Prefacio.

El gobernador de Veracruz prefiere utilizar las cifras que maneja el Consejo Nacional de Seguridad, en especial esas en las que se reparte la incidencia delictiva por cada cien mil habitantes. Ahí este estado no luce tan mal. *** Sin embargo el INEGI es también una fuente confiable, y este miércoles ese organismo presentó los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, en la que ubica como las ciudades con mayor percepción de inseguridad a Reynosa, Chilpancingo, Fresnillo, Villahermosa, Coatzacoalcos y la zona norte de la Ciudad de México. *** La encuesta fue realizada en la primera quincena del 2017, un año después de que asumiera el cargo de gobernador Miguel Ángel Yunes Linares. *** La misma encuesta menciona a las ciudades que, según la percepción de los ciudadanos, son las más seguras: Mérida, Puerto Vallarta, Saltillo, Piedras Negras, San Francisco de Campeche y Durango. *** No, no apareció Boca del Río, a pesar del “blindaje” de la Marina Armada de México. Por esas fechas todavía era alcalde el hoy aspirante a la gubernatura que ostenta su padre y quien tachó de “ingenuos” a los que pensaron que los problemas de Veracruz (entre ellos el de la inseguridad) se resolverían en dos años. *** Otra encuesta, está sí extraoficial, la de la organización Alto al Secuestro, que encabeza la señora Isabel Miranda de Wallace, ubica a Veracruz como la entidad con el mayor crecimiento en el número de secuestros. Dijo que la incidencia de este delito a nivel nacional descendió un 17 por ciento, mientras que en Veracruz creció en un 550% desde que inició la administración de Miguel Ángel Yunes Linares. *** Son cifras que no reflejan el “esfuerzo” que las autoridades estatales hacen para abatir la delincuencia.

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Era inevitable que en el cálculo de la elección presidencial, los analistas en la capital del país voltearan a revisar el caso Veracruz. Son más de cinco millones de votos en juego, un botín harto apetitoso para los aspirantes a la Presidencia.

Así lo vio desde el principio José Antonio Meade, quien convenció a Enrique Peña Nieto de que la mejor opción para la gubernatura en Veracruz era Pepe Yunes Zorrilla. Su prestigio como político honesto y comprometido con el crecimiento de la entidad, fueron los argumentos de mayor peso.

Pero la apuesta de Meade por su amigo no fue sólo de palabra. Lo acompañó en el arranque de su precampaña y le demostró que el PRI de todo el país tiene depositadas sus esperanzas en esta entidad.

La visita de Meade a territorio veracruzano “coincidió” con la agenda de sus dos más serios contrincantes. Mientras el candidato de la alianza PRI-PVEM visitaba la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, el panista Ricardo Anaya encabezaba en evento en Xalapa, y Andrés Manuel López Obrador recorría municipios rurales de la zona centro de la entidad.

Mientras tanto, el periódico El Economista publicó este miércoles un artículo firmado por Lidia Arista, que encabeza “En Veracruz era una elección de trámite; ahora será a tercios”.

El texto en mención asume que en algún momento se consideró a Miguel Ángel Yunes Márquez como candidato “natural” a suceder a su padre. Plantea, sin embargo, que a partir de “los problemas por los que atraviesa el estado, particularmente los de inseguridad”, sumados al factor Javier Duarte y a la posibilidad de que haya “efectos dominó” de las candidaturas de Meade y López Obrador, las circunstancias han cambiado, “y hoy puede ganar cualquiera de las tres principales ofertas políticas que figurarán en la boleta electoral”.

La única fuente de consulta que presenta el artículo es la opinión del analista local Alejandro Aguirre, quien sostiene que “la elección será a tercios y bastante cerrada”, y que a Yunes Márquez no le bastará con el apoyo de su padre, el gobernador, para ganarle a Pepe Yunes (“quien tiene una imagen de político honesto y que tendrá como bandera el combate a la inseguridad pública”), o para frenar a Cuitláhuac García que compite por segunda vez con la fuerza que representa Andrés Manuel López Obrador.

