Aunque luego aclaró que se trataba de una “broma”, pero el escarnio del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares hacia su secretario de Gobierno, Rogelio Franco Castán, debió hacer mella en la autoestima del exdirigente perredista que aspira ser postulado al Senado de la República en la elección federal del año entrante.

Y es que el comentario, que pretendió ser jocoso, no lo hizo Yunes en una reunión de gabinete a puerta cerrada sino en la ceremonia de toma de protesta del Consejo Consultivo de la Mujer, ante un auditorio incómodo para el titular de la SEGOB por su mala fama de misógino y golpeador de mujeres.

Rogelio Franco, como se recordará, ha sido exhibido en un par de ocasiones por agredir físicamente a su esposa Guillermina Alvarado González. En septiembre de 2016 y luego a mediados de junio de este año fueron publicadas en la cuenta de Facebook de la pareja del funcionario yunista fotografías en las que la señora aparecía con el rostro amoratado.

En los comentarios en Facebook, los amigos de doña Guille culpaban a su esposo de ser el responsable de golpearla.

Hace un año la mujer usó el mismo medio para denunciar el maltrato que vivía por parte de su pareja, a quien incluso calificó como gran político pero poco hombre. Días después, Alvarado González –pariente del exdiputado y exsenador Arturo Hérviz Reyes, actual alcalde electo de Ángel R. Cabada, de quien Franco fue chofer y carga maletas en su paso por la dirigencia estatal del PRD– dijo que le habían hackeado su cuenta.

Por eso debió ser doblemente oprobioso para el secretario general de Gobierno el comentario mordaz de su jefe Yunes, quien de hecho le debe la gubernatura a Franco, pues el dirigente perredista resistió múltiples presiones del régimen del exgobernador Javier Duarte que pretendió romper la alianza PAN-PRD en la sucesión estatal de 2016.

De no haberse concretado la coalición con el partido del sol azteca, Yunes no hubiese ganado solo con el PAN, pues el PRD le aportó más de 167 mil votos, lo que le permitió sacarle una ventaja a la alianza priista de casi 126 mil sufragios.

Y es que Acción Nacional solamente sumó alrededor de 887 mil votos contra 929 mil del bloque encabezado por el PRI.

Por eso es que Yunes recompensó al exdirigente perredista con la Secretaría de Gobierno, aunque el martes pasado, en la ceremonia de toma de protesta del Consejo Consultivo de la Mujer, expresó que “las mujeres que están en mi gabinete trabajan mejor que los hombres, incluyendo al señor Franco”.

Ante los aplausos y sonrisas burlonas de quienes acudieron a este evento que debía ser solemne y sobre todo reflexivo ante la grave situación de vulnerabilidad y violencia que actualmente enfrentan las mujeres veracruzanas, el mandatario estatal del PAN se retractó: “no es verdad, Franco trabaja muy bien, es una broma”.

Sin embargo, el golpe ya lo había asestado. Pero todo parece indicar que la expresión de Yunes no fue realmente en broma como luego lo pretendió atenuar.

Y es que a mediados de febrero de este año, a casi 80 días de iniciado el nuevo gobierno, la secretaria nacional de Igualdad de Géneros del PRD, Claudia Castello Rebollar, vino a la entidad para reprochar en conferencia de prensa que ni el gobernador Yunes ni Franco Castán, su compañero de partido, le habían cumplido a las mujeres, por lo que la perredista los emplazó no sólo a instalar la Comisión Estatal de la Mujer sino a reincorporar a las empleadas que habían sido despedidas de la burocracia estatal y a establecer la alerta de género.

Castello llamó a Yunes Linares a respetar los acuerdos que en esta materia había asumido en su alianza con el PRD.

Aguilar Yunes, secretario

De los escasos ex funcionarios duartistas que lograron quedar política y presupuestalmente bien acomodados y sobre todo a salvo de los señalamientos, investigaciones ministeriales y escándalos de corrupción de la administración estatal anterior destaca el caso del diputado federal por Córdoba, Marco Antonio Aguilar Yunes, quien hasta principios de 2015 se desempeñó como secretario de Trabajo, Previsión Social y Productividad.

Por su cercanía con el entonces gobernador Javier Duarte, en cuya infancia, al quedar huérfano de padre, el exmandatario convivió mucho con su familia, Aguilar Yunes fue postulado hace un par de años a la diputación federal por el mismo distrito que entre 2009 y 2010 representó también Duarte de Ochoa ante el Congreso de la Unión, quien pese a la competida contienda hizo ganar a su amigo con una eficaz operación electoral.

Este jueves, tras dos días de crisis en la Cámara de Diputados por las presiones del Frente Ciudadano por México conformado por PAN-PRD y Movimiento Ciudadano, cuyas dirigencias nacionales y bancadas lograron impedir el pase automático del procurador Raúl Cervantes a la titularidad de la nueva Fiscalía General de la Nación, el diputado federal cordobés fue electo como secretario de la Mesa Directiva de la LXIII Legislatura que a partir de ayer preside su homólogo priista Jorge Carlos Ramírez Marín.

Luego de esta flamante designación es posible que Marco Antonio Aguilar deje la representación del PRI ante el Órgano Público Local Electoral (OPLE), cargo que recibió en la sucesión estatal del año pasado y que le representaba un ingreso extra de alrededor de 80 mil pesos mensuales, con derecho a dos plazas de asesores cuyos sueldos oscilan en los 30 mil pesos cada uno.

Como diputado federal, Aguilar Yunes venía percibiendo inicialmente 74 mil pesos de “dieta mensual”, más 45 mil 786 pesos por “asistencia legislativa” y 28 mil 772 pesos para “atención ciudadana”. En total, al menos hasta el año 2015, recibía mensualmente 148 mil 558 pesos libres de impuestos en la Cámara baja del Congreso de la Unión.

A ver qué priistas y de qué bando de los aspirantes a la gubernatura de 2018, se apuntan para sustituirlo en el OPLE.