De seguir las cosas como van en los doce días que aún le restan a este trágico sexenio, que nadie se sorprenda si en Xalapa, que es la sede de los tres poderes del Estado y donde la mayoría de los funcionarios y ex funcionarios duartistas señalados por el quebranto de las finanzas públicas poseen sus fastuosas residencias, ocurra un episodio similar al que acaba de darse en Catemaco, donde no sólo el palacio municipal fue incendiado por una enardecida turba con el pretexto de la desaparición de un sacerdote sino que también fueron saqueadas las bodegas del ayuntamiento y la casa del alcalde Jorge González Azamar, quien declaró que se llevaron ¡hasta sus calzones!

Y es que jueves, a las manifestaciones y bloqueos de avenidas, calles y carreteras realizados por maestros, estudiantes normalistas, médicos y personal del Sector Salud, se sumaron también empleados de otras dependencias del gobierno del estado –de Seguridad Pública, de Protección Civil, de Turismo, de la Contraloría General del Estado,  de la Comisión de Agua del Estado de Veracruz (CAEV), de Prevención y Reinserción Social, de Tránsito y Transporte Público, y ¡hasta de la Oficina del Gobernador!–, pero, además, en las redes sociales fueron difundidas las fotografías de ex secretarios de despacho y de otros ex funcionarios para que “conozcan a los que robaron al pueblo veracruzano”, de los cuales se aportaron también las direcciones de sus domicilios privados.

Quien o quienes pretendan incitar a los manifestantes para que trasladen sus protestas hasta las mansiones de estos ex servidores públicos seguramente no han medido las consecuencias que pudieran desatarse si la situación llegara a salirse de control. ¿Acaso lo que buscan es reproducir en la vida real la obra teatral “Fuente Ovejuna”, del dramaturgo del Siglo de Oro español Lope de Vega, en la que los oprimidos de ese pueblo cordobés se hacen justicia por su propia mano en contra del Comendador Mayor de Calatrava, Hernán Pérez de Guzmán, a quien matan a pedradas en su propia casa?

Curiosamente las protestas han ido escalando no sólo en Xalapa sino en las principales ciudades del estado, cuando políticamente la entidad parecía estabilizarse tras la entrega del Palacio de Gobierno y de la Casa Veracruz por parte de los alcaldes del PAN y PRD, los cuales concedieron este lunes 14 una tregua al gobernador interino Flavino Ríos Alvarado luego de que nombró a la yunista Clementina Guerrero como titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación en sustitución de Antonio Gómez Pelegrín.

Pero el problema, según se ve, no era cuestión de mala voluntad del ex titular de la Sefiplan sino la falta de liquidez para cubrir puntualmente los sueldos y demás prestaciones laborales del magisterio, pensionados y de la burocracia menor, no obstante que este miércoles, en Orizaba, Ríos Alvarado aseguró que “a todos se les va a pagar” ya que, supuestamente, cuentan con los recursos suficientes para pagar esta y la segunda quincena del mes de noviembre en que concluirá la presente administración.

Sin embargo, entrevistado la noche de este miércoles por la periodista Adela Micha en el canal de Las Estrellas, de Televisa, el gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares refirió que el gobierno estatal arrastra un déficit de 800 millones de pesos mensuales y que la deuda de corto plazo del estado de Veracruz –sin contar la que se tiene con la banca ni la de la bursatilización– asciende a 47 mil millones de pesos.

“Ese es dinero que se tiene que pagar ya, y son recursos con los que no se cuenta”, expuso Yunes, quien apuntó que tan sólo en un año el régimen del gobernador Javier Duarte dejó aumentar la deuda de corto plazo en 44 mil millones de pesos, a la que se suman otros 3 mil millones que ya estaban pendientes.

Por cierto, en esa entrevista, Yunes Linares mencionó que hubo varios ex funcionarios, hoy diputados federales y locales del PRI, PVEM y PANAL, que participaron en el quebranto financiero de Veracruz y contra los cuales va a proceder legalmente.

Dijo que tan solo “de la Secretaría de Educación de Veracruz salieron millonarios”, destacando el caso de Édgar Spinoso Carrera, ex Oficial Mayor de la SEV y actual diputado federal por el distrito de Martínez de la Torre, a quien atribuyó ser dueño de dos jets, de un helicóptero, de cientos de terrenos en Xalapa, de uno de los ranchos ganaderos y de engorda más grandes de Veracruz, además de 20 o 30 casas en Houston.

Asimismo mencionó al ex secretario de Educación, Adolfo Mota Hernández, actual diputado federal priista por el distrito de Xalapa Rural; al ex coordinador de Comunicación Social, Alberto Silva Ramos, de Tuxpan, y a los legisladores locales Vicente Benítez González, también ex Oficial Mayor de la SEV, y a Juan Manuel del Castillo, ex secretario particular de Duarte y ex subsecretario de Finanzas, quien este jueves acudió en representación de la LXIV Legislatura del estado al último informe de labores del magistrado Alberto Sosa Hernández, presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado.

Pero Yunes Linares también aludió a su más odiado enemigo político, al ex gobernador Fidel Herrera, a quien le adjudicó haber comenzado “con este atraco”, pues afirmó que “él fue el que llevó a Veracruz a esta pendiente, a esta espiral terrible”, criticando que ahora Herrera Beltrán esté disfrutando feliz de la vida como Cónsul en un palacio de Barcelona que pagan todos los mexicanos, “sin importarle que el estado de Veracruz se debate en esta tremenda crisis financiera”.

Al que igualmente se refirió fue a Tomás Ruiz González, su ex compañero de bancada en la diputación federal priista que lideró Elba Esther Gordillo hasta que la maestra se confrontó con Roberto Madrazo Pintado, a la sazón dirigente nacional del PRI.

“¿Tomás Ruiz y tú son cuates?”, le preguntó Adela Micha, a lo que Miguel Ángel Yunes respondió: “realmente no”. Y añadió que no son amigos “por no coincidir en muchas cosas, principalmente porque Tomás decidió colaborar en el gobierno de Javier Duarte”, en el que despachó como secretario de Finanzas y Planeación y ahora como titular de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas.

Yunes Linares dijo que ha habido señalamientos por parte de la Auditoría Superior de la Federación en torno a la gestión de Tomás Ruiz, pero que son hechos que por el momento “a mí no me constan”. ¿A poco a él sí lo va a perdonar?