Prefacio.

Formados en la política desde la oposición, lejanos del Poder, acostumbrados a ser ellos los que cuestionen, los panistas suelen tener problemas al momento de defenderse, cuando son criticados por sus errores. *** La fallida defensa de Miguel Ángel Yunes Márquez a la gestión de su padre como gobernador (tachando de “ingenuos” a quienes confiaron en su palabra) es el mejor ejemplo de ello. *** Ahora el criticado fue el propio aspirante a la gubernatura, el junior, el primogénito, Miguelito, quien apareció en una fotografía posando en compañía del empresario periodístico Eduardo Sánchez Macías, primo hermano de la esposa de Javier Duarte (Karime Macías). *** Ya se da como un hecho, (y aunque no fuera así, la propuesta existió) que este personaje, propietario de cerca de una decena de periódicos regionales y señalado por el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares como uno de los beneficiarios del despilfarro que hizo Javier Duarte en convenios con medios de comunicación, sea candidato a la diputación federal por Martínez de la Torre, de la coalición “Por Veracruz al Frente” que integran PAN, PRD y MC. *** En su afán de justificar esta decisión, el vocero del comité estatal del PAN, José Manuel Siu Vargas, explicó que la candidatura por Martínez de la Torre corresponde al partido Movimiento Ciudadano y, por lo tanto, nada tiene que ver Miguel Ángel Yunes Márquez. *** Ese es el problema cuando se hacen alianzas con grupos políticos que tienen objetivos y visiones diferentes. No importa quién lo haya propuesto, lo cierto es que, de ser postulado, Eduardo Sánchez Macías llevará la representación de la misma coalición que postula a Yunes Márquez. Su propaganda llevará el escudo del PAN, el mismo partido que cobijó a Miguel Ángel Yunes Linares. *** Quién lo iba a decir: Los Yunes azules y los Macías sentados en la misma mesa. Después de la abdicación de Dante Delgado frente a su verdugo, ya todo se puede creer.

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Cumplida la tarea de seleccionar a quienes habrán de competir este año por la gubernatura, los comités estatales de los partidos políticos concentran ahora sus esfuerzos en la confección de las listas de candidatos para competir por las 30 diputaciones electorales en el ámbito local, y las 20 posiciones en la Legislatura federal, todas de mayoría relativa, además de seleccionar a sus propuestas para los espacios por la vía de la representación proporcional, esto es, los plurinominales.

La teoría dice que serían estos candidatos los que operarían para llevarle votos a quienes aspiran a la gubernatura y, por lo tanto, tendrían que buscar a representantes de mucho arraigo y con estructuras electorales ya probadas.

La importancia de este ejercicio no es menor. Hoy la bancada del Partido Acción Nacional (PAN) en el Congreso local la integran 21 legisladores, de los 50 que conforman la Legislatura, lo que le permitió (torciendo la Ley, como es costumbre de quien hoy gobierna Veracruz) mantener el control administrativo, a través de la Presidencia de la Junta de Coordinación Política.

Tener el control del manejo presupuestal le permite al PAN encajar en la nómina del Poder Legislativo a un equipo de operadores electorales (“mapaches”, les decían antes) bien pagados, con gastos de representación, que operan en toda la entidad “aceitando” la maquinaria que habrá de operar en estas elecciones.

En la Cámara federal, el PRI cuenta con la bancada más numerosa entre los legisladores veracruzanos, con 16, seguido muy de lejos por PAN, PRD y Verde, con tres cada uno. Morena tiene dos legisladores, el PES uno, y hay uno más sin partido.

Hay en esta ocasión una muy interesante variable, que antes no se presentaba: En el Congreso local los diputados de la LXIV Legislatura podrán buscar la reelección.

Xalapa, por ser la capital del estado y por el peso que tiene en la contienda estatal, es de los objetivos más peleados por todas las fuerzas políticas.

Desde hace casi tres años Morena se ha apoderado de la plaza, pues consiguió uno de los distritos del Congreso federal (con Cuitláhuac García, hoy candidato por segunda vez a la gubernatura) y las dos curules del Congreso local, con Tania Carola Viveros y Daniela Griego.

El PAN metió también a dos diputados con intereses en Xalapa (Sergio Hernández y Cinthya Lobato) aunque ambos lograron acceder al Poder Legislativo por la vía plurinominal.

Hoy ya se habla de que ambos legisladores panistas estarán compitiendo en el proceso electoral de este año, aunque en busca de diferentes objetivos.

Sergio Hernández, coordinador de la bancada panista, habrá de buscar su reelección, aunque ahora por la ruta de la Mayoría Relativa, mientras que Cinthya Lobato competiría por uno de los dos distritos en la diputación federal.

A diferencia del 2016, en esta ocasión ambos aparecen como fuertes competidores, toda vez que su trabajo en el Congreso les ha permitido elevar sus niveles de conocimiento y de aprobación entre los votantes.

Para esta elección, a Morena parece haberle atacado el virus de la soberbia. Sus dirigentes sienten que pueden ganar cualquier elección “hasta con una vaca”. Se ha escuchado que podrían desdeñar el trabajo realizado por militantes que se la jugaron desde el principio con Andrés Manuel López Obrador, y optarán por la candidata perdedora por la alianza PAN-PRD a la alcaldía de Xalapa, Ana Míriam Ferráez.

Por el PRI no se han definido con certeza los aspirantes. Hasta el año pasado se hablaba del empresario Ricardo Ahued, pero este optó por aceptar la invitación de Morena e irá en busca del Senado. Otro empresario bien visto es David Velasco, pero apenas el año pasado contendió en la interna del PRD para busca la alcaldía de Xalapa.

Américo Zúñiga tiene ya definido su futuro, pues en cuestión de horas asumirá la dirigencia estatal del PRI, y Renato Alarcón podría acceder al Congreso federal, aunque por la vía plurinominal.

No habrá que perder de vista a Nueva Alianza, un partido que tras decidir que en las elecciones locales iría solo, está escogiendo a sus abanderados con matices muy atractivos para el electorado. Como ejemplo está ahí su candidata a la gubernatura, la única mujer que habrá de aparecer en esa boleta.

La contienda en Xalapa será muy cerrada y tendrá un fuerte impacto en la contienda estatal.

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Epílogo.

En opinión de Pepe Yunes, “Veracruz hoy está peor que hace un año; la inseguridad y la violencia han tomado como rehenes a los veracruzanos”. El aspirante a la candidatura del PRI por el gobierno de Veracruz afirmó que la violencia ha rebasado al Estado y está fuera de control. Pepe Yunes lamentó el asesinato del exalcalde de Colipa, el perredista Víctor Molina, y dijo que la violencia es generalizada en toda la entidad. *** ¡Cuidado! Ya surgió la primera queja. Jorge Yunis Manzanares, quien fuera subprocurador de Justicia y hoy aspira a acceder al cargo de Fiscal Anticorrupción, asegura que los dados están cargados para favorecer a Marcos Evén Torres Zamudio, cercano colaborador de Jorge Winckler, desde su posición de Visitador de la Fiscalía General. En el escrutinio, ni Yunis (con “i”, no con “e”) ni Torres Zamudio se salvan. Al primero se le vinculó con la delincuencia organizada, y el segundo fue acusado por los colectivos de búsqueda de manipular las investigaciones. El diputado José Luis Enríquez Ambell debe tener en cuenta que está en juego su prestigio y no debe prestarse a componendas, así sean del más alto nivel.

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