Al casi nulo interés de los ciudadanos por las elecciones para integrar el próximo Congreso local, los candidatos que buscan la diputación por el Distrito X con cabecera en Xalapa deberán añadir el estrés de hacer su campaña proselitista en solo 30 días, acotando al máximo sus gastos y a golpe de calcetín entre decenas de colonias populares, cuyos habitantes ven con recelo a personajes prácticamente desconocidos que buscan estrechar sus manos y prodigarles sonrisas efímeras y ensayadas.

Para colmo, en varios casos verán a los mismos políticos que han pedido el voto en anteriores comicios, aunque enfundados en camisetas distintas a las que portaron previamente, mostrando su gran capacidad camaleónica o su enorme ambición sin importar ideales o credos políticos.

En el distrito X de Xalapa (urbano), todos ven como una anticipada derrota la de la candidata del PRI, Corintia Cruz Oregón, identificada plenamente con la desastrosa gestión de la exalcaldesa capitalina Elizabeth Morales (donde fungió como Regidora quinta) y con un débil currículum en lides electorales, a no ser el haber formado parte de la planilla priista que triunfó aunque pudo significar la derrota del siguiente alcalde priista Américo Zúñiga Martínez, por la ominosa corrupción que dejó la ahora delegada de Profeco.

Y es que se va a enfrentar a dos fuertes contrincantes: Ulises Ramón Chama Contreras, postulado por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), quien en 2015 ocupó la segunda posición en la elección para diputado federal, aunque bajo la bandera del PAN, y Uriel Flores Aguayo, postulado por la Alianza para Rescatar Veracruz, PAN-PRD, quien en 2012 venció al exalcalde Reynaldo Escobar durante los comicios para la diputación federal bajo el cobijo del PRD.

En la sorprendente elección de 2015 para la integración de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el triunfador fue el actual candidato de Morena al Gobierno de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, quien logró la nada despreciable suma de 30 mil 729 sufragios, seguido justamente del entonces candidato panista Ulises Chama, quien reunió en las urnas 21 mil 605 votos, y quien ahora camaleónicamente busca la diputación local por el PVEM.

Tres años antes había obtenido el triunfo Uriel Flores Aguayo quien, tras una serie de escarceos en el interior del PRD, hizo valer este año su condición de dirigente social reconocido, para ser postulado por la alianza PAN-PRD a la diputación local.

Si se sumaran los votos obtenidos por ambos partidos en la elección pasada, cuando el PAN obtuvo el segundo lugar y el PRD quedó cuarto, podría hablarse de más de 34 mil, cosa que muy difícilmente ocurrirá porque el PAN se quedó sin dirigentes locales y el PRD ha visto la desbandada de sus seguidores hacia las propuestas de Morena.

Para colmo, en este proceso Uriel Flores Aguayo no tendrá el respaldo político de quien todavía se mantenía en las filas del PRD, Andrés Manuel López Obrador, actual dirigente nacional de Morena, quien buscará llevar a la Cámara local a Daniela Griego Ceballos, exconsejera del IFE, quien por cierto fue de las sacrificadas en el Partido del Trabajo, donde se daba por segura su postulación al Gobierno de Veracruz, antes de que se diera la desbandada que dejó a ese partido sin diputado local cuando Fidel Robles Guadarrama mandara al demonio a su dirigente nacional Alberto Anaya Gutiérrez por impulsar alianzas con el PRI. Habrá que ver si Daniela Griego logra atraer a la causa lopezobradorista los votos que el año pasado le brindaron los xalapeños a Cuitláhuac García.

Por cierto, tan desprestigiado está el PRI en la capital veracruzana que en los boletines de su actual candidata, Corintia Cruz Oregón, nunca se menciona el partido o coalición que la postula, lo que de poco servirá para evitar una derrota y dejar la curul que hoy ostenta en el Congreso local el priista David Velasco Chedraui a otro partido.

Si en 2015 Cuitláhuac García Jiménez, además de tener detrás la figura de AMLO, ganó la diputación federal por enfrentarse a una candidata priista muy mala, en estas elecciones locales pasará algo parecido con Corintia, una de las posiciones que busca afanosamente el gobernador Javier Duarte de Ochoa. Muy pocos votos, además, logrará para su candidato a Gobernador, Héctor Yunes Landa.

Gabriela Zamudio Alcántara, quien ya fue candidata a la diputación local por el PAN en la elección anterior, en una jugada que muchos consideraron hecha a la medida para propiciar el triunfo del priista David Velasco Chedraui, hoy vuelve a la carga para buscar un escaño en el inmueble de la calle Encanto, cobijada por las siglas del Partido del Trabajo, como también ocurrió con la candidata al Gobierno de Veracruz, Alba Leonila Méndez Herrera, que de panista se volvió petista. Si antes era totalmente desconocida, en la actual contienda Gabriela Zamudio sigue en la misma condición en materia de popularidad, de manera que poco aportará a la causa del PT.

Otros que la buscan por el Distrito X de Xalapa son Jesús Guillermo Arévalo Owseykoff, exdirector del Conalep “María Rivera Cambas” de Xalapa, postulado por el Partido Encuentro Social (PES); el empresario ferretero Alberto Onofre Cruz, quien nunca ligó mucho con su expartido, el PAN, quien encabezará la fórmula del partido Alternativa Veracruzana (AVE), y Getzai Aguirre López, un joven recién egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana, quien defenderá a los ‘desvalidos’ del Partido Cardenista (PC), que comanda el predicador de los enfermos y exitoso empresario político, Antonio Luna.

Mañana seguiremos desgranando la mazorca de los aspirantes a un escaño en el Congreso de Veracruz.

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