Casi 18 años después de haber concluido la administración de su esposo, el ex gobernador Patricio Chirinos, doña Sonia Sánchez ha decidido regresar y establecerse de nueva cuenta en Veracruz, concretamente en la ciudad de Xalapa donde tendrá su domicilio particular.

Lo ha hecho por invitación del candidato del PRI a la gubernatura, Héctor Yunes Landa, quien el pasado martes 8, en un evento partidista con motivo del Día Internacional de la Mujer, anunció la incorporación a su campaña de la ex presidenta del DIF Veracruz como coordinadora de Atención a Grupos Sociales Vulnerables.

Ante cientos de mujeres reunidas en el auditorio “Jesús Reyes Heroles” del CDE del PRI, Yunes Landa dijo que invitó a Sonia Sánchez porque es una mujer que “representa lo que proyectaremos en esta campaña: honestidad, cercanía, amor por Veracruz y los veracruzanos, solidaridad y no odio, concordia y no rencor, nobleza y no traición”.

El candidato priista tiene en la señora Sánchez a un auténtico garbanzo de a libra, pues a pesar de su obligada ausencia durante tres sexenios de la entidad, la ex presidenta del DIF aún es muy bien recordada en las regiones serranas donde de manera incansable desplegó un efectivo trabajo asistencial, así como en las zonas urbanas donde cultivó amistades con líderes y personajes de diferentes credos religiosos y militantes de diversas ideologías y formaciones partidistas, cuyas opiniones, en su reencuentro, le ha permitido pulsar el alto nivel de enojo y frustración social que actualmente tiene muy divididos a los veracruzanos.

Por supuesto que no lo faltaron quienes reprobaron la integración de la ex esposa de Chirinos a la campaña de Héctor Yunes, como públicamente lo hizo el diputado local priista Marco Antonio del Ángel Arroyo, hijo de César del Ángel Fuentes, el líder fundador del Movimiento Nacional de los 400 Pueblos que fue reprimido durante el chirinato; sin embargo, sería injusto endilgarle y cobrarle a la señora Sánchez una factura política de este tamaño por una decisión en la que evidentemente ella no influyó ni tomó.

En todo caso, el que estaría obligado a dar la cara y responder por ese lado atroz de aquella administración sería el actual candidato de la alianza PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes Linares, quien como secretario general de Gobierno en aquél sexenio se encargó durante cinco años de perseguir penalmente no sólo a líderes campesinos como a Del Ángel Fuentes y a editores y periodistas críticos sino que también acosó políticamente a personajes de la izquierda cardenista, cuyos dirigentes estatales ¡lo han postulado ahora para la gubernatura de Veracruz!

Este martes 15 doña Sonia Sánchez fue entrevistada en el programa de televisión por internet “Polaca a la veracruzana”, y ahí, a pregunta expresa de los periodistas José Ortiz Medina, Manuel Rosete Chávez y el autor de esta columna, de manera muy prudente, la ex presidenta del DIF Veracruz se abstuvo de opinar sobre Miguel Ángel Yunes, cuyos excesos de poder estigmatizaron de “represor” al régimen de Chirinos.

La señora Sánchez sólo se limitó a decir que él, Yunes Linares, como el resto de los candidatos a la gubernatura, están ejerciendo su legítimo derecho a ser votados por los ciudadanos. “No hay que echarle más gasolina al fuego, no es mi manera de ser, no puedo decir que Miguel Ángel ha afectado en tal grado a la administración de Patricio, porque a mí me gustaría que la gente se diera cuenta de las cosas”, respondió, aunque sí enfatizó que Chirinos Calero, con quien estuvo casada 25 años, no es un hombre vengativo sino justo, correcto y respetuoso, y que además es probadamente honesto, ya que a pesar de haber sido secretario de Estado y gobernador de Veracruz no se enriqueció y siempre ha llevado una vida austera, lo que la enorgullece a ella y a la joven hija de ambos, María Catalina.

La ex presidenta del DIF estatal remarcó que evita buscar la confrontación porque sólo siembra encono y resentimiento. “Creo que debemos ser propositivos y no caer en otras situaciones que desgastan, y no nos traen nada bueno”, apuntó.

Doña Sonia dijo sentirse feliz de cumplir su anhelo de regresar a Veracruz a pesar de que ahora ha encontrado “un estado fracturado, un Veracruz enojado… sumido en la oscuridad, lastimado, roto”, muy distinto al que dejó su ex esposo en 1998. Sin embargo, reiteró que ella viene con mucho ánimo, alegría y gusto porque precisó que la entidad, por la grave situación en la que se encuentra, no necesita gente deprimida o metida en sus propias ocupaciones sino gente comprometida, pues expuso que para sacar a Veracruz de la inseguridad, violencia y crisis económica, se necesita trabajar y hacer lo correcto, con políticos que no vivan de la política sino que vivan para servir a los ciudadanos.

Y es que ante el comentario de uno de los periodistas que la entrevistaron, la señora Sánchez coincidió en que las nuevas generaciones de políticos veracruzanos han sido jóvenes que llegaron a ocupar altos cargos públicos sin experiencia, carrera, formación ni conocimiento, cayendo en el culto al ego y olvidando cumplir las promesas hechas a la sociedad, enfatizando que el peor político es el que no respeta su palabra.

En ese sentido justificó su apoyo a la candidatura de Héctor Yunes, pues cree que es un hombre que cumplirá su palabra y porque ella siempre ha sido leal a su partido, el cual advirtió que podría ser castigado en esta elección aunque remarcó que “en el PRI no todos son corruptos”.  Y a pregunta expresa sobre el desastre de los dos últimos sexenios en Veracruz, doña Sonia consideró que los “hombres y mujeres malos gobernantes, tendrán que pagar su factura, del tamaño de las acciones que hayan hecho, a favor o en contra”.