Mientras tanto, el director del portal SDP, Federico Arreola, presentó los resultados que arroja una encuesta telefónica realizada por la empresa Massive Caller, de José Carlos Campos Rojas. El trabajo es sobre todas las elecciones estatales; el levantamiento de encuestas concluyó el 16 de enero, pero en particular en la que se refiere a Veracruz, presentó una falla grave: A Pepe Yunes lo encuadró como candidato del PRI, Partido Verde y Nueva Alianza, cuando es sabido que este último partido eligió competir en forma independiente por la gubernatura, con la diputada local Míriam González Sheridan.

Con las limitaciones propias de una encuesta telefónica, Massive Caller plantea que en Veracruz marcha a la cabeza el abanderado de Morena, el PT y el PES, Cuitláhuac García, con 30.1% de las preferencias. Le sigue la propuesta del frente conformado por el PAN y el PRD, Miguel Ángel Yunes Márquez (28.6%) y en tercer lugar ubica a Pepe Yunes, con 14.9 por ciento.

Al dar a conocer los detalles de la metodología, la empresa responsable explica que “las encuestas fueron levantadas mediante la técnica de ‘robot’ (es aquella en la que un mensaje pregrabado lo responden las personas tecleando la opción preferida en su teléfono) en grabaciones enviadas a los hogares que son contestadas por el propio entrevistado, realizando las llamadas de forma aleatoria a fin de que sean representativas”.

En el círculo de los encuestadores, tal vez en su afán de justificar las grandes diferencias entre sus cálculos y las cifras reales, se plantea como una tesis que “el encuestado ya aprendió a mentir”. Por lo tanto, si antes se sugería tomar “con todas las reservas” las cifras que presentan las casas encuestadoras, ahora debemos ser aún más escépticos.

Lo cierto es que desde la capital del país no ven sencilla la elección en Veracruz. Pepe Yunes sabe que arrancó tarde y en tercer lugar, por lo que en esta etapa de precampaña ha sido el aspirante más activo, el que más contacto ha tenido con la militancia que habrá de impulsarlo. Yunes Márquez y Cuitláhuac García parecen cómodos desde su ritmo cansino, como sabedores de que en esta etapa poco podrán sumar a lo que ya poseen y guardan sus energías para la campaña formal.

Nada está escrito.

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Epílogo.

Lo plantea el periodista Ricardo Alemán en el periódico Milenio: “¿Recuerdan la escandalera mediática por la violencia sin freno en Veracruz y Chihuahua cuando los dos estados eran gobernados por los Duarte, respectivamente? ¿Recuerdan las campañas contra la ingobernabilidad en los dos estados por la grosera incapacidad de los gobiernos estatales de Veracruz y en Chihuahua? ¿Pues qué creen? De risa loca, que los críticos de antaño, sobre la violencia sin freno en Veracruz y Chihuahua, ogaño guardan silencio. ¿Por qué callan sobre los mayores niveles de violencia que hoy tienen Veracruz y Chihuahua cuando los gobernadores no son del PRI, sino de la alianza PAN-PRD, como Yunes y Corral? Hoy, la violencia en Veracruz y Chihuahua es peor que en tiempos de “los Duarte” del PRI, a pesar de que son gobernados por mandatarios surgidos del PAN-PRD. ¿Por qué muchos prefieren guardar silencio?”. *** Apenas el pasado sábado un grupo del crimen organizado volvió a amenazar al secretario de Seguridad pública, Jaime Téllez Marie, al que acusó de “no respetar los acuerdos”. La tarde de este miércoles, en una tienda ubicada en la calle J. M. Molina, esquina con Privada Los Pinos, de la colonia Miguel Ángel de Quevedo, en el puerto de Veracruz, murió un elemento de Seguridad Pública, identificado como Josué Reséndiz Vásquez, quien al parecer estaba a cargo de la seguridad del domicilio de Jaime Téllez Marie. Lo que ha trascendido es que el policía intentó evitar un asalto en la tienda de abarrotes “Supercentro Jorge’s” y en el tiroteo cayó herido de muerte, aunque antes alcanzó a matar a uno de los asaltantes. *** ¿Coincidencia o mensaje?

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