Sólo que viva en medio de la espesura de la selva amazónica donde la señal del celular no entra ni a patadas. Sólo que su morada hecha con troncos, ramas y techo de palma, esté en la punta de un cerro inaccesible, sin más caminos que los que se abren a punta de machete, es como las autoridades no darían con Javier Duarte.

Y es que a todo mundo se le hace muy hacia arriba que con tantos adelantos tecnológicos y 15 millones de pesos que ofrecen por su cabeza, ni la PGR ni la Interpol hayan sido capaces de echarle el guante.

Tanto silencio en torno al fugitivo no hace más que confirmar la hipótesis de que el gobierno federal ya lo tiene ubicado, pero está a la espera del momento propicio (la víspera de las elecciones municipales en Veracruz), para presentarlo como trofeo de caza y así suavizar un poco la amargura, desencanto y rechazo que tiene la raza jarocha por todo lo que huela a PRI y a priismo.

Lo dije ayer y lo repito ahora, si hay un partido en plena debacle ese es el PRI  que se ha convertido en sinónimo de todos los males que aquejan a la nación.

En el caso concreto de Veracruz, la gente está lastimada y ofendida por el daño irreparable que le hicieron los dos últimos gobernadores tricolores. Y los priistas, en lugar de mostrar humildad y arrepentimiento, echan la soberbia por delante con declaraciones desafortunadas, por decir lo menos.

Y para muestra las que dijo a los reporteros ese ejemplo de honradez magisterial llamado Nicolás Callejas Roldán, hijo de otro epónimo maestro; modelo de rectitud y honorabilidad como lo es Nicolás Callejas Arroyo.

Entrevistado sobre la renuncia de Amadeo Flores Espinosa al PRI estatal, Callejas hijo desestimó los argumentos del nativo de Cotaxtla en el sentido de que su dimisión se debió a las intromisiones y zancadillas que recibió de Fidel Herrera y su pandilla.

Hasta ahí todo iba bien, pero no pudo evitar que saliera el fidelista que lleva dentro cuando aseguró: “Fidel Herrera es un gran activo del partido, el mejor, (eso) hay que mencionarlo…”

Hay cosas que por elemental sentido común no deben decirse ni en la cantina. Pero imposible pedirle a Callejas hijo tantito sentido común.

Alguien debería decirle que “el mejor activo” de su partido nos dejó de herencia una deuda de 18 mil millones de pesos, y el sujeto por el que pagó cientos de millones de pesos del erario para que llegara a la gubernatura, nos dejó un adeudo tan grande que ni los especialistas en finanzas de la PGR y el SAT se han puesto de acuerdo sobre el monto, ya que mientras unos dicen que es de 47 mil millones de pesos, otros aseguran que es de 105 mil millones.

Callejas hijo debe saber que “el mejor activo del PRI” nos heredó un estado inseguro, temeroso y regado de cadáveres. Y que en el sexenio de su sucesor se triplicó la inseguridad, el temor y las muertes violentas.

¿Y así quiere ganar el PRI las municipales de este año y recuperar la gubernatura en el 2018?

Si entre sus mejores activos tiene a sujetos señalados de corromperse, robar y tener nexos con el crimen organizado, qué jodido está el partido.

Si sigue solapando a prototipos de un sindicalismo sesentero y setentero como el que representan los Callejas, que nadie se espante si en las próximas elecciones le dan la tunda de su vida.

De acuerdo con analistas políticos, si el PRI quiere seguir vigente, debe hacerse una purga staliniana que arroje la podredumbre que carga en sus intestinos. No es posible que este viejo octogenario, transa y achacoso quiera mantener su vigencia si sigue con sus mismos vicios.

Bien clarito lo dijo Jesús Reyes Heroles: Hay que cambiarlo todo para que nada cambie. Y el PRI necesita forzosamente cambiarlo todo. Una purga, gente nueva y honesta, de esa que le sobra en las bases, es lo que necesita el tricolor.

Si sigue con el mismo esquema de comprar voluntades, amenazar, repartir despensas, comprar credenciales de elector y gastarse el presupuesto, ni aunque apañen a Duarte y lo exhiban en la plaza Lerdo amarrado a grilletes, ganará el partido las próximas elecciones.

bernardogup@nullhotmail.com