Alejandro Montano Guzmán, quien fuera secretario de Seguridad Pública durante el mandato de Miguel Alemán Velasco y recientemente compitiera por la alcaldía de Xalapa desde el PRI, con tan mala suerte que quedó en el tercer lugar (luego de los candidatos de Morena y de la coalición PAN-PRD), parece haber logrado por fin que la Revolución lo recompense por sus servicios.

Tras el movimiento del delegado de la Secretaría de Gobernación, Ángel Isaac Ochoa Pérez, quien se había convertido en una verdadera pesadilla para casi todos los actores políticos de Veracruz (a excepción de su único aliado, el dirigente estatal del PRI, Renato Alarcón), el exdiputado federal por el Distrito 8 (Xalapa Rural) hasta 2015, cuando lo sustituyó Adolfo Mota Hernández, despachará sobre un sillón sumamente caliente, y le tocará ser los ojos y la voz de Miguel Ángel Osorio Chong en un periodo especialmente sensible para la política de Veracruz y del país: los súpercomicios de 2018.

A Montano Guzmán le tocará limpiar una gestión que dejó sucia quien ahora ocupa la misma posición en Aguascalientes. Ochoa Pérez, en efecto, tras una semana de mudanza, este lunes 11 se presentó ante la totalidad de los delegados federales de ese estado del centro del país, a donde fue enviado para tratar de enfriar una gestión en Veracruz que puso no solo con los pelos de punta a sus demás compañeros delegados, a quienes coordinaba, sino a los actores políticos del estado, oficiales y partidistas, por su forma torpe de abordar los asuntos del poder y por movimientos extraños a la hora de agenciarse recursos de las diversas instituciones federales representadas.

Alejandro, empresario periodístico con mala suerte (su periódico El Portal ha debido ingresar a la lista de los medios impresos obligados a convertirse en sitios en internet por falta de recursos), ha tenido cargos en el PRI estatal, como el de presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, CNOP, entre 2011 y 2012. Antes fue diputado local en la LX Legislatura del Estado, donde fungió como presidente de  Junta de Coordinación Política y presidente de la Comisión de  Educación y Cultura, y había ocupado los cargos estatales relacionados con la seguridad pública con Miguel Alemán Velasco, de quien había sido secretario privado y jefe de ayudantes.

Esta semana, tal vez este mismo martes, Montano Guzmán deberá ser presentado ante los demás delegados, a quienes coordinará, tratando de borrar las turbias historias de quien desde antes de septiembre debió retirarse de Veracruz, pero cuya gestión acá debió prolongarse tras el fuerte sismo que afectó a los estados del centro del país, luego del que dejó en la ruina a los estados del sureste.

Ángel Isaac Ochoa, una verdadera ficha de colección

Del robusto Ángel Isaac Ochoa Pérez, quien este lunes comenzó su nueva aventura en Aguascalientes, en una reunión celebrada en la Sala Magna de la delegación del Infonavit, donde Juan Salgado Brito, Jefe de la Unidad de Enlace Federal y Coordinación con Entidades Federativas de la Secretaría de Gobernación, le dio posesión en representación de Miguel Ángel Osorio Chong, muchas cosas pueden decirse, pocas positivas, por cierto.

Ángel Isaac Ochoa fue presentado este lunes como nuevo delegado de la Segob en Aguascalientes.

Apenas este lunes hablamos de él en nuestra Hora Libre, tras el escándalo en que podría involucrarse quien convirtió a su segunda esposa, Adriana Rangel, en subdelegada, y con quien disfrutó lunas de miel en Londres, París, Nueva York y diversas ciudades de Italia y Grecia, pese a que su salario de menos de 80 mil pesos difícilmente podrían financiar tanta movilidad turística. Según una fuente confiable, el ahora delegado de la Segob en Aguascalientes estaría por ser denunciado por el delito de bigamia por su también esposa Margarita Pérez, de quien no se divorció para contraer nuevas nupcias.

Pero cada quien hace de su vida un papalote. Lo que realmente afectó su desempeño en Veracruz, y que tenía molestos a varios de los delegados federales a quienes coordinaba, es que los había involucrado en tareas político-partidistas y les había presionado para derivar recursos públicos limitados a sus proyectos personales. Su carácter furibundo le habría granjeado ya comentarios duros en la prensa local, como cuando en una reunión plenaria de delegados expulsó del salón a la nueva delegada de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), María Eugenia Rodríguez, quien posteriormente renunció porque no encontró en su coordinador el respaldo necesario para su labor.

Por eso, tal vez, de la Secretaría de Gobernación lo mandaron a Aguascalientes, un estado gobernado por el panista Martín Orozco Sandoval desde 2016, lo que significa que no enfrenta una elección gubernamental como en Veracruz, que requiere una coordinación efectiva de los delegados federales. Ángel Isaac ya tenía varias quejas en su contra, como la del delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), quien denunció que le pedía una cuantiosa suma mensual “para operar”.

Y es que Ochoa Pérez, por hacerse notar contrató los servicios de un exfuncionario municipal, Jesús Herrera Caro, su mayor proveedor para su grupo Generación Revolucionaría, un personaje que ha arrastrado escándalos de corrupción desde su paso por la Secom, con Marcos Theurel y, posteriormente, por el Ayuntamiento de Coatzacoalcos como Jefe de Recursos Humanos, donde daba plazas al por mayor a sus recomendadas y aviadoras, violando los derechos laborales de los sindicalizados. Herrera Caro, aliado de Ángel Isaac, podría ser denunciado por la Auditoria Superior de la Federación (ASF) por el presunto desvío de recursos en una delegación federal, además de las levantadas por algunas empresas veracruzanas a las que antes de ser despedido les pidió dinero para renovarles los contratos.

 

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