PRIMERA PARTE: El momento decisivo

Los primeros encuentros con el desnudo, el viaje a Europa, el regreso a Xalapa, la primera exposición de desnudo masculino y el encuentro con la fotografía digital son algunos de los temas de los que habla Miguel Fematt en esta segunda entrega

El revelado

En el curso que daba Daisy incluía una probadita de cada cosa; una salida a Chapultepec a tomar fotos de paisaje, de bosque y de árboles, y una o dos sesiones con modelos de desnudo, eran modelos profesionales que ya sabían, ellas hacían todo y uno nada más disparaba la cámara.1 Caballero Cuando entré a trabajar con Daisy yo ya había posado para amigos y algunos amigos habían posado para mí y entre las muchas cosas que hacía Daisy estaba el trabajo para una revista para caballeros que se llamaba, precisamente, Caballero y después salió en la misma editorial una revista que se llamaba 2, Él y Ella donde había desnudo femenino y masculino, en ninguna se mostraba el pubis pero ya era un gran avance en la historia de ver el cuerpo. Trabajando con Daisy hice eso pero era una foto muy posada y copiando los modelos de Playboy y Playgirl, no querían otra cosa, decían: no queremos que tu creatividad se desborde, nada más que quede así con nuestros modelos.
Las modelos eran actricitas que estaban empezando o aspirantes a modelos que querían brillar y con eso daban su saltito, por lo menos a la cama del productor (risas). Nosotros hacíamos las fotos de toda esta gente y de las modelos para la pasarela de Bárbara Angely, trabajábamos mucho el tema del cuerpo, no nada más desnudo.

Miguel Fematt (FOTO: Alí Sherafatmand)
Miguel Fematt (FOTO: Alí Sherafatmand)

Al año de estar trabajando con Daisy a este ritmo que te digo encontró un novio, un chavo judío, también muy guapo, se hicieron pareja y finalmente se casaron pero cuando andaban en eso de amarrar la relación él se iba a vivir a la casa de ella, estaban los hijos y dos o tres sirvientas y yo dije no, ya es demasiada gente, es buen momento para pintar la raya entonces le dije:
-Oye, ya me voy a salir de aquí, quiero viajar, tengo ganas de descansar un poco.
Compré mi boleto abierto por un año a Europa y me fui. Descansé de muchísimas cosas, entre otras de mí mismo porque yo todavía no acababa de definir mi sexualidad y estaba muy conflictuado con ese asunto, eso no quiere decir que no ejerciera (risas) pero sí me afectaba por mi formación, un hermano de mi papá era el sacerdote más popular de Aguascalientes, tanto como la Cocacola, entonces eran cargas difíciles de superar para un chavito y en esa época no era fácil salir al mundo o a los papás y decir ¿saben qué?, soy gay.

Rebobinado

Me fui a Europa, anduve cuatro meses vagando por cinco países para arriba y para abajo; barco, avión, trenes, amigos…maravilloso. Regresé y trabajé en publicidad y en varias cosas en el DF pero estar en casa mis papás, pues ya no. Pasaron dos o tres años y me ofrecieron dar clases acá, comenzaba la carrera, yo llegué en el 78 y la carrera se anunció en 74 o 75, cuando Bravo Garzón dijo ya no es escuela de artes, ahora es facultad y tiene presupuesto de facultad entonces era espléndido porque me daban dinero para ir a México, comprar materiales y repartirlos con los alumnos entonces teníamos una gran producción, la escuela estaba abierta las 24 horas porque así lo determinó Carlos Jurado, que fue el primer director. Xalapa
Yo llegué y me enamoré de la ciudad, de la gente y de todo, era una Xalapa espléndida, la verdad, nada que ver con lo de ahora, era una ciudad limpia, bonita, la gente muy bien, todo bien entonces me quedé.
Cuando regresé de Londres dije quiero regresar a Xalapa, estamos hablando del 81, Carlos Jurado había creado el Instituto de Artes Plásticas y era el director, le hablé:
-Oye Carlos, fíjate que estoy regresando de Europa y quiero regresar a Xalapa, ¿no habrá en la escuela o en el Instituto un lugarcito?

