Irma Ruiz Madero, estudiante de la Facultad de Historia de la Universidad Veracruzana (UV), declaró que las religiones judeocristianas violentan los derechos sexuales y reproductivos de los ciudadanos, entre ellos el hecho de estar bien informados.

“La sexualidad es un tema tabú, y aunque en México existen acuerdos y leyes que establecen los derechos humanos, sexuales y reproductivos que deberían ser respetadas por todos, esto no ocurre en la práctica”, aseguró.

Irma Ruiz presentó la ponencia “Violación de los derechos sexuales a partir de los dogmas religiosos”, el 12 de abril en el Salón Azul de la Unidad de Humanidades de la UV, dentro del 1er Coloquio Nacional “Historia de las mujeres, los géneros y las sexualidades. Reflexiones desde las humanidades”, realizado por la Facultad de Historia.

La joven mencionó que en la actualidad nuestro país atraviesa una crisis de derechos reproductivos y sexuales pues muchos líderes de iglesias quieren imponer dogmas en la política pública y violentan a ciudadanos que no comparten sus ideologías.

“Esto ocasiona que cientos de fieles salgan a las calles a marchar y se pronuncien públicamente en contra de lo que desde la perspectiva de su iglesia está moralmente mal, sin tener idea del problema sociopolítico que ocasionan.”

La estudiante comentó que los dirigentes de estas marchas asumen defender instituciones importantes de la sociedad como el matrimonio entre hombre y mujer, al que llaman familia natural, y usan los medios de difusión para popularizar estas ideas.

Ruiz Madero manifestó que el tabú sobre la sexualidad difundido en nuestro país representa un problema social real, debido a que muchas religiones se inmiscuyen dentro del Estado y tratan de influir en la toma de decisiones al momento de legislar y aprobar leyes.

Enfatizó que un ejemplo del daño colateral de estas acciones, es que en México cada año se incrementan los homicidios contra personas homosexuales, muchas veces provocados por el fanatismo religioso; añadió que la mayoría de ellos son llevados a juicio como crímenes pasionales, con lo cual se le resta importancia a la discriminación.

“Estos dogmas religiosos que influyen en la toma de decisiones del gobierno, hacen dudar si realmente en México se goza de un estado de derecho que incluya a todos sus ciudadanos”, concluyó.

Carlos Hugo Hermida Rosales/Prensa UV