“¿Qué quiere decir me muero?… pues que me muero”, solía decir mi abuela para explicar de manera jocosa lo evidente.

Este lunes, el Presidente Enrique Peña Nieto estuvo en Veracruz un largo rato, en el que entregó el primer tramo de la autopista Cardel-Poza Rica y otras tres obras, entre ellas la ampliación y el libramiento del puerto de Veracruz; siempre acompañado del gobernador Miguel Ángel Yunes, tuvo deferencias que no sólo confirmaron que el proyecto político del mandatario estatal sigue vivo, sino que avivaron los rumores sobre el viejo pacto firmado entre ambos para detener el crecimiento de Morena.

Lo primero es más que evidente. Lo segundo ha sido negado de manera sistemática por el candidato José Yunes Zorrilla, sin embargo, las señales enviadas desde el gobierno federal y el mismísimo presidente hace abrigar dudas al más devoto de sus simpatizantes.

Atrás quedaron aquéllos tiempos, en la postrimerías del gobierno duartista, en el que el Estado Mayor apenas y dejaba acercarse al gobernador Duarte; rompiendo incluso los protocolos establecidos, en tierra jarocha el mandatario quedaba siempre lejos del Presidente en el presídium; apenas y podía acercarse si se trataba de un traslado o el recorrido de una obra. Para la oficina de comunicación del gobierno estatal era una verdadera proeza conseguir una fotografía donde aparecieran acompañados.

En cambio ayer, el Presidente y el gobernador no sólo intercambiaron halagos y reconocimientos, también viajaron juntos para recorrer las obras que se entregaron y aprovecharon un vuelo, incluso, para grabar un video arriba del helicóptero presidencial, algo que no se había hecho antes desde la estrategia de comunicación de Los Pinos.

¿Qué quiere decir que está vivo?… pues que está vivo. El mensaje para muchos fue que el mandatario estatal está es estado de gracia con el Presidente, a pesar del enojo y disgusto de sus adversarios y detractores que no son pocos. En un estado donde la campaña priista ha tenido que enfrentar una pesada losa por los agravios de los dos últimos gobiernos, Miguel Ángel Yunes mandó un poderoso mensaje de que su relación con el Presidente Peña está en su mejor momento.

Incluso ayer mismo –en política nada es casualidad-, el candidato presidencial Ricardo Anaya (en teoría el principal aliado y soporte del gobernador para sacar adelante la candidatura de su hijo), se lanzó furibundo en contra de Peña Nieto, de quien dijo irá a la cárcel en caso de que él llegue a la Presidencia. Lo que sucedía en Veracruz en ese momento distaba mucho de los dichos de Anaya.

En el video difundido por redes sociales, Peña Nieto y Yunes Linares se muestran relajados sobre la aeronave, durante su recorrido por las obras del puerto de Veracruz. “Coincidimos el Gobernador y un servidor en que para impulsar proyectos de infraestructura como estos es importante la participación del sector privado, y para eso, es relevante y central que haya confianza para atraer inversión”, dice el Presidente mientras el gobernador lo escucha a su lado.

¿Casualidad o destino?, decía un comediante de televisión. El mensaje del Presidente fue claro: hay coincidencias y confianza.

Incluso, cita una nota del portal Alcalorpolítico.com, dijo que sólo un ciego no vería los cambios logrados por los gobiernos del PRI y del PAN, en referencia al mensaje de Yunes Linares. Esta expresión fue rescatada incluso por medios nacionales que dan cuenta que Peña y Yunes compartieron la larga jornada, en el que se incluyeron dos vuelos en helicóptero, uno de ellos por más de 50 minutos.

Lo que ambos personajes habrán hablado durante ese tiempo, en momentos en que el futuro de Veracruz se está decidiendo, sólo ellos lo saben. Para qué adivinar lo que se va a saber.

Los acontecimientos de este lunes fueron el corolario a una intensa gira de trabajo que realizó el domingo pasado por Veracruz el dirigente nacional del PRI, René Juárez Cisneros, en la que no hizo una sola crítica o señalamiento al gobierno estatal ni a la candidatura de Miguel Ángel Yunes Márquez. Su discurso giró en torno a las propuestas y el perfil de Pepe Meade, justificando que los ciudadanos están hartos de la guerra sucia y las descalificaciones, algo en lo que le asiste la razón.

Si los rumores guardan algo de verdad, a Pepe Meade le irá muy bien en Veracruz, lo que será decisivo en el resultado de la elección presidencial.

Las del estribo…

  1. Era cuestión de tiempo. López Obrador se ha convertido en motivo de discordia entre la dirigencia de la CNTE. En la oposición, siempre habrá posiciones radicales y la Coordinadora no es la excepción. Si AMLO pensaba que tendría un voto corporativo de la disidencia magisterial, podría darse un tiro en el pie. Es una lástima que los maestros sigan siendo el botín político de unos y otros.
  2. En el embravecido mar de las redes sociales, también asoman verdades contundentes. Resulta que, en efecto, Cuauhtémoc Blanco tiene más experiencia de gobierno que Ricardo Anaya.