Obertura

Segundo tempo

Adendum

Las tendenciosas declaraciones en los medios de comunicación de la ya Rectora de la Universidad Veracruzana, le hacen obviar la naturaleza de las complicidades y la injerencia de intereses políticos para suponer su permanencia.

Durante el proceso para el rectorado 2017- 2021 de la UV, le aconsejaron  y se aconsejó desatar los rumores de la intervención del ex rector Raúl Arias Lovillo en el proceso de designación, que no elección, cuando se estaba próximo a determinar al nuevo Rector, que coordinará los destinos de la casa de estudios. Lo cual se antoja totalmente falso. Así como sus cercanos agoreros y aduladores se prestaron para correr la especie de que uno de los candidatos se amparaba y era cobijado por los intereses de un diputado federal de lamentable memoria, y más intolerante aun, que la denominada Junta de Gobierno se colocó al servicio del mismo candidato, lo cual denota falsedad.

No faltar a los principios fundamentales, éticos, de los que son fortaleza para la Universidad Veracruzana, permitiendo acciones injerencista en la esencia de quien debe de profesar la libertad en sus principios básicos fundamentales del pensamiento libre universal, es prioridad.

En actitud burda, se indujeron supuestas irregularidades de quien reunía las  expectativas circunstanciales para ser el próximo Rector, atacándole, de una manera baja, insultante, filtrando información que las instancias jurídicas correspondientes de la UV tienen la responsabilidad y obligación de resguardar.

Es posible que los participantes tengan o hayan cometido actos, que dentro de los códigos sociales pudieran trastocar la susceptibilidad de ciertos estratos.

Pero ni la señora Sara, ni la señora Rosío están exentos de ello. Se dicen y se cuentan relatos de la moral de cada uno de los actores, así que en ello, de ser así, están en igualdad de condiciones, lo que es propio de la moral del ser, que el mismo ser las transfiere a la “inmoralidad”,  propio esto, de la condición humana.

Como punto de desesperación por mantenerse, aleccionada por consejos a la vieja usanza de la grilla política, le difundieron al señor Jorge Manzo supuestas “evidencias de plagios y acusaciones ante derechos universitarios”.  Veritas  et falsi. La peor de las desgracias es hallarse en el error, y en ello, en esto, los sentidos predominan mucho más profundamente que la intelectualidad, no hay intelectualidad sin sentidos.

Se ha dicho ya; que en nada nos aseguran los títulos académicos, comportamientos sensatos y emociones equilibradas, cuando de desequilibrio se trata. En tanto que a la luz de lo verdadero, con este comportamiento de inducción de descalificaciones ruines de poca monta intelectual, fue y es suficiencia para que ante la percepción y observancia del jurado, en este caso la Junta de Gobierno, hubiese sido motivo de descalificación, para no continuar el proceso de la elección del Rector de la Universidad Veracruzana, falto honorabilidad, justeza de los miembros de la Junta de Gobierno.

El anhelo, lo repetimos; constante, permanente, insistente es: liberar de una vez por todas a la Universidad de sus ataduras para dar comienzo a esa nueva era que busca su constante evolución.  A sus ataduras “morales”, a sus códigos injerencistas que impiden, frenan y colapsan la academia, suministrando sometimiento a la pléyade de destacadas mentes portentosas que se encuentran sometidas, estáticas y en  involución, por no atenderse y entenderse, que la prioridad es el recurso humano, patrimonio de la Universidad, Veracruz y la Nación, altamente valioso de quienes conforman el Alma Mater y  que son quienes han creado el  pensamiento libre universal destacado, que distingue y glorifica la presencia en el Arte y la Ciencia que da Luz a quienes ahí se forman.

En su toma de protesta como Rectora Sara Ladrón de Guevara, manifestó en su mensaje a la comunidad universitaria: “Bienvenidas las voces críticas”. De ser así tendrá que sentarse a dialogar y escuchar esas voces, que disienten de la manera en que se esta llevando a cabo la academia y la administración. Esto hablará de tolerancia, de madurez, de mesura, de sensatez. Escuchar para ser escuchado, para enriquecer. Atender para atenderse y entenderse y, en ello fortalecer el comportamiento humano y a la academia. Modificar lo que haya que modificar, ajustar lo que se tenga que ajustar, revisar lo que se haya que revisar, evaluar los componentes del deteriorado MEIF, y en conjunto consultando, dialogando con las diversas opiniones de la Universidad, seguramente se aportará y enriquecerá el conocimiento y las acciones. Habrá reconocimiento para quien encabeza en este rectorado, los destinos de la casa de estudios.

