Miguel Ángel Yunes Linares todavía no rendía protesta como ejecutivo estatal cuando su primo Héctor, el senador de la República, el primer candidato del PRI en ser derrotado en una elección para gobernador de Veracruz, comenzó una andanada de críticas que a más de un año de la jornada electoral de 2016 no ha cesado.

No hay semana en la que Yunes Landa no aparezca ante los medios o envíe un comunicado de prensa para descalificar la gestión de Yunes Linares.

Pareciera que el senador no ha digerido la derrota en las urnas del año pasado, porque las declaraciones contra el gobernador suben cada vez más de tono hasta volverse casi virulentas.

De forma particular, en el último trimestre del año, el discurso del senador se ha basado en la descalificación contra Yunes Linares por el tema de la inseguridad.

En junio del presente año, por ejemplo, el ex candidato del PRI al gobierno del estado acusó que con Miguel Ángel Yunes, Veracruz se encontraba peor que con Javier Duarte.

Insistió en que en seguridad y economía, Veracruz está peor hoy que en la pasada administración y que Yunes Linares no cumplió sus promesas de campaña.

Un mes después, el junio, criticó la concesión por otros 30 años del libramiento de Plan del Río, a cambio de la cual el actual gobierno veracruzano recibiría, dijo, mil 200 millones de pesos.

Después de eso, el senador ha lanzado todo tipo de petardos verbales contra su primo y adversario en la contienda por la gubernatura, desde el tema del reparto de despensas de la organización “Yunete” hasta el asunto del supuesto espionaje contra diputados, senadores, periodistas y sociedad civil.

La más reciente declaración del integrante de la Cámara Alta fue realizada en Tantoyuca, donde abordó el tema de la violencia feminicida. Ahí, Héctor Yunes volvió a la carga contra el ejecutivo estatal; dijo que no lo veía “combatiendo algo tan grave”.

Ante esa andanada de críticas y descalificaciones de Héctor Yunes, el gobernador prácticamente había guardado silencio; no hubo respuesta alguna… hasta el pasado lunes, cuando en el marco de la promulgación de las reformas del Sistema Estatal contra la Corrupción, se refirió –sin expresarlo de forma directa– a quienes afirman que “no hay cambio… y que antes estábamos mejor”.

Ahí, Yunes Linares también apuntó: “hago del conocimiento del pueblo de Veracruz que solicitaré formalmente la intervención de las fiscalías para delitos electorales federal y local, para que investiguen la desviación de recursos públicos para financiar de manera ilícita campañas políticas en 2016. Trataremos de recuperar más de mil 500 millones de pesos que presumiblemente se desviaron a ese propósito; y proceder contra quienes autorizaron la entrega de los recursos y también en contra de quienes lo recibieron”.

Las baterías, nos dicen, van dirigidas contra el senador Yunes Landa, quien parece que de esa confrontación contra su primo, no saldrá ileso

A propósito de esas diferencias, en los círculos políticos circulan comentarios en el sentido de que la respuesta de Yunes Linares al senador no quedará en el discurso, sino que podría convertirse en una acusación penal.

Por otro lado, al margen de la respuesta que se espera de Yunes Linares (quien no se caracteriza precisamente por evadir las confrontaciones) a la campaña que desde hace meses ha emprendido el senador, lo cierto es que a Yunes Landa se le ha observado mucha crítica y descalificación, pero pocos argumentos y propuestas concretas.

Hasta hoy pareciera que el discurso del senador obedece más a que no logra asimilar un resultado electoral adverso, que a un intento por presentar propuestas; por ejemplo, es muy fácil hablar de las estadísticas de la violencia y decir que antes Veracruz estaba mejor que hoy; pero mientras Yunes Landa no ofrezca argumentos y diga qué haría diferente y cómo enfrentar la inseguridad, sus declaraciones no dejarán de ser interpretadas como una expresión de resentimiento. @luisromero85