Carlos Jurado (FOTO: Javier Pucheta)
Carlos Jurado (FOTO: Javier Pucheta)

-Ah, Miguelito (siempre me trata muy afectuosamente), déjame ver, háblame el viernes
Esto sería a principios de semana, le hablé el viernes y me dijo:
-Miguel, ya tienes trabajo, te conseguí una plaza de medio tiempo, nada más que tienes que empezar este lunes y tienes que venir porque vas a cobrar tu primer cheque
-Oye, pero si no he trabajado, ¿cómo voy a cobrar?
-¿Lo quieres o no?
-Ahí nos vemos el lunes (risas)
Y el lunes ya estaba yo aquí con mi cara de investigador porque la plaza fue en el Instituto.
Yo tenía nada más medio tiempo y Raúl Zermeño, que era director de la Facultad de Teatro, me dijo:
-Fíjate que mis alumnos no quieren tomar clases teóricas entonces se me ocurrió hacer un laboratorio de foto, te propongo que tú lo hagas

Rafael Villar (FOTO: Xalapeñísima)
Rafael Villar (FOTO: Xalapeñísima)

Y así lo hice, me fui a dar seis horas de laboratorio a la Facultad de Teatro, que estaba en Sebastián Camacho y me quedaban cuatro horas libres entonces Rafael Villar me propuso dar clases a los alumnos, su maestro era Alfonso Toledo y lo rechazaban totalmente, quemaban, en un tambo en el patio, las fotos que habían hecho con él. Era una situación muy rara llegar a ese infierno pero había chavos que yo había conocido antes de irme a Europa. Yo no tenía nada qué hacer más que eso entonces me instalé en la Facultad y el maestro no se iba, no entendía indirectas ni directas, finalmente no sé qué arreglo haya tenido con la Universidad y se fue y Villar me dijo ¿por qué no renuncias al Instituto y te vienes para acá? A mí realmente lo que más me interesaba era dar clases y en el Instituto había una atmósfera o poco difícil y yo quería estar bien, no quería conflictos y confrontaciones porque por una situación así es que me había ido. Me cambié a la facultad y ya tengo 36 años ahí.

Foco selectivo

No me acuerdo quién estaba a cargo de la galería del Ágora en esa época pero me ofrecieron una exposición. Acepté y pensé hacer una expo de desnudo masculino y femenino, era una cosa rara que se hiciera eso en el espacio del DIF, de la primera dama, pero dije bueno, si voy a exponer desnudo y se trata de que cause ruido pues lo hago nada más de desnudo masculino, para qué protegerme mostrando desnudos femeninos, mejor de plano presento mi personaje a la ciudad, y así lo hice, hice una selección de mi trabajo, eran fotos muy inofensivas, eran cortes, eran como estudios de da Vinci pero había algunos desnudos frontales de torsos (por cierto, hay una anécdota muy bonita con eso).

Expo Desnudo en el Ágora
Expo Desnudo en el Ágora

El día la inauguración fue, ¿te acuerdas que antes de que remodelaran el Ágora había una escalera que estaba en la entrada al cine?, era como una escalera hacia el cielo y al final veías el resplandor del cielo, pues yo veía cómo subían y bajaban gentes por ahí como si fuera el juicio final, Pepe fue por otra caja de vino a la casa (ya vivíamos juntos) porque ya se había acabado y seguían llegando gentes. Todo el tiempo que estuvo colgada hubo gente, yo creo que ha sido la expo más visitada por los xalapeños hasta me dijeron que el gobernador, que era Acosta Lagunes, había ido a verla un domingo a la hora de la comida, cuando no había nadie. Le encantó a la gente le encantó, la aceptaron, decían: por fin alguien se atreve a exponer eso.
La anécdota chistosa es que terminando su tiempo en el Ágora el encargado de cultura de Juchitán me buscó, me dijo que estaba enterado de la exposición y quería llevarla allá. La expo se colgó en el Palacio Municipal porque la Casa de la Cultura, que es una gran troje, estaba en reparación. Se hizo la inauguración y en el coctel dieron unas garnachotas y jugos de fruta, estaba todo el pueblo ahí. En un momento estábamos platicando el encargado de cultura y yo, y enfrente de nosotros estaban dos señoras grandes, vestida con su ropa tradicional, muertas de risa viendo este torso de frente y hablando en zapoteco.

Inocencia (Miguel Fematt)
Inocencia (Miguel Fematt)

El que estaba conmigo hablaba zapoteco y también se estaba riendo entonces le pregunté:
-¿Qué dicen?
Y me explicó que una señora le decía a la otra:
-Qué lástima que no se ve la cara
-¿Para qué quieres la cara si se ve lo principal?
-Pues para buscarlo (risas)
Y los señores también estaban allí viendo las fotos, nadie estaba de perfil o viéndolas de soslayo.
Estaban bonitas las fotos, chiquitas, en blanco y negro y hechas con mucha tranquilidad.
Nunca ha pretendido, con mi trabajo, ofender, ni confrontar, ni enseñarle a nadie lo que es la vida, no, para ser maestro ya lo soy en la facultad y no me interesa enmendar conductas, ni ideas, ni nada, nunca ha sido mi plan, yo creo que por eso nunca ha habido un problema.