Fortalecer la Ley de Autonomía de la UV, con acciones y actos congruentes, considerar, leer y revisar la Ley Orgánica, el Estatuto General, para que por medio de sus funciones de docencia, investigación, difusión de la cultura y extensión de servicios en sus distintas entidades académicas, se conserve y se transmita entusiasmo y sentido de pertenencia, y no se “pierda el amor” por la Universidad que refiere el Maestro Mario Miguel, para el desarrollo de la sociedad y la humanidad toda.

La diatriba, la persecución y la venganza, son propias de las personas que odian, lo estamos viendo y viviendo, odiar se revierte, odiar se señala, odiar somete al espíritu de quien lo practica, a una lucha contra sí mismo, enferma y somatiza, enferma socialmente y somatiza en ambas direcciones, la social y la personal.

Cuando se esta en el poder, difícilmente se atiende y se entiende a las voces sensatas, sinceras, francas. Se predispone más el individuo a la lisonja, la adulación, a embalsamar  el alma de egolatrías equivocadas, que abocan al fracaso. Lo escrito y dicho, por esa mente prudente y la voz siempre mesurada, sensata de Froylán Flores Cancela: “El que sabe adular, seguramente, también  sabe intrigar”. De esto se debe de cuidar y evitar la señora Rectora, el permitirse adular, es el camino del Ocaso de los Dioses.

De ahí que Sara, Sarita, como cariñosamente le dicen sus allegados, debe de escuchar, tener disposición y no predisposición, escuchar y atender a esa parte esencial del Alma Mater, sus recursos humanos. Empezando por el “Te pedimos que no nos persigas”, que en voz del consejero Maestro de la Facultad de Estadística e Informática, Mario Miguel Ojeda Ramírez, emergió con intensa acústica en el recinto majestuoso de la sala Tlaqná, como un grito a la consciencia de la integridad moral de la Universidad, reclamando a Sara Ladrón de Guevara se avoque a las tareas superiores de la organización de la academia con sentido humanista.

Los atriles están acomodados, las partituras abiertas, los ejecutantes con sus respectivos instrumentos, disonancia no desea la comunidad universitaria, se quiere y se requiere que fluyan los matices y colores de los acordes, acompasados, con tempo rítmico; andante, moderato, allegro, y cuando haya ocasión; presto, prestissimo en la atención de las voces, que son consciencia, para que haya armonía, desde la primera parte, del inicio en un matiz agógico que imprima a la obra Rettore con dirección y carácter, solemne, tranquilo, equilibrado en el que el metrónomo de la sensatez, alcance a conseguir la obra expresiva en su esencia y virtuosismo, en su segunda parte rectoral con acordes de redondas que den notas blancas de los dos tempos de rectorado, que haya como en una escala, la unidad de tiempo, como en la obra “Cabalgata de las valquirias” de Wagner, que en cada segundo, en cada instante  cada vez es más forte. Que el resto, del pasado pernicioso. Y que sean los movimientos dinámicos y acompasados, los elementos fuertes, de una dirección que permita la integración de todos los instrumentos, y de las voces diversas que se manifiestan en la constante búsqueda de la superación universitaria.

“Me han aplicado medidas administrativas, no pagos, injusticias que quisiera darle la oportunidad a la Rectora, que ella sea la que lo aclare”.

Por ello, señalo Ojeda Ramírez; que hoy más que nunca la Universidad requiere de una reconciliación en sus filas, y que la Rectora debe abonar a esto, pues lamento que a pesar de tener conocimiento de lo que ocurre, hasta ahora no ha hecho algo al respecto.

“La Universidad Veracruzana esta en una situación de procesos burocráticos que hacen que el trabajo de muchos académicos, de los estudiantes, todas las actividades que realizamos, encuentren bloqueos administrativos, dificultades”.

Lo dicho por Ojeda Ramírez denota un sentimiento, una propuesta del sentir de los académicos y trabajadores universitarios, atender estos tonos permitirá a la Universidad un crescendo que impulse las voluntades, a la participación entusiasta para el desarrollo de la Universidad, y que no se “pierda el amor”,  como lo manifestó el Maestro Ojeda, que bien podría ser esta expresión, el título de la Opera prima en su segundo tiempo de rectorado.

¡Oh¡ Asgard, ¡escuchad! los laudos, que son la voz de la consciencia humana, que claman por ti y por todos.

En esta Obertura Sara Ladrón de Guevara toma la batuta, eleva los brazos, se hace el silencio y esta lista para dar señales de aliento, orquestales, para ejecutar una de las mejores obras en conjunción con la comunidad de la Universidad Veracruzana.