Por supuesto que nadie esperaba que en sólo cuatro meses el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares acabara de tajo con la inseguridad en Veracruz.

Pero la expectativa que sí creó, porque inclusive esa fue una de sus principales promesas de campaña, es que en el primer semestre de su administración empezaría a percibirse un descenso en los índices criminales, los que, hasta ahora, en lugar de ir a la baja siguen disparándose alarmantemente.

Ello, sin embargo, parece no amilanar al mandatario estatal del PAN, quien este sábado, al anunciar el arribo de la Policía Militar a la entidad y el reforzamiento del operativo que integran las corporaciones del grupo de Coordinación Veracruz, externó que están equivocados quienes auguran la derrota de su gobierno ante problemas como el de la inseguridad.

Por el bien de todos, seamos creyentes o no, pidámosle a Dios en esta Semana Santa que le ayude a Yunes a cumplir de veras con este buen propósito.

Y es que, en materia de seguridad, a los veracruzanos ya sólo nos queda encomendarnos al Ser Supremo, pues ante la incapacidad de Yunes y los encargados de la Secretaría de Seguridad Pública para depurar los cuerpos policiacos del estado y sentar las bases de una nueva policía que esté bien capacitada, equipada, que no se deje intimidar ni tenga vínculos con la delincuencia organizada –como también lo prometió en su campaña electoral–, el fallido gobernador panista ha tenido que ponerse en manos totalmente de la Federación, que además del Ejército, de la Marina Armada de México y de la Gendarmería Nacional ahora le acaba de enviar a la Policía Militar.

Tan seguro está el gobernador que la entidad será rescatada por la Federación que se atrevió a expresar que “nadie canta victoria, pero para fortuna de los veracruzanos quienes hoy cantan derrota verán frustrados sus objetivos”. Ojalá que así sea, ya que si las fuerzas federales fallan en su cometido de restablecer la seguridad en el estado, ¿a quién más habrán de recurrir los veracruzanos? Jaime Téllez Marié se achicó como titular de la SSP y Ana Cristina Ledezma, quien en febrero sustituyó al extinto abogado porteño José Luis Lagunes López en la Secretaría Ejecutiva del Sistema y Consejo Estatal de Seguridad Pública, es una joven exdiputada del PAN que recibió la responsabilidad de establecer políticas públicas de seguridad y de evaluar a los policías, ya que Yunes precisó que ahora no harán los exámenes de certificación de los policías las mismas corporaciones que los capacitaron, sino que lo hará el sistema a cargo de la exlegisladora panista.

Tanto Téllez como Ledezma han sido muy criticados, uno por su falta de resultados y la otra por su improvisación. Pero ambos han sido sostenidos por Yunes por su lealtad, la cual quedó en entredicho al conocerse la lista oficial de los candidatos de la alianza PAN-PRD a las alcaldías, ya que figuran algunos nombres de personajes ligados al crimen organizado. ¿Acaso los desconocen Téllez Marié y la exdiputada Ledezma, siendo tan cercanos a quienes los postularon?

De tolerar esta connivencia y complicidades con la delincuencia organizada, Yunes estaría incurriendo en lo mismo que tanto les criticó a los exgobernadores priistas Fidel Herrera y Javier Duarte, vulnerando a las instituciones de seguridad y de justicia, y retrasando, por ende, el retorno de los militares a los cuarteles como han comenzado a urgir algunos de sus homólogos y correligionarios, entre ellos el gobernador panista de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, y la aspirante presidencial del PAN, Margarita Zavala.

Américo cumple su parte

En efecto, la inseguridad se ha convertido en el talón de Aquiles de todos los niveles de gobierno. Sin embargo, las competencias se perciben dispares, por una parte, el gobierno federal parece ir recomponiendo el rumbo al mantener su política de desarticulación de los cárteles de la droga, mientras que los delitos de alto impacto como los homicidios, feminicidios, secuestros, extorsión, robos con violencia y robos de vehículos causan un efecto directo al desgaste de los gobiernos estatales y, al final, los municipios quedan vueltos rehenes de un fenómeno que sigue afectando la vida normal de su población.

Sin embargo, hay autoridades municipales que han asumido diversas acciones que buscan inhibir la delincuencia desde las facultades que les asisten. Caso concreto y que se destaca en el mapa veracruzano es el de Xalapa. El alcalde Américo Zúñiga Martínez ha hecho desde su gobierno un esfuerzo importante en el que ha articulado la corresponsabilidad de los niveles federales y estatales. El trabajo que ha desplegado el munícipe xalapeño por varios frentes ha sido  efectivo y medible en resultados concretos.

