A 594 días del final, es notorio que el gobierno estatal, enfrenta mayores dificultades y limitaciones a las esperadas, incluyendo sus propias contradicciones e incapacidades; que crecimiento económico ausente o insuficiente, desempleo e informalidad, pobreza y hambre, insuficiencia e ineficiencia institucional crecen; y que tanto seguridad y procuración de justicia, como  administración  y finanzas estatales, sobresalen porque son reiteradamente cuestionadas.

Mientras esto y más sucede, cae uno de los prófugos mayores, exgobernador e importante responsable del gran desastre que se padece. Puesto ante la Justicia,  lo menos que se espera es la aplicación expedita y oportuna de la ley, a todos y cada uno de los involucrados.

Cualquier excepción fortalece sospechas de simulación, arreglo y prueba de complacencia o complicidad. En el marco de la ley, indispensable evaluar lo hecho y lo que no se hizo, para identificar comisión y omisión, que son principal punto de partida.

Con fundada preocupación, mucho se teme que el espectáculo aumente de intensidad, y se aproveche, ante las inminentes elecciones; nada raro que distracción y entretenimiento, influyan y hasta manipulen buena parte de opinión pública y orientación del voto.

Entre otras,  una lección sobresale y hay que tener presente: el importante ejercicio puntual de derechos y libertades, así como de obligaciones y deberes ciudadanas y sociales.

Reconocimiento a quienes han denunciado y denuncian, con fundamento o pruebas, situaciones o hechos que deben ser investigados.

Contribución importante que debe ser valorada en su justa dimensión, porque todavía son excepciones, en la inmensidad de la pasividad y el desinterés individual y colectivo. Demasiado por hacer, ante presentes y futuros gobiernos.

Precisa decirlo y hasta advertirlo, porque como siempre y en todo, hay quienes pretenderán sacar provecho, ventaja o beneficio del clima de irritación social alcanzado. Tiempo de falsos superhéroes y de simuladores redentores. Oportunidad de negarse y deslindarse de inconfesables e inocultables compromisos, complicidades y atrocidades,  para intocables y reciclables.

En la continuidad de la impunidad, no hay límites.

Seguridad y finanzas.

En cuanto al otro ineludible e importantísimo desafío que enfrentar, simultánea y eficazmente,  esto es el presente y futuro de los veracruzanos, hay que recordar que hay mucho, demasiado que atender, resolver y hacer frente a necesidades y rezagos sociales en aumento.  De entre otros aspectos,  breves comentarios sobre Seguridad y Finanzas públicas.

Sobresale que hasta en el nombre de Dios, o más bien en el suyo propio, importante representante religioso, se ha hecho eco del clamor veracruzano, al sumarse y expresar que la inseguridad sigue siendo,  tema pendiente por resolver, a pesar de las acciones gubernamentales realizadas.

El Arzobispo de Xalapa, recientemente declaro: “…creo que han hecho muchos esfuerzos… pero también es cierto que se ha acrecentado ­la inseguridad­, yo pienso que no solamente son los grupos delincuenciales así organizados, sino ya hay toda una manera de ver que se puede hacer dinero fácil con ese tipo de cosas, y hay gente que se suma…si antes había unos cuantos grupos ­de delincuencia organizada­, ahora hay muchísimos más en todas las poblaciones». (AgenciaImagendelGolfo.150417)

Tema difícil y complejo, que equivocada, costosa y obsesivamente se insiste en pretender reducir a la presencia y acción de más y más policías de todo tipo; cuando desde siempre  se han sabido, de los alcances, profundidad y complejidad del problema de la seguridad.

Importante tener presente, lo que se acepta y entiende, como sus múltiples causas,   reconocidos orígenes y favorables condiciones o medios para surgir y fortalecerse.

Asunto público, de obligada preocupación y atención de  ciudadanía y sociedad en general, que en todo tiempo y ante todo gobierno se tienen y deben abordar, reclamar y protestar si no se garantiza o se hace mal y a destiempo.

Y respecto a las finanzas públicas estatales y municipales, es alarmante que no se actué en consecuencia, ni se responda con efectividad y oportunidad, con anticipación y previsión, ante una emergencia declarada; un tamaño y complejidad creciente de los problemas; y un contexto nacional e internacional, más difícil y hasta adverso. El desastre financiero no se resolverá solo, ni se puede ocultar, minimizar o ignorar. Cuando menos, requiere transparencia, diagnóstico, estrategia y evaluación social.

Así, hay que repetir e insistir. ¿Cuál es el monto total-total de la deuda pública del gobierno del Estado de Veracruz? ¿En dónde están los miles de millones de pesos desaparecidos? ¿Por qué se impone un presupuesto discrecional e ilegalmente pospuesto, sin transparencia y seguimiento y control, institucional y social?

Por lo pronto, en finanzas como en todo asunto oficial, urge aprender que no es recomendable seguir sosteniendo tradicionales y contraproducentes políticas y acciones; así como a funcionarios y “expertos”, partícipes y  cómplices de la perjudicial y regresiva forma de mal administrar y  saquear la hacienda pública, así como contra la ley, usar y abusar de sus atribuciones para favorecer corrupción e impunidad.

“Más de lo mismo y peor”, no debe ser esencia y característica de los gobiernos presentes y futuros.

*AcademicoIIESESUV@nullRafaelAriasH.Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH