“Treinta años de prisión para saqueadores. Y para Duarte y su pandilla, ¿cuántos?” El filósofo de La Mixtequilla

Mario Marín Zamora, Fidel Herrera Beltrán, José Murat Casab, Enrique Jackson Sosa y otros personajes de la vida política del país forman la célula más peligrosa que ha existido en México. Son saqueadores profesionales que han acumulado fortunas incalculables resultado de sus actividades delictivas, la mayor parte de ellas asociados en empresas fantasmas o directamente metiendo la mano a las arcas públicas de los estados a los que han llegado como gobernadores, en mala hora, y a los que han dejado en la ruina.

En Veracruz han hecho grandes negocios en los doce años de gobierno, seis de Fidel Herrera Beltrán y los otros seis a través de su representante Javier Duarte de Ochoa. Ellos son los causantes de la derrota del PRI al generar un descontento social tan profundo que ningún candidato de ese partido hubiera logrado la hazaña de vencer a quien con la sola promesa de meter al bote a los corruptos, quitarles lo que se robaron y procesarlos, se llevó de calle el triunfo y de paso metió a Veracruz en la alternancia partidista.

Pero Fidel, después de haber ejercido el poder en toda su plenitud, personalmente y a través de Duarte, no se resigna al retiro, menos a que su peor enemigo (él lo ha dicho así), el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, sea quien lo haya destronado.

Desde Barcelona, a donde viajan sus operadores políticos para recibir línea, ha emprendido una lucha feroz en contra del dirigente estatal del PRI, Felipe Amadeo Flores Espinoza, a quien trata de arrebatar las siglas para usarlas en favor del proyecto de su hijo Javier Herrera Borunda, su candidato al gobierno en el 2018. Al frente del grupo que golpea a Amadeo están Jorge Carvallo Delfín y Erick Lagos Hernández, quienes jalan a un grupito de malandros como Lorena Piñón y Marlon Ramírez, a quienes usan para hacer declaraciones, signar desplegados, aglutinar gente y todo lo que se pueda con tal de tener las siglas del PRI.

El pasado viernes 6, por ejemplo, a la reunión de alcaldes y diputados que sostuvo el líder nacional priista Enrique Ochoa Reza, llegó Erick Lagos llevando de la mano al exgobernador de Oaxaca, José Murat Casab, para pedir a Ochoa su inclusión como asesor especial de la dirigencia estatal priista junto con la nueva delegada Lorena Martínez, o sea desplazar de esta forma a Amadeo, quien recientemente fue ratificado como presidente del CDE por el mismo Ochoa Reza. Erick Lagos, con su actitud ladina de siempre, presentó a Murat con Ochoa, y se hizo para atrás dejando el paso libre a sus vasallos Lorena, Marlon y compañía, quienes se lanzaron a la yugular del político de Cotaxtla nuevamente, suplicando la inclusión de Murat en el PRI veracruzano.

Nadie se explica cómo pretenden, con un corrupto como es Pepe Murat, exgobernador y saqueador de Oaxaca, venir a encabezar a Veracruz una competencia electoral en las condiciones en que Fidel y Duarte dejaron al partido.

De Murat se sabe, por ejemplo, que cuatro empresas (Goli, Moraza, Alzurio y del Sureste) facturaron en Chiapas 1 mil 829 millones 235 mil 938 pesos 32 centavos, en obras sin concluir y a veces sin iniciar, por lo que el exdiputado chiapaneco Horacio Culebro Borrayas levantó una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR) en 2013, porque dichas empresas estaban presuntamente ligadas con Murat, a quien –junto con el exgobernador chiapaneco Juan Sabines– se acusó de tráfico de influencias, corrupción, malversación de fondos y lavado de dinero.

El abogado presume, y así lo presenta en su denuncia formal ante la PGR, que las constructoras mencionadas son controladas por los exgobernadores José Murat, de Oaxaca, y Fidel Herrera Beltrán, de Veracruz. La presunción es que estas empresas, junto con otra de nombre Pakal, relacionadas con el exgobernador oaxaqueño, recibieron por asignación directa los contratos por intervención del chiapaneco Juan Sabines.

¿Con este ratero pretende Fidel hacer gobernador de Veracruz a su hijo? José Murat y Francisco Garrido, “delegado especial” del PVEM, franquicia en manos del exgobernador Herrera, son emblemas de la peor corrupción que ha azotado al país.

