Por Rafael Arias Hernández.

Alternancia a 77 días. Menos de 3 meses,  para nuevo gobierno.

Ni olvido encubridor, ni perdón cómplice a ineficientes y delincuentes que ya se van. Nada de que ahí nos vemos y que paguen los que vienen.

En poco más de mes y medio, se empezara a saber si hay cambio verdadero. Un nuevo Congreso tendrá la oportunidad de iniciar una nueva era. ¿Serán capaces de imponer otros tipos de controles permanentes, como la Auditoria Legal de desempeño? ¿Empezaran por exigir  rendición de cuentas efectiva a los que están, pero ya se van?

Y en particular, harán efectivas las leyes que aprueban y que, en no pocas ocasiones, buena parte de ellos mismos tampoco cumplen.

Aumentan renuncias y denuncias,  huidas y fugas, ingratitudes y traiciones. Siguen los escándalos y  el patético “twitterismo” como forma de gobierno.

Aumentan desempleo, pobreza, hambre, sed e inseguridad. Más  y más  amparos y declaraciones de supuesta inocencia.

Como siempre,  intocables y reciclables se aferran a  la continuidad de la impunidad.

No hay que quitar el dedo del renglón. Insistir en  preguntar y recordar para no olvidar. ¿Dónde están los miles de millones de pesos desaparecidos?

Aumenta la fama. Trasciende fronteras,  la pésima administración pública estatal y  la injusta deuda pública creciente. Siguen auto-donaciones, improvisaciones,  ocurrencias y caprichos; continua la destrucción y debilitamiento de instituciones oficiales.

PRI, otra empresa fantasma. PAN y MORENA se fortalecen para lo que viene.

El gobierno de la alternancia, asume la voluntad de cambio, se organiza  y avanza.

Ni cumplen, no hacen cumplir la ley

No se necesita ser especialista, ni estudioso o conocedor profundo del tema; tampoco  tecnócrata renombrado, o analista enterado.

Para hablar de la importancia y alcances de lo que significa combatir y erradicar la creciente ineficiencia y delincuencia gubernamental, basta y sobra con advertir y señalar,  que será inútil destinar cuantiosos recursos, trabajo, inestimable tiempo y dedicación gubernamental, ciudadana  y social, si no se aplica y hace efectiva la ley, a todos, todo el tiempo y en todas partes.

Sin duda, es preocupante que muchos  le consideren  letra muerta o costosa decoración;  pero es más grave, cuando no se aplica a quienes desde distintos ámbitos de gobierno,  se dedican a violarla, no aplicarla, conmutarla, rematarla, tranzarla o ignorarla.

Los que están y ya se van

Imprescindible no olvidar y tener siempre presente, que gobernar o ser funcionario público es, desde luego,  honor y privilegio; pero también es  ineludible responsabilidad y  compromiso legal inseparable,  cuando se acepta.

Importante identificar lo bien hecho, es tan poco y cuesta demasiado lograrlo.

Reconocimiento y estímulo a quienes cumplen con su trabajo.  No todos en el gobierno son presuntos responsables, prófugos potenciales e impunes intocables y reciclables.

Aunque pocos, pero hay funcionarios decentes;  y también, hay que decirlo, sobreviven  miles de trabajadores que soportan y padecen a los malos y peores.

Lo cierto es que para la gente común y corriente, a diario y en muchas partes se  comprueba,  de una y mil formas, que muchos criminales de las calles están relacionados, asociados o protegidos por los delincuentes de dentro del gobierno; que los ineptos, mediocres y corruptos les ayudan o apoyan activa o pasivamente.

O que, en el común de los casos, crean o refuerzan aspectos de la reprobable cultura de la corrupción. Basta y sobra “una buena palanca”; un poco de “aceite” para que el sistema se destrabe; un “moche”  oportuno, para que no se haga nada; una “mordidita”,  “pellizco”, beneficio, ventaja o “lo que sea su voluntad”.

Y también, es un hecho que millones de sacrificados, se dan a la tarea de traducir a la realidad,  lo que escuchan y comprueban como verdades oficiales, pero al revés o todo lo contrario.

Ejemplos sobran: no es gasolinazo, es solo ajuste de precio;  los del gobierno no roban, solo aseguran los recursos; no se sobre endeudan, solo aplican “saneamiento financiero”; no caen en déficit, solo un ligero desequilibrio secundario; sin liquidez suficiente no  cumplen a tiempo,  reprograman  y solucionan con un “mañana se paga”. Y así las mentiras e historias fantásticas de todos los días. Claro que todo con cargo al pueblo.

En fin una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace.

En mucho la ley es letra muerta, a lo sumo testimonio  de buena intención.

Bien se sabe la distancia que separa al dicho del hecho.

¿Por qué si administran y gobiernan, en muchos aspectos y formas, fuera de la ley o en su contra, no hay seguimiento,  verificación y seguridad de que todos y cada uno de sus actos estén basados en la legalidad?

Lo usual es que no se exija, compruebe o confirme, lo que todos y cada uno de los gobernantes y funcionarios  públicos están obligados a “cumplir y hacer cumplir”.

¿Por qué no se verifica que cada uno de los electos o nombrados, cumpla  todo el tiempo con lo estipulado en las leyes?

Antes de asumir la responsabilidad; durante el desempeño del cargo; y a la entrega o conclusión.

Sobre todo en Veracruz, cuando después de manejar más de medio billón de pesos, durante seis años, ahora resulta que no hay obra pública, ni para remedio; incluso, tampoco aparece la inversión productiva,  que la ley exige como resultado de la descomunal deuda pública adquirida.

Y qué decir de hospitales, cínicas y construcciones oficiales, programadas y hasta presumidas con pomposos actos de “primeras piedras”, pero hasta hoy no realizadas porque no se han empezado; o no concluidas y sometidas a inexplicable lentitud y atraso.

Miles de aviadores reconocidos, empresas fantasmas,  programas ficticios o suspendidos, beneficiarios inexistentes,  acciones o invenciones oficiales, para asegurar supuestas comprobaciones burocráticas. Y claro, miles de millones de pesos sin comprobar.

¿Cómo asegurar, que todo servidor público cumpla con la normatividad que define y determina su cargo?

Para empezar a cambiar, es posible aprovechar  la entrega-recepción  y que, por acuerdo de la nueva Legislatura  y del nuevo Gobierno estatal, se haga bajo una Auditoria Legal obligatoria.

Seguiremos en cumplir y hacer cumplir.

*AcademicoIIESESUV@nullRafaelAriasH.Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez