Entre algunos candidatos de Nueva Alianza a las diputaciones federales por Veracruz comenzó a extenderse la idea de que fueron enviados al matadero.

Lo que se observa en ese partido, que para la gubernatura postuló a la ex morenista Judith González Sheridan, es una rebelión de candidatos a las curules federales, dado que quienes fueron lanzados al ruedo electoral no han recibido apoyo alguno de sus dirigentes ni de su partido.

Nada; a eso se puede resumir lo que Nueva Alianza ha entregado a sus candidatos a diputados federales y la misma suerte correrán, nos dicen, los abanderados a las curules locales.

La inexistencia de apoyos motivó a varios candidatos a expresar su molestia ante el partido desde el pasado lunes. Incluso, hay quienes están a punto de tirar el arpa; y así lo hicieron saber a su dirigencia estatal, que hace lo posible por evitar la desbandada.

El martes pasado, Nueva Alianza convocó a sus candidatos a una reunión extraordinaria, de emergencia, pero hubo quienes declinaron la invitación y amagaron con dejar su participación en el proceso, renunciar.

El mayor problema para el Panal es que de sus 20 candidatos a diputados federales, sólo 5 aceptaron acudir a la cita; el resto adujo otros compromisos o falta de recursos para trasladarse a Xalapa.

Lo peor para ese partido es que hay al menos tres candidatos a la federal que juegan actualmente con las siglas de Panal pero que antes trabajaron para el Movimiento de Regeneración Nacional; esas figuras políticas ya han expresado su descontento, llegando al extremo de advertir que podrían irse de regreso a Morena, dado el incumplimiento de las promesas de quienes les invitaron a participar en este proceso electoral.

En ese contexto, nos comentan que uno de los ex morenistas que hoy está en Panal agrupó a otros cuatro abanderados, para que durante una próxima visita de Andrés Manuel López Obrador anuncien su regreso al redil de Morena.

Esa reciente rebelión de candidatos, se suma a otras expresiones de inconformidad y descontento; recordemos que el pasado 29 de abril, durante el arranque de campaña del candidato de PAN-PRD-MC a la gubernatura, los presidentes municipales de Alto Lucero, Chinameca, Ozuluama, Tomatlán, Hueyapan, Uxpanapa, Maltrata, Tlacolulan, Chumatlán, Mecatlán y Tlacotepec de Mejía, todos del partido turquesa, se sumaron a Miguel Ángel Yunes Márquez.

La desbandada de los ediles del Panal y su fuga a la coalición “Por Veracruz al Frente” se atribuyeron en su momento a la influencia del diputado local Vicente Benítez Gonzáles y sobre todo a que el legislador habría puesto la estructura de su partido al servicio de la fuerza política en el gobierno estatal. ¿A cambio de qué?; no se sabe con certeza; todo entra en el terreno de la especulación, como los comentarios que han circulado en el sentido de que a pesar de haber sido uno de los personajes más cercanos al ex gobernador Javier Duarte de Ochoa, y más señalados por presuntas irregularidades en su desempeño como funcionario público de ese gobierno, a Vicente Benítez prácticamente nadie lo ha tocado. Se dice, por ejemplo, que la fiscalía estatal no lo ha tocado ni con el pétalo de un citatorio, como sí habría ocurrido con otros ex colaboradores del anterior gobierno.

Son, decía, comentarios que corresponden sólo a especulaciones, como los que aseguran que más que un diputado local, Benítez González es el verdadero dueño de Nueva Alianza en Veracruz.

Lo único cierto en esa maraña de versiones sin confirmar es que resulta raro, por decir lo menos, que mientras Panal sea aliado del PRI en la contienda presidencial donde postula como candidato a José Antonio Meade, en Veracruz juegue a favor de la coalición Por Veracruz al Frente, alianza que, de facto, no sería de tres, sino de cuatro partidos, PAN, PRD, MC y Panal.

Lo que parece ignorar Vicente Benítez es que quien sirve a dos amos, tarde o temprano con uno quedará mal.@luisromero85