¿Qué opinarán los demás priistas como los senadores José Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa, y otros más que trabajan en la reconstrucción de un PRI que dejaron hecho pedazos los fidelistas duartistas?… Que si consiguen apoderarse de la dirigencia, le echarán las ultimas palas de tierra.

Los negocios de Murat en Veracruz

Nos mandan esta carta desde Tatahuicapan:

“Estimado don Manuel Rosete, me da gusto saludarlo y felicitarlo por todas notas que he leído de usted desde hace mas de 20 años… pero he tomado la iniciativa de contestar y hacer algunas precisiones (sic) sobre la situación que esta suscitando en Tatahuicapan y la presa Yuribia.

“Primero.- Los que tomaron la presa Yuribia no son un grupo de personas, es el 90 % de la población de la cabecera mpal. Sin distinción de colores, ni credos…

“Segundo.-  Desde el 2006 hasta 2013 la Comisaría Ejidal fue controlada por el PRD y su líder Esteban bta. Y los convenios que se realizaban con el gobierno del estado eran por obras sociales, sin embargo, esas  obras fueron de mala calidad, otras fueron obras fantasmas porque eran construidas por la EMPRESA CONSTRUCTORA DEL SURESTE representada por José Manuel Flores. Pero versiones de los propios trabajadores de la empresa el verdadero dueño de la empresa era José Murat Casab, e hicieron el negocio de sus vidas. En el 2012 crean el Consejo Indígena de Gobierno del Sur de Veracruz y lo Preside  Esteban Bta. involucrando a todos los municipios de PRD y PAN (Mecayapan, Pajapan, Tatahuicapan, Zaragoza, Texistepec, Chinameca y Molocán) y toman Yuribia y negocian obras con presupuestos millonarios para sus municipios y dichas obras fueron ejecutadas por la constructora del sureste de José Murat.

“Tercero. – Bajo este contesto los ejidatarios deciden en el 2013 nombrar al C. Pascual Lorenzo como Comisariado Ejidal y a Inocente Bautista Luis, como Consejo de Vigilancia y es cuando el ejido empieza a ver las verdaderas obras y se aperturan 34 caminos más Zacacosehas, pero en este movimiento hubo algunos vivales y el 4 de diciembre del 2014 se toma la decisión de no renovar el convenio y el c. Lino Bautista convoca a todos los avecindados y ejidatarios en cordinación con el c. Inocente bta. Consejo de vigilación y deciden cancelar el suministro de agua a los municipios de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque.

“El 28 de diciembre en asamblea publica se firma el nuevo convenio que hoy se comenta, y los acuerdos fueron que el gobierno aportara la cantidad de 2.5 millones mensuales y que seria distribuido entre ejidatarios y avecindados. Los $500 pesos que recibe la población de Tatahuicapan permite reactivar la economía local por que se invierten en las  tiendas de la esquina, los tianguistas, los que vende pollos, los que venden antojitos. A grandes rasgos te comento estos datos. POR QUE HAY MAS DATOS… AL LEERLO TE HARÁS ALGUNAS PREGUNTAS… QUE NO HE COMENTADO… PERO TE SORPRENDERIAS DE QUIENES SE HAN ENRIQUECIDO POR CASO YURIBIA…

“P.D. TATAHUICAPAN NO PERDONA, NO OLVIDA Y NO DARA AMNISTIA  si el gobernador vuelve a mandar a los policias a liberar la presa yuribia… hay pendientes desde el 1995. Saludos desde Tatahuicapan.”

Ratero calado, a Sedesol

Confiada por su “estrechísima amistad” con el titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, la delegada en Veracruz de la Sedesol federal, Ana Guadalupe Ingram Vallines, ha decidido fomentar la corrupción.

Una prueba irrefutable es sin duda su más reciente adquisición: Sergio Omar Viveros Dorantes, ex coordinador de Programas y Áreas de Apoyo de esta delegación, cuando su titular fue el más falso de los políticos veracruzanos: Marcelo Montiel.

Este día, según ha trascendido, el nefasto sujeto habrá de tomar protesta como subdelegado, para el manejo de redes. Y se preguntará usted quién demonios es este individuo como para ocuparse de él. Déjeme contarle.

De acuerdo con la denuncia que Pablo Ruiz Domínguez, exfuncionario menor de la delegación estatal de Sedesol, presentó el 16 de mayo de 2015 ante la Procuraduría General de la República, Viveros Dorantes formó parte de la cartera de ladrones que encabezó Marcelo Montiel, misma que descubrió el senador perredista Alejandro Encinas Rodríguez.

