“Después del petróleo y el agua, sólo falta que nos anuncien la privatización del aire…”: Yo

A propósito de lo que nos comentó el exprocurador general de Justicia en el Estado y exsecretario de Gobierno, Reynaldo Escobar Pérez, durante el programa Polaca a la Veracruzana, al que asistió como invitado, sobre los llamados “niños de la fidelidad” a quienes su padre putativo Fidel Herrera Beltrán les enseñó que gobernar es robar, vale la pena reflexionar sobre qué van a hacer ahora que las reglas de la relación gobierno-medios de comunicación han cambiado merced a la grave crisis económica que ellos provocaron con sus raterías.

Fin a los convenios comentamos hace unos días y, sí, el recién estrenado Coordinador General de Comunicación Social del Gobierno del Estado, Juan Octavio Pavón, incluyó dentro de la reingeniería que tuvo que hacer en la dependencia a su cargo, terminar con la práctica de los convenios con los medios de comunicación que tanto corrompieron el ejercicio periodístico ya que únicamente servían como tapadera de infinidad de delitos cometidos por los funcionarios públicos al amparo del poder, que no eran denunciados por los medios debido a la existencia de esos mentados convenios que se convirtieron en cómplices del saqueo a las arcas.

Pero además sirvieron para que más de un encargado de la Coordinación se hiciera de una fortuna al coludirse con mercachifles del periodismo quienes le facturaban cantidades millonarias por concepto de “publicidad”, y solo recibían la mitad de lo facturado: la micha restante era para el coordinador, jefe de prensa o pillo.

La pregunta es ¿y qué van a hacer ahora los corruptos?

Resulta que la réplica al comentario anterior nos vino de inmediato.

Esos convenios se hacían porque al gobierno le convenía meter en un paquete a toda su banda de ladrones, o sea al gabinete completo, una punta de corruptos a quienes se les protegía para que no fueran exhibidos por la prensa pero, como buenos “niños de la fidelidad”, en la actual administración acabaron con todo y no dejaron ni para los convenios de autodefensa.

De cualquier forma habrá beneficios, sobrevivirán solo los medios serios, los profesionales, los que respetan su compromiso social de informar y orientar (no manipular) a la opinión pública, y lo harán teniendo carnita suficiente para ser críticos, denunciando a esos pillos que han dejado a Veracruz con una deuda de más de ¡cien mil millones de pesos!, de acuerdo a los cálculos del diputado petista Fidel Robles Guadarrama.

Ya veremos en un futuro inmediato qué pasa. Si siguen circulando esos panfletos profesionales de la adulación, el elogio y la complicidad, entonces el asunto se pondrá peor pues los medios serios, los comprometidos con la opinión pública endurecerán su postura crítica. Todo lo que huela a corrupción se pondrá al descubierto, más lo que se refiera a seguir alimentando parásitos que se amparan en la actividad periodística desde hace un buen tiempo.

Toño Nemi, un político distinto

Son muchas y muy variadas las diferencias que tiene el político cordobés con los integrantes del gabinete del gobernador Javier Duarte de Ochoa, a quien aprecia y respeta, según lo afirmó durante la trasmisión del programa Polaca a la Veracruzana, de anoche, al que asistió como invitado.

Lo primero que mostró Juan Antonio Nemi Dib es su concepto muy claro de lo que es un gobernador del Estado. El guía político, la máxima autoridad a quien hay que respetar y apoyar en la medida de las capacidades de cada persona que invita a colaborar, con lealtad y sentido de responsabilidad.

Toño Nemi, según sus propias palabras, se preparó durante mucho tiempo para poder ser Secretario de Salud, solo que al llegar enfrentó graves problemas que no fueron con un sindicato sino con personas que pertenecen a una organización sindical cuyas acciones perjudican al sector salud. Y fue tanto su empeño por enderezar lo que estaba mal que llegó al grado de una confrontación que puso en serio peligro la atención de la salud de los veracruzanos y, en aras de causar el menor de los daños, el gobernador Javier Duarte optó por aceptar la renuncia al cargo de Toño Nemi, un político acostumbrado a sortear cualquier cantidad de problemas que se le han presentado a lo largo de su productiva carrera política merced a su talento.

¿Se puede acabar con la violencia?

El 2 de diciembre de 1993 mataron en Colombia a Pablo Escobar Gaviria, el capo que logró tener el control total del tráfico de cocaína a fuerza de instaurar un clima de violencia jamás vivido en ese país. Lo mataron cuando intentaba huir por el techo de su última guarida, en Medellín.

Su hijo, Sebastián Marroquín, siempre dice que no entiende a los que quieren ser como su padre, pues “si conocieran la historia de Pablo Escobar ninguno osaría repetirla”.

Sin pretender decir que Colombia ha salido de la espiral de violencia en la que cayó en los años 90, el caso de ese país pone bajo la lupa las cosas que no está haciendo México para emerger de su propia pesadilla.

En la lucha contra la violencia falta que los límites entre la delincuencia organizada y el Estado se definan con claridad, y que la clase política enfrente, unida, el peligro que representa la criminalidad para la democracia.

Tampoco tenemos a una sociedad unida contra los cárteles. El episodio de Iguala demostró lo grave que es la penetración de los criminales en las instituciones, pero también cómo la parte más vocal de la sociedad no ha cobrado conciencia de quién es el enemigo.

Detener a los capos del narcotráfico y descabezar a los cárteles es una labor importante, pero falta lo esencial: un frente unido de todos, al margen de diferencias políticas, contra esta amenaza y un rechazo absoluto a toda violación del Estado de derecho.

No quieren a Julián Loyo

Un amigo que representa a un grupo de jóvenes que está molesto con el actuar del subsecretario de la Juventud, Julián Loyo Helo, considera que ha realizado un pésimo trabajo como funcionario, pues los recursos que la dependencia asigna a los jóvenes los entrega únicamente a sus amigos y conocidos, además de que no nos recibe ni nos atiende. En razón de lo anterior, piden dar a conocer que ya han pedido por escrito la renuncia de este funcionario al gobernador Javier Duarte de Ochoa, quien les aseguró que tomará cartas en el asunto.

Y nos mandan el siguiente texto: “Dirigentes estudiantiles y juveniles de todo el estado solicitaron en días pasados al gobernador del Estado, Javier Duarte de Ochoa, la destitución de Julián Loyo Helo como subsecretario de la Juventud por los malos resultados que ha dado al frente de la dependencia. Los jóvenes se quejan de que los recursos que entrega esta área a diversas organizaciones se asignan únicamente a amigos y conocidos del funcionario, además de que, dicen, no los recibe ni los atiende. Señalan también que Duarte se comprometió con ellos a revisar este caso y tomar cartas en el asunto”.

Reflexión

Ayer supimos bien a bien a qué se debe que haya regresado Tomás Ruiz González a ocupar una secretaría de despacho en el gobierno. Resulta que de las observaciones que hizo recientemente la Auditoría General de la Federación, las más graves tienen que ver con lo que Tomás Ruiz hizo como Secretario de Finanzas y Planeación. Cuentas claras libertades amplias. Escríbanos a mrossete@nullyahoo.com.mx | formatosiete@nullgmail.com | www.formato7.com/columnistas