Así será la segunda jornada del 8° Festival Internacional JazzUV

Miércoles 25, 18:00 horas. Édgar Dorantes Trío

Hace algún tiempo, Cris Lobo me dijo que hay algunos músicos que se dedican a cuidar el acervo del jazz, mencionó a Wynton Marsalis, Keith Jarrett, Herbie Hancock, Sonny Rollins y algunos otros, el trío de Édgar Dorantes es una de esas agrupaciones guardianas del jazz, lo demuestra su fidelidad al repertorio obligado, el de los standards, acervo que enriquecen con la inclusión de boleros y temas del cancionero mexicano, música que presentan en versiones más cercanas al hard bop y al cool jazz que a cualquier pintoresquismo nacionalista.

Tras cinco años de existencia y la grabación de tres discos, Remembranzas, Espontáneo y Encuentros, Édgar Dorantes Trío no solo se ha consolidado sino que ha llegado a la madurez. Los hermanos Coronel, el bajista Emiliano y el baterista Vladimir, fueron la mancuerna que anduvo buscando Édgar para construir un trío que, a la manera del de Bill Evans, funcionara de manera tridimensional, esto es, que cada músico fuera un lado de un triángulo equilátero. El año pasado, el pianista cordobés me dijo: «Con este este trío ya no ensayo, a veces damos una vuelta a algunos temas nuevos pero más bien les mando una lista de unas 400 o 500 piezas de jazz, Emiliano y Vladimir llegan y me dicen nos sabemos estos 30 temas nuevos, y los tocamos sin partituras, vamos directo a la música, como aprendí en Estados Unidos» (ver: 3de3, la declaración estética de Édgar Dorantes Trío).

Desde hace tres décadas, Keith Jarrett ha demostrado que la exploración de los standards es infinita, que un tema, aun tocado por los mismos músicos, puede sonar de tantas maneras como veces sea reconstruido (que no interpretado) en una sala de conciertos o entre el humo y los efluvios etílicos de un bar. Eso es lo que veremos en la Sala Grande del Teatro del Estado el miércoles 25 a las seis de la tarde, cuando Édgar Dorantes Trío abra la segunda jornada de conciertos del 8° Festival Internacional JazzUV.

Miércoles 25, 20:00 horas. Marta Gómez Quinteto

Un par de horas después, a las ocho de la noche, la colombiana Marta Gómez presentará su quinteto, grupo integrado por la líder en la voz, Alberto Ojeda en la guitarra, Manu Sija en el violín, Andrés Rotmistrovsky en el bajo y Nicolás Echeverría en la batería. Pese a que la Real Academia ya la ha incluido en su diccionario, le tengo mucho recelo a la palabra cantautor (quizá se deba a que me recuerda los grises días del reinado de Raúl Velasco), prefiero decir que Marta Gómez es una cantante que interpreta sus propias canciones o más aun, que es una juglaresa contemporánea que anda por el mundo dando noticias, contando historias, inventariando los bienes y los males que a su paso encuentra, para después hacerlos música.

No sé si Marta Sánchez es jazzista, sé que es una compositora que logra el nada fácil equilibrio entre música y palabra, y que recoge y renueva las voces de las cantoras imprescindibles de esta América Latina tan resistente y tan inventora de maravillas. Mercedes Sosa, Violeta Parra, Susana Baca y tantas otras brotan a hurtadillas de sus comisuras cada vez las despliega para dar vida a una canción. También sé que crea con la razón y recrea con el corazón.

Otras actividades

Además de estos dos conciertos, el miércoles 25 habrá tres clases maestras: la que impartirá Mike Dease a las diez de la mañana en el Auditorio de la Facultad de Música. La de Luther Allison, que será en la Casa del Lago, a las 12:00 horas. La que Víctor Mendoza ofrecerá en el mismo espacio a las dos de la tarde.

A las cuatro de la tarde, también en la Casa del Lago, iniciará el conversatorio Las raíces compartidas de Nueva Orleans, Veracruz y la Habana, que estará a cargo de Donald Harrison, Ned Sublete, Ramón Gutiérrez y Guillermo Cuevas.

Están avisados, si faltan, su arrepentimiento no tendrá fin.


Ver también: Donald Harrison, un joven león en la selva del Festival JazzUV

 

 

 

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