El 27 de Abril de 2015, el periódico de La Jornada dio cuenta de la noticia:

“El Senador Alejandro Encinas denunció ayer en conferencia de prensa, un presunto desvío de recursos públicos de programas sociales de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) por 500 millones de pesos en el estado de Veracruz.

“Detalló que a su oficina, ubicada en el Senado, le llegó un sobre que incluía una USB con 623 archivos, un video que da soporte a las siete partes –denuncias de robo de apoyos a jornaleros agrícolas, robo de tarjetas bancarias, robo de cheques, falsificación de firmas, robo en el apoyo a gestores voluntarios, obras fantasma del Programa Empleo Temporal, y uno que nosotros desestimamos por no tener documentos sólidos, que habla de delitos electorales y coacción”.

Esta denuncia orilló a Marcelo Montiel a renunciar, toda vez que por aquellos meses fueron sorprendidos por la Policía y detenidos  en San Andrés Tuxtla varios individuos con cientos de tarjetas bancarias no personalizadas, extrayendo el dinero que legalmente correspondía a los beneficiarios de diferentes programas a grupos vulnerables. En medio del escándalo, Marcelo Montiel tiraba la toalla, pero antes, fiel a su costumbre de venderse como un servidor público impoluto, descalificó las acusaciones de Encinas Rodríguez, aduciendo que se trataba de una trama digna de una telenovela.

La manga del muerto, porque semanas posteriores al 27 de abril, concretamente el 16 de mayo de ese mismo año, se presentó ante la PGR en Veracruz, Pablo Ruiz Domínguez, funcionario menor de la delegación estatal de la Sedesol,  para confirmar la información que de manera anónima había recibido el senador Encinas Rodríguez.

Para entonces, la denuncia tomaba forma con nombres y apellidos.

Ante la Agencia del Ministerio Público de la Federación, Ruiz Domínguez denunció al entonces delegado federal de Sedesol, Marcelo Montiel, Wiliado Córdoba Mortera (jefe de Seguimiento Operativo), Víctor Rodríguez Gallegos (subdelegado de administración y finanzas) y Sergio Omar Viveros Dorantes (coordinador del Programas y Áreas de Apoyo), como quienes mediante triquiñuelas de Febrero de 2014 a Marzo de 2015, se estuvieron embolsando millones de pesos de distintos programas asistenciales, concretamente  del Programa de Apoyo a Jornaleros Agrícolas. La querella fue fundamentada por los presuntos delitos de peculado, ejercicio indebido del servicio público, abuso de autoridad, coalición de servidores públicos y otros.

Delató que los “ilustres” personajes recurrieron a la alteración y falsificación de firmas de los beneficiarios de los programas pero por si fuera poco, con papelería apócrifa documentaron obras fantasmas. Al referirse a Viveros Dorantes relata que el obeso sujeto envió el oficio COyAA/08/05/571 al subdelegado administrativo, Víctor Rodríguez, en el cual tácitamente le ordena que  “los cheques que se detallan en el oficio de referencia fueran emitidos nuevamente, suprimiéndoles la leyenda NO NEGOCIABLE”. Lo anterior, explicó Ruiz Domínguez, permitió a todos los que formaron esta banda cobrar miles de cheques endosados con firmas falsas y tarjetas no personalizadas entre febrero de 2014 y marzo de 2015, viajando a diferentes partes del Estado para evitar levantar sospechas.

Con la denuncia de Ruiz Domínguez, quien para entonces ya había sido amenazado “por hocicón” y por “soplón”, la PGR se avocó a indagar, hasta que el 29 de junio del mismo 2015, la Policía Estatal aprehendió a Eduardo Martínez Pedraza, de 23 años de edad, y Domingo de Jesús Sinta García de 22, originarios de Catemaco, con poco más  de cien tarjetas de diferentes bancos y cien mil pesos en efectivo.

Tras la primera bofetada, los chamacos “vomitaron” y empezaron por revelar los nombres y apellidos arriba consignados como los verdaderos jefes de la mafia en Sedesol. Por todo lo anterior suena a muy pero a muy “poca madre”, que sujetos sin escrúpulos, reingresen al sector público federal, ahora bajo las naguas de Anilú Ingram Vallines.

Reflexión

Entonces, quienes han alentado los actos de vandalismo en Veracruz son miembros de la delincuencia organizada, o sea ¿del cartel de la fidelidad?. Escríbanos a mrossete@nullyahoo.com.mx formatosiete@nullgmail.com www.formato7.com/columnistas