PRIMERA PARTE: El que con Lobos anda…
SEGUNDA PARTE: Viejo Lobo de jazz

-Bueno, la pregunta que te quiero hacer si te basta con la guitarra acústica o electroacústica, si no necesitas más de seis cuerdas y un sonido directo
-Te voy a responder rápidamente; mira, voltea
Me señaló el pequeño jardín interior que hay en el hotel, la tarde era fresca y tenía la transparencia que queda después del aguacero. Un pájaro pájaro aprovechó un descuido mío y dejó en mi grabadora un canto condenado a repetirse (y condenándome a escucharlo) ad infinitum
-¿Ves esto?, es la naturaleza, a eso procuro apegarme y lo que me quede de vida en este mundo lo voy a dedicar a lo que he hecho toda mi vida que es cuidar y proteger la cultura de la guitarra tradicional de jazz.

 John Scofield
John Scofield

Yo saco mi guitarra y un cable que conecto al amplificador y el sonido viene desde adentro, lo produzco con la mixtura de la inteligencia y el sentimiento, el espíritu, el alma. Con eso he estado construyendo, con los años, una voz para mi guitarra en la que no hay nada cosmético, nada artificial, no hay truco, no utilizo ni siquiera elementos que pudieran adherirse como guitarras de siete, de ocho, de diez cuerdas, no, la guitarra como instrumento tiene seis cuerdas y son las que yo uso, ese es el instrumento que yo protejo, que yo cuido. La guitarra con la que toco tiene 37 años conmigo, me acompaña, va, viene, está conmigo.

Kurt Rosenwinkel
Kurt Rosenwinkel

Respeto a la gente que utiliza la tecnología en pro de hacer música cuando se trata de buena música, cuando no se trata de un ocultamiento, cuando no se trata de un disfraz, cuando no se trata de protegerse y dar una imagen de superioridad cuando lo que hay, en realidad, es carencia técnica, carencia de conocimientos, carencias en general, así no me gusta pero lo siento lo válido en gente como John Scofield, por ejemplo, digamos que no es el tipo de música que me gusta pero cuando la oigo sé que es una fuente fidedigna, es un gran músico y lo que hace viene de una inteligencia y de un trabajo muy arduo y lo respeto a él y a otros como Kurt Rosenwinkel que también utiliza distorsionadores y todo esto

-¿Te gusta McLaughlin?

John McLaughlin
John McLaughlin

-John McLaughlin no me gusta, me encanta, lo adoro, le agradezco todo lo que ha hecho, no nada más por la guitarra, por la música, es un músico profundo, un hombre sencillo, un ser humano con muchas cualidades y virtudes entonces lo tengo en un lugar muy especial

-Diste una clínica hace rato, cuando das una clase ¿qué es lo que más te preocupa decirle a los muchachos, hablas de cosas técnicas, de armonía, del instrumento o prefieres…
-Me preocupa decirles la verdad

-¿Cuál es la verdad?, ¿qué le transmites a tus alumnos?
-La verdad, más que decirles, les pregunto. Hoy les dije no me interesa tanto enseñarles algo específico como enseñarles a generar conocimiento a partir de ellos mismos, yo soy de esa idea de no regales un pescado a alguien todos los días, mejor enséñale a pescar para que pueda sobrevivir toda su vida, eso es en lo que yo creo, no me interesa estarles dando migajitas, mejor les quiero enseñar cómo pueden avanzar ellos mismos sin depender de otros, cómo se puede generar conocimientos sin depender de la Internet, sin estar copiando, cómo poder ser uno mismo

-Dices que eres autodidacta porque nadie te quería enseñar pero empezaste, desde muy joven, a tocar en los bares, en los clubes y supongo que encontraste mucho conocimiento ahí, en el campo de batalla

Cris Lobo, Renato Domínguez (Foto tomada del muro de JazzUV)
Cris Lobo, Renato Domínguez (Foto tomada del muro de JazzUV)

-Ah, bueno, tu pregunta es muy buena; mira, el jazz, desde mi modesta opinión, no se puede enseñar, pero se puede aprender a tocar jazz, son dos cosas diferentes, ¿a qué me refiero?, por ejemplo uno le enseña a caminar a un niño, aparentemente, pero no es así, el ser humano, como cualquier otro animal, se levanta a caminar en su momento y uno sirve de apoyo para que el bebé pueda caminar pero ese bebé aprende, no nada más a caminar, sino a correr y a moverse por sí mismo a tal grado que después lo anda uno persiguiendo para que no vaya a romper algo o lo que sea y el aprendizaje no se termina, después es aprender a leer, a escribir, a sumar, a restar y quizá se termine (quizá, no lo puedo saber) con el último aliento pero mientras tanto uno sigue aprendiendo y no es que alguien le diga mira, esto se hace así y esto otro así no, es una especie de ósmosis.
Ese fenómeno sucede en el jazz, cuando uno está tocando con alguien que toca bien no es roña pero se pega. Aquel camino, que está dentro de los ámbitos de lo invisible, uno aprende a reconocerlo y a sentir y a vivir aquello, esa experiencia de las modulaciones, la rítmica, la métrica, las dinámicas, los colores, las texturas, las densidades, la paleta que se utiliza para poder generar una obra artística sonora

-¿El público te enseña algo?

