Desde el pasado jueves por la tarde o el viernes por la mañana, centenas de miles si no es que millones de mexicanos, veracruzanos entre ellos, con un celo y una vocación para la holganza que es de causar admiración, partieron con los suyos a tomar —lo que de manera unánime todos ellos consideran— unas merecidas vacaciones.

Apenas hoy, el año cumple su primer trimestre, y ya llevamos acumulados días de asueto cuyo número, sin duda, debe sorprender a más de uno, tanto aquí como en no pocos países. La pregunta, pues, aún cuando uno se resista a aceptarlo, es obligada: ¿Son merecidas dichas vacaciones y tantos días de asueto, para un estado y un país que se debate —desde hace más de tres decenios—, en la peor de las mediocridades dado el nivel de su crecimiento económico? ¿Acaso los niveles de productividad de nuestra economía durante esos más de 30 años, justifican tanto día fuera de las actividades productivas?

Esa conducta tan nuestra, tan profundamente arraigada en la mentalidad de decenas de millones de mexicanos en todos los sectores de la sociedad sin dejar de lado actividad alguna, ¿acaso es a tal grado inocua que no acarrea consecuencias negativas para el desarrollo y el crecimiento económico pero, sobre todo, para el futuro del país?

¿Cómo le han hecho los países que hoy gozan de una calidad de vida tal que causa envidia en prácticamente todo el mundo? Muchos de ellos, destrozados al final de la II Guerra Mundial, hoy lucen como si nada hubiera perturbado su vida cotidiana durante aquellos trágicos años.

En otros casos, países cuyos habitantes se debatían en una ofensiva miseria y sufrían los efectos de una pésima calidad de vida no hace muchos años, hoy causa admiración la transformación que han experimentado. Otra vez la pregunta surge sin que alguien se atreva a detenerla: ¿Qué hicieron y, sobre todo, cómo le hicieron para dejar aquella situación y ser hoy modelo a seguir?

A usted, ¿dónde en verdad le gustaría vivir? ¿En este desastre que hemos construido con un celo digno de mejor causa, o en un país que es modelo de desarrollo, civilidad y calidad de vida? Es más, si usted es de los que por las razones que fueren desea permanecer en México,  ¿no le gustaría que nos pareciéremos más a un país que vive de manera civilizada, y donde la ley es respetada y la autoridad la hace respetar, que a uno como Zimbawe por ejemplo? Si éste fuere el caso, ¿por qué no se atreve a expresarlo? ¿Por qué no lo dice abiertamente?

Por último, ¿ya sabe qué hicieron aquellos países que hoy vemos con envidia?