No son viajes al espacio, en el sentido estricto del término, pero sí algo muy parecido. La empresa española Zero 2 Infinity quiere hacerse un hueco en el llamado turismo espacial con una propuesta basada en globos de helio. Su proyecto se llama Bloon, y tiene como objetivo llevar a turistas a la estratosfera, a una altura de 36.000 metros, donde las vistas del planeta Tierra bien podrían valer los 110.000 euros que está previsto que cueste cada pasaje.

El turismo espacial no es un concepto nuevo. El primer cosmonauta privado fue el estadounidense Dennis Tito, quien en 2001 desembolsó entre 20 y 25 millones de dólares por visitar la Estación Espacial Internacional. Desde entonces, un puñado de intrépidos y sobre todo pudientes amantes del cosmos han seguido la estela iniciada por Tito, pero es ahora cuando numerosas empresas se encuentran inmersas de lleno en una carrera frenética por desarrollar productos turísticos relacionados con los viajes espaciales.

SpaceXBlue OriginBoeing o Virgin Galactic son algunas de las más representativas, y su exótica oferta comprende desde vuelos estratosféricos y suborbitales, hasta llegar a la Luna e incluso a Marte.

Bloon, el sistema que está desarrollando Zero 2 Infinity, es más modesto en su planteamiento, y también más sencillo. Pero es precisamente en esta sencillez donde reside su mayor virtud, ya que promete ser igual de efectivo en cuanto a resultados, pero significativamente más seguro, limpio y económico que otros proyectos.

Un globo de helio se hincha hasta alcanzar los 120 metros de diámetro, e impulsa una cápsula presurizada en cuyo interior pueden viajar cuatro pasajeros y dos tripulantes. Después de dos horas en la estratosfera, este habitáculo regresa a la Tierra mediante un descenso controlado con paracaídas. «No luchamos contra la naturaleza», afirma José Mariano López-Urdiales, director ejecutivo de la compañía catalana, en referencia a los cohetes autopropulsados, «sino que nos aliamos con ella».

El triple de la altura de un avión de línea

«Ascenderemos hasta una altura en la que se puede ver la curvatura de la Tierra, y el contraste entre el color azul de la Tierra y el negro del espacio«, explica a RTVE.es López-Urdiales.

«La altura de vuelo de Bloon es de 36 kilómetros, que viene a ser el triple de la altura de un avión de línea», continúa, «es verdad que la Estación Espacial Internacional está unas diez veces más alto que lo que nosotros subimos, pero una vez que el cielo es negro, no se hace más negro por subir más». «Por lo tanto, subimos allá donde es negro, y nos quedamos allí».

Los ingenieros de Zero 2 Infinity ya han desarrollado un prototipo de la cápsula a una escala del 50%, y actualmente trabajan para obtener uno a tamaño real. Su diseño se basa en grandes ventanas panorámicas que facilitan la observación de la Tierra y el universo durante las dos horas que los ocupantes se encuentran suspendidos en la estratosfera.

«La posibilidad de explorar el espacio es una opción real que está infraexplotada. Es un sector embrionario y nuestra idea es facilitar el acceso al espacio a todo el que lo necesite, incluidos turistas», manifiesta López Urdiales. «Ahora mismo las oportunidades de vuelo por encima de donde vuelan los aviones son muy limitadas. Tenemos que cambiar esto y hacerlo mucho más accesible».

Despegues desde Andalucía

Zero 2 Infinity es la única empresa privada europea orientada al sector del turismo espacial. Sus planes son operar desde Andalucía, dentro de una experiencia que no se limitará a las seis horas que duran el ascenso, la contemplación y el descenso. Está previsto que cada viaje incluya varios días, tiempo en el que los turistas se familiarizarán con muchos de los aspectos relativos al vuelo.

La compañía se encuentra actualmente en fase de búsqueda de inversores y sus planes son poder llevar turistas a la estratosfera en un plazo de dos años.

Con información de RTVE.es