Alonso Blanco, Cris Lobo (Foto tomada del muro de JazzUV)
Alonso Blanco, Cris Lobo (Foto tomada del muro de JazzUV)

-El público siempre le enseña a uno, siempre pero uno debe de tener la sensibilidad para comprender al público inmediatamente que se para en el escenario, descifrarlo y entenderlo, comprenderlo y buscar poder tocar su corazón con lo que uno hace. Uno no debe de caer en la arbitrariedad, el músico no hace solo la música sino que el que lo escucha está participando también de una manera muy activa desde el punto de vista de la energía, cuando alguien te pone atención está arrojando sobre ti energía de su propia vida y uno debe tener el respeto y el amor para devolver algo noble y bueno, algo que genere en el otro un bienestar, que le deje una experiencia de vida; el arte debe de ser eso

-¿Eso puede suceder igual en el Carnegie Hall, que en el Blue Note, que en el metro o en un camión?
-Excelente tu pregunta, mira, ahora que llamé a las filas de mi grupo a mi hijo el primer concierto que dimos, y su primer concierto como jazzista, fue en el Palacio de Bellas Artes, en la Ciudad de México, y después de eso me lo llevé a tocar a una explanada en Coyoacán con más de 10 000 personas y le dije más te vale que aprendas que el escenario es igualmente importante en el Palacio de Bellas Artes que en la explanada de Coyoacán, que en el centro nocturno, que en la calle, en la cantina, en donde sea; el escenario es el mismo, es sagrado y el público es exactamente igual, sagrado todo el tiempo y no vas a saber quién te está escuchando, ni cómo te está escuchando, ni lo que está pensando de lo que estás tocando, ni lo que está sintiendo con lo que estás tocando entonces ten mucho cuidado con lo que dices y cómo lo dices.

Osmany Paredes, Cris Lobo (Foto tomada del muro de JazzUV)
Osmany Paredes, Cris Lobo (Foto tomada del muro de JazzUV)

El mundo está teniendo una transformación, lamentablemente, no muy positiva, las cosas viven en una entropía que se ve muy difícil de corregir y los jóvenes tienen una manera de vivir la música que yo no comprendo, no estoy seguro de que me agrade mucho cómo hacen las cosas pero es su manera y también hay que respetarla, yo tuve mi manera y a mí no me permitieron tomar las cosas tan a la ligera como lo hacen ellos, la gente con la que yo tocaba era muy brava, Héctor Hallal, Francisco Sánchez, Mario Patrón sin contar a la gente con la que tuve la fortuna de tocar como Dexter Gordon, Billy Cobham, Nick Martínez…monstruos. La vida era otra y las cosas de otra manera pero ahora los jóvenes lo toman a la ligera, está bien

-¿Te preocupa?, -pregunta Lucio
-Mira, no me preocupa por una razón, yo ya he vivido la situación de gozar un nivel, por ejemplo hace un poquito tiempo me habló Paquito D’Rivera y toqué con él muy a gusto, de repente me habla Marian Petrescu, Adam Rapa, voy y toco, trabajo a gusto.
Yo sé cómo se debe trabajar y cuando llego a un lugar y veo que no hay disciplina, que no hay aquella devoción, aquel respeto no digo nada porque no tiene ningún caso, es algo que debe de salir del alma de la persona, si no existe, no está en mis manos corregirlo, sería inútil. Lo que trato de decirles es que uno no puede cambiar el mundo, debe de tratar de cambiar uno con la disciplina.

Cris Lobo (Foto tomada del muro de JazzUV)
Cris Lobo (Foto tomada del muro de JazzUV)

Hay algunos músicos que están cuidando la música como Wynton Marsalis, Keith Jarrett, Herbie Hancock (hace no mucho estuve alternando con él y me dio mucho gusto), Pat Martino que lo conocí cuando fuimos a dar unas clínicas juntos y no, no les puedo describir lo que sentí, ese tipo es un monstruo. Ellos son los guardianes del acervo, del arte de la música

-Y por ahí andan todavía Sonny Rollins y Gary Bartz
-Tú me entiendes, ese es el punto de lo que te digo. McCoy Tyner, Kenny Barron, Elvin Jones, toda esta gente.
Estoy contento de estar aquí, me encontré con un grupo de alumnos muy bonito en JazzUV, me dio gusto encontrarme con una alumna a la que le di clases en Sinaloa y se vino a vivir acá para estudiar en JazzUV; es un grupo de músicos muy padre, entonces está muy bonito

-Oye, estamos cotorreando muy rico pero ya faltan diez para las siete
-Sí, ya me tengo que ir, les agradezco mucho la entrevista
-No, hombre, muchas gracias a ti, ¿algo que quieras decir para despedirte?

-Sí, que les envío a todos mi cariño y que debemos recordar que la música es el perfume de la vida


https://www.youtube.com/watch?v=j-IcCJD13kI

 

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