Close Up

Esta primera exposición fue el resultado de mi propia indagación sobre el cuerpo, no del esquema de Caballero, ni de Playboy, ni de todo esto; yo quería decir algo propio y, sobre todo, hablar de cosas que me incumbieran personalmente.

De la serie La piel como pre-texto, de Miguel Fematt
De la serie La piel como pre-texto, de Miguel Fematt

Cuando mi hermano murió de SIDA me quedé muy clavado en ese tema y trabajé la muerte mucho tiempo pero siempre con desnudo, con máscaras, con rituales, con cosas, y cuando ha sido erotismo, pues es erotismo pero con una visión personal, no es que necesites leer un tratado del desnudo para entenderlo pero que sí se necesita un poquito más que buscar ver cuerpos bonitos reflejados en la imagen.
Mis modelos, hombres y mujeres, siempre han sido amigos o gente conocida pero de repente, si estoy trabajando un tema X y veo un personaje que digo éste estaría padre para esta serie, voy y le digo ¿no quieres ser mi modelo?, mira este es mi trabajo, me dicen sí o no y se hace o no se hace, y muchas veces la gente me propone, siempre tengo en lista de espera de modelos.

De la serie La piel como pre-texto, de Miguel Fematt
De la serie La piel como pre-texto, de Miguel Fematt

Hay un chavo de los que lavan los parabrisas en las esquinas que tiene una cara muy interesante, de indio pero un indio muy avispado, parece duende, chiquito, con una cara redonda y los ojitos que le brincan. Un día me le acerco y le digo:
-Oye, yo soy fotógrafo de desnudo, ¿no te gustaría ser mi modelo?
-Pero qué, como de qué o qué
-Pues de posar, te muestro mi trabajo
-Pues estaría chido
Y sí, teóricamente va a ser mi modelo, todavía no lo hacemos pero yo lo dejo así, tranquilo, ahora es él que me pregunta:
-¿Qué?, ¿no se va a hacer?
Muy padre

Pixeles

La foto digital me llegó, yo no estaba a favor de la foto digital porque tenía 25 años haciendo blanco y negro, tenía el laboratorio en mi casa y pues no pero en 1998 se reunió un grupo de festivales grandes del mundo, incluido Foto Septiembre, del DF, con el propósito de armar un mega festival de todo el mundo para recibir el nuevo milenio. 11 ImpresiónPatricia Mendoza, que era la directora del Centro de la Imagen, propuso el nombre, Festival de la Luz, y un logotipo de un diseñador muy importante de México y fue aceptado. Este grupo, que ya tenía dos o tres encuentros en distintas sedes, me invitó (seguramente sugerido por Patricia Mendoza porque ella simpatizaba mucho con el festival que hacemos aquí desde el 90). Fui a Rotterdam, luego fui a dos o tres lugares y luego fui a Foto Fest, en Houston, ahí me invitaron a revisar portafolios, es una actividad de los festivales de fotografía, y en eso estábamos cuando llegó un representante de Epson y nos traía de regalo, a cada uno de los directores de festivales, una cámara de 2.1 megapixeles, nos dijeron cómo se usa y nos tomaron una foto, después, con un cablecito que también tenían el kit, conectaron la cámara a la computadora, bajaron las fotos y una persona que operaba la computadora mandó, en ese momento, la foto a distintas sedes periodísticas y nos dijeron:
-La foto que acabamos de tomar ya está en París, en Nueva York, en todo el mundo
Y nos quedamos todos con la quijada batiente y yo dije no, esto está genial, esto hay que vivirlo, además, tarde o temprano hubiera tenido que aceptarlo porque simplemente lo analógico ya es imposible, cuando existe, es inalcanzable, si siempre fue caro, ahora es más caro.
ImpresionesEntonces, ya con mi Epson de 2.1 megapixeles, empecé a aprender y con un amigo, Carlos Lamothe, empezamos a experimentar hasta que ya me quedé con eso y dije ya soy digital.
En mi expo de la pinacoteca no solamente todo está manejado con Photoshop sino que exacerbo el lenguaje digital y muestro los pixeles; a mí me gusta jugar, me gusta experimentar, no me gusta estar con que no, si haces digital no puedes salirte de este cuadrito, ¿por qué no?, sí puedo, a lo mejor eso no me gane la simpatía del mundo pero no estoy trabajando para eso, estoy trabajando para mí, para divertirme, para gozar lo que hago y si acaso eso repercute, qué bueno, y si no pues ya me divertí, ya la pasé bien y en el proceso aprendí muchas cosas.

(CONTINUARÁ)

TERCERA PARTE: El origen del mundo

 

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