Lucio Sánchez es un referente obligado en la escena jazzística veracruzana; fue fundador del grupo Orbis Tertius, del que fue músico, arreglista, compositor y director; grabó el primer disco de jazz que se produjo en el estado de Veracruz, Festival, en 1987; ha liderado varios grupos y ha participado en producciones discográficas, como director de Orbis Tertius y como líder de sus propios proyectos; la más reciente es Una larga noche, álbum editado este 2014.

Esta larga trayectoria empezó de manera inopinada, a finales de los años sesenta. Dejemos que sea él quien nos cuente la historia:

Lucio Sánchez

Lucio Sánchez

 

 

Pero si yo no sabía que todo esto pasaría, ¿cómo diablos fue a acaecer?

Mi carrera musical comenzó de manera muy azarosa a finales de 1969, en la casa de un amigo a quien yo quiero mucho, un excelente guitarrista, Humberto León.

Fue muy chistoso porque pasé por su casa, estaba tocando y tenía abierta la ventana; me paré a oírlo y me invitó a pasar; estando ahí me dijo: -Oye, mira, ahí tengo un bajo, tócalo.

Y ahí, sin yo haber tocado nunca un instrumento, me puso unas melodías. Estuve con él como unas tres horas y cuando se acercaba la noche, me despedí y le agradecí. Yo estaba muy contento de haber  tocado un instrumento musical por primera vez, y un instrumento que me atrapó: un bajo. Entonces salí (él hasta la fecha vive en la calle Azueta), comencé a bajar la calle y, como a media cuadra, me alcanzó y me dijo: -Oye, ¿por qué no tocas conmigo?, voy a tocar al rato en una fiesta en el Casino Español. Yo le dije que cómo iba a tocar si no sabía y él me dijo que con lo que había aprendido ya podía tocar; todo emocionado, acepté y fui a mi casa sólo a cambiarme, a comer algo y me fui. Al llegar al Casino ya estaban todos los músicos con los instrumentos colgados y me vieron con una cara de “¿tú eres el bajista?” (yo tenía un poco menos de 18 años y ellos eran mayores). Me colgaron el bajo y empecé a tocar, yo no sé qué. Al final se me acercó un músico que ahora también es  de mis grandes amigos, Chuchito Hernández (actualmente toca percusiones con Leonardo Ortiz en el Combo Ninguno), y me dijo “Oye, qué bien tocas”. Yo le contesté: “Yo no toco, es la primera vez que agarro un instrumento”. “¿Cómo que la primera vez?, tocas el bossa nova mejor que un bajista que está con nosotros en un grupo, ¿por qué no vas a que te hagan una prueba?”

 

En los años setenta
En los años setenta

Yo no soy bossanovero, por ti seré, por ti seré

Fui a ver a Lalo Sainz, el líder y pianista de los Xalver (el nombre venía de Xalapa, Veracruz), un grupo de bossa nova; ahí también estaban Humberto León, Chucho y Leonardo Ballesteros, otro gran amigo, baterista.

Lalo me preguntó: “¿Tú eres el bajista?” “Pues, sí, yo soy el bajista”, le contesté.

“A ver, ¿qué sabes tocar?” Y toqué las 4 o 5 piezas que me había aprendido la noche anterior. Me escuchó y me dijo: “¿Qué más sabes?” “Pues ya no sé más, es todo”. “Bueno, a ver, toca un solo”.

Yo me quedé meditando, ¿qué es un solo?; aún ahora me lo sigo preguntando, ¿qué es un solo? Para tocar un solo hay que saber mucha armonía, conocer las escalas, el instrumento, cosas que aún sigo estudiando.

Con los Xalver comencé a viajar por el estado y a ganar dinero con algo que nunca me había imaginado y que aprendí muy rápido. A finales de ese año, Lalo nos dijo que lo habían invitado a acompañar a un cantante que en esa época estaba de moda, Víctor Iturbe, el Pirulí; se fue a México y el grupo terminó.

-Y así empiezo mi vida musical, es algo muy simpático que algún día tengo que escribir por ahí.

(Continuará)