Por una parte, está la gestión que realizó ante la Federación, vía la intervención del senador José Francisco Yunes Zorrilla, para radicar temporalmente a la Gendarmería Nacional en la capital del estado. Los acuerdos directos que Zúñiga Martínez formalizó con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, hicieron que el propio mandatario estatal se viera comprometido a impulsar la gestión, asunto que al final le permitió también ganar rentabilidad política.

El pasado 1 de marzo, al darse la ceremonia de bienvenida a la Gendarmería a Xalapa, el alcalde xalapeño mostró olfato político y agradeció púbicamente al presidente Enrique Peña Nieto su apoyo para contar con el refuerzo federal en las tareas de seguridad pública para la capital del estado. Hoy la Gendarmería estará concentrada totalmente en Xalapa.

Además, el 22 de marzo, Zúñiga Martínez firmó el convenio de Adhesión al Subsidio para el Fortalecimiento para la Seguridad (FORTASEG) 2017, que considera una propuesta de inversión superior a los 22 millones de pesos provenientes de este fondo, para la prevención y el combate a la delincuencia, fondo que se compone por 18.5 millones de pesos aportados por la Federación y 3.7 millones restantes que otorga el Ayuntamiento de Xalapa.

Del FORTASEG 2017 que se aplicará en Xalapa, más de 13 millones de pesos serán empleados para la instalación de cámaras de videovigilancia conectadas con el C4, en diferentes puntos de la ciudad, para inhibir la delincuencia. También se  destinarán recursos para proyectos de prevención social de la violencia y la delincuencia, especialmente para beneficiar a mujeres derivado de la Alerta de Género, entre otros apoyos que incluirán la compra de vehículos, kits de iluminación y capacitaciones.

Con la aportación municipal se financiará la formación de elementos policiacos, evaluaciones, así como el programa de reestructuración y homologación salarial de las fuerzas de la Secretaría de Seguridad Pública del estado y a estas inversiones se les suma otro monto programado por 2 millones 063 mil 276 pesos provenientes de recursos recaudados por concepto de multas de tránsito que se suman a las aportaciones federales y municipales.

En la gestión de Zúñiga Martínez la aplicación del subsidio para el Fortalecimiento para la Seguridad ha permitido crecer en equipamiento y capacidad de operación. Por ejemplo, en 2014 el C4 tenía conectadas 47 cámaras de video vigilancia en Xalapa. Las inversiones que ha realizado la administración municipal del 2015, 2016 y la que hará en este 2017, Xalapa tendrá, para el término de este año, 89 cámaras instaladas, lo que representa un incremento de casi el 90% (89.36).

Del 2014 al término del 2017, el Ayuntamiento de Xalapa habrá aportado 19 millones 256 mil 205 pesos como inversión complementaria del fondo, destinado a mejoras laborales y salariales de los elementos de la policía adscrita a la ciudad. Y el Gobierno de la República habrá destinado más de 55 millones de pesos a fortalecer la seguridad de Xalapa durante el gobierno de Zúñiga Martínez.

Esta es una muestra que avala la eficiencia en la coordinación que ha convocado la autoridad municipal y que en los hechos se nota el pleno respaldo de la Federación y, en la parte discursiva, el propio gobernador del estado no ha escatimado en reconocer el compromiso del munícipe xalapeño con la seguridad de la población.

El viernes pasado, el Ayuntamiento de Xalapa realizó la entrega al Gobierno del Estado de equipo e implementos para la protección de los xalapeños y la prevención del delito adquiridos con el Fortaseg del año pasado. En presencia del gobernador Yunes Linares, el alcalde Américo Zúñiga señaló que “en Xalapa se está llevando a cabo una tarea coordinada en materia de seguridad pública”.

Y en el Palacio Municipal, Yunes Linares citó que desde el inicio de su administración estatal buscó acercamiento con los presidentes municipales para hacerles ver que el combate a la delincuencia no puede ser una tarea que realice solamente el Gobierno Federal, ni el Gobierno del Estado, sino que debe de ser una tarea coordinada entre los tres órdenes de gobierno y “uno de los presidentes municipales que mejor ha entendido esa responsabilidad y ese reto es Américo Zúñiga”.

En los hechos y con resultados, la labor del alcalde xalapeño ha sido determinante para evitar que la capital del estado sea escenario de mayores índices delictivos y se logre mantener el orden en una coyuntura desafiante, la más compleja ante la reagrupación de las células delictivas que van ajustando su presencia en la entidad, y que al menos en Xalapa, encuentran una acción de gobierno bien coordinada.