En Veracruz, cuando se habla de política sólo existe el apellido Yunes, es de dominio popular que hay yunes rojos y azules. Por los azules, el trío familiar, los que actualmente gobiernan, y en su mente sólo existe la idea de continuar gobernando, les costó años llegar y veo muy complicado que la dejen ir, el poder, una vez que se prueba la cucharada, quieres la sopa completa. Mostrar debilidades son armas para los contrincantes, uno de los Yunes azules está mostrando algo más que en dónde atacar, si no simplemente vencer.

La sociedad no está satisfecha con la forma de gobernar del Yunes mayor, eso es un hecho, lo cual no le quita el sueño al señor, pero al que le quiere dejar la administración es al más pequeño, éste pudiera ser su peor error. Independientemente de lo que se dice de la prepotencia y el pésimo carácter de Miguel Yunes junior, no cuenta con los requisitos para gobernar un estado, pero sí con los suficientes para repetir la historia de Javier Duarte, es decir, un gobernador caprichoso y soberbio.

Les han dado la tarea de hacer campaña por debajo del agua, pues ya tienen poco tiempo, la estrategia que llevan para hacerla es participando en foros, compartiendo la forma en la que prácticamente ha administrado un municipio. Bueno, pensando mal, pareciera que busca colocar su imagen de qué ha hecho, cuando realmente su valor curricular es ser hijo de Yunes Linares. Las últimas declaraciones que ha dado Miguel Yunes Márquez no convencen en lo absoluto.

Pero en la guerra y en la estrategia de votos no todo se vale, más con las reglas de los azules sí. Pasa distinto con el hermano, Fernando, se habla de una mente más fría y objetiva, claro, que cuando se trata de defender a papá pierde los estribos, él pudiera decirse que es el menos peor de los tres, aunque su unión no sólo es la sangre, si no la ambición, el hambre por el poder y no soltarlo jamás. Los Yunes rojos han probado todo tipo de poder en la política, ellos no se pueden quejar, lo que los hace ver menos peores, pero no los más inteligentes.

Las declaraciones que dan en prensa los Yunes rojos lo traen de familia, pues declaran igual que Yunes Linares. Héctor y José, los une el parentesco y PRI, no más, pero ellos se ven un poco patéticos hablando mal uno del otro con los periodistas “en secreto”, cuando al otro día en los medios digitales e impresos aparece la foto donde se agarran de la mano mostrando “unión”, ¿en qué momento caímos en manos de puro Yunes?, hay más opciones para votar, pero los de dominio popular son ellos.

La familia Yunes compite entre sí, ya sea por intentar ser otro gobernador joven del PAN con destino a convertirse en un Javier Duarte, u otro candidato Yunes por el PRI a sabiendas de que va a perder, así la política en Veracruz, así las estrategias para permanecer dentro del círculo del poder.

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