Faltan muchos detalles por conocer del encuentro de los gobernadores del país, el pasado viernes, en un exclusivo club de golf del turístico puerto de Huatulco, en Oaxaca.

A la reunión anual de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) asistieron no sólo los mandatarios en funciones, sino los electos que aún no toman posesión, pero que lo harán en pocos días, como es el caso de Miguel Ángel Yunes Linares.

Hasta hoy lo que se ha publicado en Veracruz sobre ese evento, a la que asistió el Presidente Enrique Peñas Nieto, ha sido la versión difundida por el propio Yunes Linares (y de alguna manera ratificada este lunes por Flavino Ríos) en el sentido de que, en atención a los reclamos del gobernador electo, el Presidente ordenó tanto a Gobernación como a la Secretaría de Hacienda que organizaran mesas de trabajo para la atención de los temas más urgentes de esta entidad y se buscara la forma de «acompañar» al gobierno local en sus esfuerzos por salir de la crisis.

La condición fue -eso sí- que en esa mesa se sentaran tanto Flavino Ríos como Miguel Ángel Yunes.

Para saber con más detalle lo ocurrido en esos encuentros (fueron varias reuniones privadas con Miguel Ángel Osorio antes de que llegara el Presidente y otros encuentros más con Peña Nieto, en grupos reducidos) hay que consultar muchas fuentes y cruzar versiones, pues de pronto suelen surgir historias fantásticas, bastante alejadas de la realidad.

Un especialista en contar verdaderos cuentos de hadas a partir de sus reuniones con el Presidente, fue justamente Javier Duarte, quien durante mucho tiempo vendió aquella historia de que era «el único amigo» de Peña Nieto en Veracruz y que le había otorgado el privilegio de designar a su sucesor, lo que -como ya vimos- no sucedió.

Una fuente que suele aportar datos duros es la prensa nacional que, alejada de la influencia de los políticos de provincia, plasma paisajes más cercanos a la verdad. Sin embargo, quizá producto del largo asueto que provocó el «buen fin», incluso en la capital del país poco se comentó de este evento.

Apenas esta semana el portal «24 Horas» en su columna de tips mencionó que el encuentro reflejó una mayor pluralidad y que se dieron momentos de tensión y hasta un amago de levantarse de la mesa, por parte de los gobernadores panistas, quienes reclamaron la filtración de notas negativas en su contra y se las atribuyeron al Gobierno federal.

En ese mismo portal, la periodista Martha Anaya destacó que se perdió el control del evento, pues el anfitrión y presidente saliente, el dantista Gabino Cué, «no supo llevar las riendas del encuentro», mientras que su sucesor, el perredista Graco Ramírez, tampoco metió las manos.

Al final los gobernadores se manejaron «fuera de agenda» al hablar con el Presidente, lo que provocó la molestia de Osorio Chong.

No sólo eso. El coordinador de los senadores perredistas, Miguel Barbosa, criticó que la Conago no haya hecho nada ante escándalos de corrupción de algunos de sus integrantes. Recordó que hasta hace poco los entonces mandatarios de Sonora, Nuevo León, Veracruz, Chihuahua y Quintana Roo asistían a la Conago y firmaban declaraciones, y ahora son acusados de corrupción.

Como se puede ver, hubo muchos temas delicados sobre la mesa, y a Veracruz sólo llegó la versión del boletín albiazul.

Ya en los próximos días estaremos dando más detalles de ese encuentro, que podría resultar fundamental para el futuro de los veracruzanos.

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