “si en otros estados se ha dado que esposa y marido se confrontan por partidos diferentes y entre hermanos, no veo cuál es el problema”.
Carvallo Hernández arremetió no nada más contra su primogénito sino contra otros “políticos corruptos que sólo se han valido del cargo para hacerse propaganda y mediante el uso de recursos públicos promover su imagen”. Y expuso que “los veracruzanos tienen un gran poder que es el voto, ya basta que los políticos se aprovechen de comprar el voto con despensas o regalos, que el veracruzano se dé cuenta que tiene que defender su dignidad, es conveniente dar a conocer a todos los paisanos nuestros que existe tanta corrupción y somos copartícipes de eso, hay que entender que hay que poner un alto al enriquecimiento ilícito de los políticos, ya que éstos se han aprovechado de la riqueza de Veracruz”.
El dardo le pegó directamente al titular de la Sedesol del estado, pues quién puede conocer mejor el verdadero origen de la injustificada riqueza de Carvallo Delfín que su padre, quien el 19 de diciembre de 2013, en el portal de la revista ERA, en internet, apareció un comentario presuntamente suyo en el que detallaba que su hijo “nunca estudió en Veracruz” sino que lo había hecho en el Estado de México: que la educación primaria la había cursado en la escuela “Carlos Hank González”, la secundaria federal en Arcos del Alba y la licenciatura en la UNAM-Acatlán; que siempre estuvo al lado de él “hasta que me divorcié en el año 2000 de su madre (Rafaela Delfín) por cuestiones de diferencia de carácter”; que “él tiene acta de nacimiento de Lerdo de Tejada porque su madre lo asentó en el libro del Registro Civil ya que venía constantemente a ver a sus abuelos”; que “jamás trabajó hasta que su padre se separó de su madre”, una modesta mujer que no contaba “con carrera, oficio o preparación (ya que) sólo estudió la secundaria”, pero que “su padre siempre sostuvo el hogar con ingresos como empleado federal”.
Carvallo Hernández, según su perfil en Facebook, siempre militó en el PRD en Cuautitlán Izcalli, mientras Jorge y otro de sus hijos, Héctor Karim Carvallo Delfín, actual alcalde de ese municipio mexiquense, lo han hecho en el PRI, por lo que dice que “no coincidimos políticamente por ser de diferente partido político y diferente ideología”.
El padre del secretario de Desarrollo Social, quien ha impartido cátedra en varias universidades privadas del Estado de México, dejó esa entidad y desde hace un año es el principal activista de MORENA en la región de Los Tuxtlas, de donde pregona que él sí es nativo.
Esta circunstancia parecería favorecer las posibilidades de otros dos aspirantes priistas a esa candidatura federal, ambos oriundos de Catemaco, que están con el bat al hombro: el flamante Oficial Mayor de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), el duartista Vicente Benítez González, y Jorge Uscanga Escobar, cercano colaborador del secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor. ¡¡Hagan sus apuestas!!