En su lucha por llegar a la gubernatura en 2004, excluido y bloqueado por el grupo alemanista en el poder, el entonces senador Fidel Herrera Beltrán tuvo que hacer alianzas y buscar el apoyo político y financiero de otros actores y líderes ajenos a la estructura gubernamental.
Uno de ellos fue Juan Nicolás Callejas Arroyo, quien desde hace 30 años heredó la dirigencia de la Sección 32 del SNTE, la mayor agrupación magisterial en Veracruz que regenteaba su tío Alfonso Arroyo Flores –muerto en marzo de 1984 entre las piernas de una amante en un motel de Banderilla– y que ahora encabeza formalmente su hijo Juan Nicolás Callejas Roldán.
En la sucesión estatal de 2010, con la línea de Herrera Beltrán, el viejo cacique magisterial le apostó a la precandidatura del diputado federal por Córdoba, Javier Duarte de Ochoa. Por eso, en estos últimos dos sexenios, Callejas Arroyo, sus parientes más cercanos y vasallos que se han ido alternando la dirigencia sindical han sido muy bien recompensados con posiciones administrativas, políticas y de poder.
Aunque todavía no le han cumplido con la senaduría, su máxima aspiración política, tanto Herrera como Duarte de Ochoa hicieron a Juan Nicolás diputado federal y local, asignándole además las coordinaciones de ambas bancadas. Su sobrino Fernando González Arroyo, ex dirigente de la Sección 32, fue impuesto también en 2009 como líder del grupo legislativo del PRI en el Congreso local cuando el entonces diputado Héctor Yunes Landa fue removido como presidente de la Junta de Coordinación Política de la LXI Legislatura del estado por buscar la candidatura priista a gobernador en la sucesión estatal de 2010.
Gaudencio Hernández Burgos, otro ex dirigente incondicional de Callejas Arroyo, es actualmente diputado federal por Poza Rica. Su nominación en 2012 generó incluso una fuerte diferencia del gobernador Duarte con el dirigente nacional del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, quien pretendía imponer al secretario general de la Sección 30, Jorge del Ángel Acosta, a quien el CEN del PRI tuvo que postular como candidato plurinominal.
La gran incógnita ahora es la fuerza política real que para la próxima sucesión gubernamental de 2016 pueda mantener el polémico profesor misanteco, cuyo longevo y cuestionado liderazgo no sólo fue duramente sacudido a finales del año pasado por los grupos magisteriales disidentes que también se movilizaron en su contra en la coyuntura de la recién aprobada reforma educativa sino porque además enfrenta actualmente los embates de los principales promotores de los cambios estructurales en el sector educativo nacional, tanto al interior del gobierno federal como de las organizaciones civiles que buscan eliminar privilegios y otros mecanismos de control sindical que durante décadas han favorecido a la cúpula del SNTE en perjuicio de la calidad de la educación.
En septiembre de 2013, por ejemplo, maestros opositores al cacicazgo de Callejas Arroyo difundieron los nombres de centenares de parientes e incondicionales del guía moral de la Sección 32 del SNTE, algunos de los cuales cobraban sueldos exorbitantes como maestros “comisionados” y otros que acumulaban 8, 12 y hasta 15 plazas magisteriales. La lista la encabezaba su hijo Callejas Roldán con el número de plaza 30FZT0019I y un ingreso quincenal de 102 mil 274 pesos con 86 centavos; su sobrino, Fernando González Arroyo, aparecía también con una sola plaza y el mismo ingreso que su primo; el diputado federal pozarricense Gaudencio Hernández Burgos figuraba con un sueldo de 74 mil 309 pesos con 64 centavos, y su hijo Jaziel Gaudencio Hernández Ríos, con más de 62 mil pesos.
Por eso, hace 40 días, el presidente de la Fundación “Mexicanos Primero”, Claudio X. González –quien increpó públicamente a la subsecretaria de Educación Básica, la callejista Xóchitl Osorio Martínez, sobre presuntos desvíos e irregularidades por 6 mil 178 millones de pesos detectados por la Auditoría Superior de la Federación en la aplicación de recursos federales al sector educativo de Veracruz durante los ejercicios fiscales 2010 y 2011–, arremetió también contra la Ley General de Educación pues, en su opinión, se contraponía a la reforma educativa federal porque favorecía a los intereses de cúpulas sindicales.
En presencia también de Adolfo Mota, titular de la SEV, el empresario llamó desde entonces al gobierno del estado y a los diputados locales a cambiarla porque, dijo, no prevé la separación de los docentes que incumplan con los resultados en la tercera evaluación. “La legislación federal lo deja claro: maestro que no se evaluó, causa de rescisión, y la local no lo establece; esto es una cesión a las cúpulas locales, y esto es muy contrario”, apuntó.
Hasta el 10 de abril el líder del Congreso local respondió que no había argumentos jurídicos válidos para poder revertir lo que en Veracruz se hizo con la nueva Ley de Educación, ya que aseguraba que “se trata de un marco jurídico de avanzada, que no se contrapone con la ley federal en la materia”. Sin embargo, una semana después de su declaración, la bancada priista que lidera tuvo que meter reversa y “armonizar” la ley educativa estatal con la federal para evitar que el presidente Enrique Peña Nieto recurriera al recurso de la controversia constitucional como ya lo había hecho contra cuatro estados.
¿Qué aspirante priista a la gubernatura y a qué precio querrá aliarse en 2016 con Callejas?