Quienes vaticinaban y ansiaban que en su visita de este martes 10 al INECOL, en Coatepec, el presidente Enrique Peña Nieto mandara señales claras al priismo veracruzano sobre el aspirante de sus preferencias para la próxima sucesión gubernamental, al final se quedaron como el chinito: nomás “milando”.

De seguro hubo caras largas con expresiones de “¿¡what!?”, porque contra lo que se anunciaba jamás se vio salir ninguna fumarola de humo blanco en esta gira presidencial. Y es harto probable que tampoco se vea en lo que resta del presente año y muy posiblemente ni siquiera en el que está por empezar, pues ahora los rumorólogos han fijado como fecha fatal el 6 de enero próximo, rememorando que en ese simbólico día en el que además de los Santos Reyes Magos se conmemora la promulgación de la Ley Agraria de 1915, fue cuando en 1992 el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari “destapó” a su secretario de Desarrollo Urbano y Ecología, Patricio Chirinos Calero, al traerlo simplemente como invitado especial al acto campesino que anualmente se organiza en el puerto de Veracruz.

 Así que aquellos que le andan haciendo al adivino y están más que ansiosos por ver y saber hacia dónde podría apuntar la supuesta línea presidencial, mejor deberían de darle seguimiento al estilo personal de gobernar que hasta ahora ha caracterizado al mexiquense y revisar cómo ha procedido en las entidades que en 2013 y 2015 cambiaron de gobernadores, sobre todo en Nuevo León, donde se esperaba que impusiera como candidato a su secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, dos veces ex diputado federal, pero Peña Nieto jamás maniobró para que se le postulara, por lo que de los seis aspirantes priistas a esa gubernatura –entre los que figuraba también Cristina Díaz, ex secretaria general del CEN del PRI y actual dirigente nacional de la CNOP– la nominada fue la senadora Ivonne Álvarez García, ex alcaldesa del municipio de Guadalupe.

 Álvarez García, abogada y ex conductora de televisión de Multimedios (el grupo dueño de Milenio TV), ganó la postulación porque además de encabezar las encuestas por su carisma y popularidad, el PRI argumentó que nunca lanzó acusaciones contra otro político. Sin embargo fue arrasada por el candidato independiente Jaime Rodríguez, “El Bronco”.

Si en Nuevo León no se metió para impulsar y promover a su ministro de Economía, ¿Peña Nieto se va a desgastar por imponer al próximo candidato priista a la gubernatura de Veracruz? Se ve difícil porque tampoco lo hizo en Baja California Norte en 2013 ni este año en Colima, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora, en las que el saldo del PRI ha sido desfavorable, ya que de estos seis estados perdió en tres y en Colima le fue anulado su triunfo electoral.

Por eso no suena desafinado lo que la senadora Ana Lilia Herrera, dirigente nacional del Movimiento Territorial, declaró el sábado anterior en el puerto de Veracruz, donde negó que, como antaño, el presidente Peña Nieto vaya a elegir al candidato priista a la gubernatura. “El partido tiene legalmente establecidos los mecanismos para su selección, somos respetuosos de la ley”, afirmó la lideresa del MT, quien al mencionársele las diferencias que se han venido dando entre sus camaradas Héctor y Pepe Yunes con el gobernador Javier Duarte de Ochoa, aseveró que conoce muy bien a sus compañeros de bancada y que, en su opinión, “los veracruzanos deberían sentirse orgullosos porque son dos políticos bien formados, de trabajo y convicción (…), dos hombres sólidos que traen en la piel a Veracruz y defienden a capa y espada los intereses del estado”.

Pero también ha llamado la atención lo dicho anteayer por el coordinador del grupo legislativo del PRI en el Congreso local, Juan Nicolás Callejas Arroyo, y por el dirigente priista Alberto Silva Ramos, quienes aparte de coincidir en que la elección interna no puede reducirse sólo a los dos senadores sino que deben considerarse a otros aspirantes, han recomendado aguardar a que el Consejo Político Nacional del tricolor fije y dé a conocer los términos de la convocatoria.

 Este martes, en el programa de televisión por internet “Polaca a la veracruzana”, Silva declaró que las encuestas no serán definitorias en el PRI para escoger al próximo candidato a la gubernatura, ya que este método no mostró efectividad en otras entidades de la República. “El método de encuestas ya se probó en Nuevo León que no sirvió, ya se probó en Querétaro que no sirvió, ya se probó en otros estados”, dijo, aunque acotó que el tema demoscópico siempre será importante, haciendo una medición sobre la aceptación social de un candidato, “pero lo más importante es el termómetro social que tenemos, de cómo podemos ir juntos, de cómo podemos amalgamar toda esa gran fuerza del priismo e ir juntos con el gobernador a ganar la elección”, pues puntualizó que no se llega a la primera magistratura atacando y golpeando, ni haciendo de eso su única vocación en la vida.

Y esa misma filosofía política es la que ha distinguido también a Peña Nieto desde que gobernaba el Estado de México, cuya candidatura presidencial de 2012 la construyó sin atacar ni golpear a otros aspirantes. Por eso la deferencia hacia el gobernador Javier Duarte en su décimo tercera visita a Veracruz en los tres años de su administración, pues en lugar de alentar el morbo y las aspiraciones de los priistas más acelerados por la gubernatura –lo que le habría generado un vacío de poder al mandatario veracruzano que el domingo próximo habrá de entregar por escrito su quinto informe de gobierno al Congreso local–, el jefe del Ejecutivo federal se concretó a inaugurar el Clúster Científico y Tecnológico BioMimic del INECOL, evitando hacer guiños como líder nato del priismo nacional.