Es obvio que el tema es y ha sido la comidilla del fin de semana: Ricardo Ahued Bardahuil declaró que ha decidido firmar y sumarse al Acuerdo de Unidad por la Prosperidad del Pueblo y el Renacimiento de México, que impulsa Andrés Manuel López Obrador a través de su partido Morena.

El gesto fue interpretado -con algo de razón- como la renuncia de don Ricardo al PRI y su inevitable adhesión al partido del Peje.

Ciertamente, no se puede hablar de una renuncia al tricolor porque el ex alcalde y ex diputado local y federal nunca ha pertenecido al PRI. Sí, él ha jugado por sus siglas en tres elecciones que ganó, pero siempre lo hizo en su calidad de candidato ciudadano, independiente. De ahí que como diputado nunca votó siguiendo una línea partidista, sino de acuerdo con su criterio personal y con lo que consideraba era mejor para sus representados.

Si se diera el caso de una inscripción más explícita, con toda seguridad Ahued Bardahuil no iría como militante de Morena, sino como un candidato externo al partido… pero no adelantemos vísperas. Por lo pronto, solamente anunció que se adhería al Acuerdo de Unidad, y fue muy cuidadoso en no decir que se sumaría a Morena, de ninguna manera.

Si fuera candidato a Gobernador o a Senador, don Ricardo estaría abonando el buen capital de votos ciudadano con que cuenta por su imagen de honestidad y por su postura independiente…

Y ahí estaría el quid del asunto…

…porque Andrés Manuel tiene la extravagante costumbre de hacer valer su voluntad en todos los asuntos que atañen al partido de su propiedad intelectual. En las filas morenistas, no hay otra opinión que cuente por encima de la suya.

Al trepar a su proyecto a personajes capaces y reconocidos, también el Peje está cavando la tumba de su voluntarismo. Es obvio que gente como Ricardo Ahued y el alcalde electo Hipólito Rodríguez Herrero no tienen la docilidad que han hecho manifiesta el diputado Cuitláhuac García o el líder estatal Manuel Huerta.

Con estos dos últimos Andrés Manuel ordena; con los otros dos, tendría y tendrá que dialogar, convencer, acordar, consensar.

Vamos a ver cómo se siente, cómo trabaja, cómo se identifica el tabasqueño con asociados que tienen ideas propias y no son colaboradores sumisos.

Ricardo Ahued Bardahuil es un referente social en Veracruz. El PRI pierde a un aliado formidable, sin duda. No obstante, hay que preguntarse qué ganará realmente Andrés Manuel ahora que familiarmente lograron convencer al empresario avecindado en Xalapa de que hiciera público su apoyo al proyecto pejista.

No será el suyo un voto asegurado en favor de todos los proyectos morenistas, en el caso de que llegara al Senado, si nos atenemos a la costumbre que respetó como diputado de votar siempre de acuerdo con su conciencia.

Y como Gobernador ¡puaff! Ahí sí que López Obrador tendría serios problemas si quisiera desviar recursos materiales, financieros y/o humanos para su causa.

Por lo pronto, Andrés Manuel tiene en su fario una buena contratación (si se puede usar esa figura en este caso) que le aportará votos, sobre todo en Xalapa, donde ya tiene un buen capital electoral.

Pero cuidado con querer mandar a don Ricardo…

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