Hace ya un año y medio del lanzamiento de WorkPlace de Facebook, la red social cerrada para negocios que utiliza la misma plataforma que todos ya conocemos, pero en un entorno de empresa. Surgida en Londres dentro de la red social de Mark Zuckerberg en 2016 como un proyecto independiente, ya cuenta con más de 30.000 compañías registradas.

Hablamos con Julien Codorniou, VP de Workplace, y con Alicia Segura, responsable de comunicación y relaciones públicas de Carglass, empresa que trabaja con la red social desde el principio.

El objetivo de Workplace, cuenta Codorniou, es el mismo que el de Facebook: conectar personas pero de forma profesional. No todas las empresas cuentan con empleados que trabajan en una oficina delante de un ordenador, como es el caso de Carglass, donde el 80% de la plantilla formada por 1.200 personas se dedica al montaje de cristales de automóvil. El éxito de Workplace radica en que sus usuarios no tienen que aprender nada nuevo, el mismos interfaz y mecanismo al que ya todos están acostumbrados en Facebook. «Los trabajadores no quieren tener que aprender a usar una nueva herramienta, eso hace que las tasas de adopción en las empresas de intranets y otros servicios similares sean relativamente bajos», afirma el VP de la plataforma.

La aplicación efectiva en las empresas

Para Carglass, esta plataforma ha sido un gran avance, ya que la mayoría de los empleados de Carglass no utilizan el ordenador en su trabajo. Por otro lado, se daba un elevado nivel de inmadurez digital y el uso de la tradicional intranet era prácticamente nulo. Además, la alta dispersión geográfica en más de 200 puntos de venta en todo España, suponía un problema para la compañía, que encontraba escollos a la hora de comunicarse con sus propios empleados.

Segura afirma que durante un mes planearon lo que se tradujo en una de las campañas publicitarias más importantes de la compañía, con un paquete de bienvenida a la red social profesional que se distribuyó entre todos los empleados, y que incluía instrucciones para dar de alta su nueva cuenta en Workplace, una camiseta y unos auriculares si se registraban y publicaban su primera foto.

Esto supuso un cambio cultural enorme, pero lograron que prácticamente el cien por cien de los empleados usen hoy en día Workplace de Facebook, y lo hacen desde su teléfono móvil personal. Los números hablan por si solos, se han creado 104 grupos activos y los empleados han hecho más de 2500 publicaciones.

«WorkPlace se convertido en el único canal de comunicación interna después de un año de funcionamiento. Personas que se encontraban prácticamente sentadas al lado, no se conocían, pero gracias a esta plataforma ahora han conectado. Usamos un nuevo grupo de «Quién es quién» donde publicamos videos de que es lo que hace cada empleado. Todo el mundo está encantado. Ha favorecido mucho la integración de personas que estaban geográficamente muy aisladas del resto, como las unidades de reparación móvil», asegura la responsable de Carglass.

Redes sociales, ¿distracción o herramienta útil?

Cuando hablamos de redes sociales en el espacio de trabajo, siempre surge la duda de si se trata de una distracción, o de una herramienta realmente útil a la hora de trabajar. En el caso de Carglass, el 71% de los grupos creados son acerca del trabajo y si algún tema no se considera apropiado para la red, simplemente se solicita al usuario que se borre. Todo apoyado por los embajadores, empleados que se dedican a dinamizar la red.

En poco más de un año las cifras de la nueva plataforma de Facebook son prometedoras: más de 30.000 empresas en todo el mundo ya usan Workplace y han creado más de un millón de grupos en 79 idiomas. Éstas pertenecen a todo tipo de sectores, como telecomunicaciones, finanzas, nuevas tecnologías, medios de comunicación y un largo etcétera. La clave se encuentra en la integración con herramientas vitales en el lugar de trabajo, como Microsoft, Salesforce, GSuiteo Dropbox, que hacen posible también el trabajo en grupo.

Con información de ABC.es