Hubo momentos oscuros,
también hubo brillantez
hubo viajes, hubo estrés
mas esos momentos duros
fueron labrando futuros
luminosos para el son.
Renovó la tradición
sembrando, en ella, esperanza
y a esa eterna mudanza
consagró su corazón

Hay que bonito es volar/ a la Unión Americana/ a la Unión Americana/ hay que bonito es volar, ay, mamá

Banda Quetzal
Banda Quetzal

He sido privilegiado porque nadie le daba créditos esta música, nadie pensaba que el son jarocho podía tener, no solamente el impacto que tuvo en el cine mexicano de los años 50, sino que podía traspasar el estereotipo folklórico, nacionalista, institucional. Tengo la satisfacción de haber grabado para el Smithsonian Wein, en Washington, de que Dan Sheehy nos haya considerado, a mi grupo y a mí, como representantes de la música tradicional contemporánea del mundo; solamente hay tres grupos mexicanos en la colección del Smithsonian y nosotros somos uno de ellos, eso me hace sentir que no estaba equivocado en lo que estaba buscando.

Luis Barria conversa con Ramón Gutiérrez para El jazz bajo la manga, en Formato Siete
Ozomatli

Después empecé a tener mucha relación con los músicos de Los Ángeles, encontré ahí a músicos como Quetzal, un grupo que después ganó un Grammi, son súper famosos y se lo merecen pero en el momento en que los encontré todavía no eran tan famosos; tenían un disco de nosotros y me dijeron que ellos, como muchos mexicanos, no tenían atracción por la música mexicana porque pensaban que siempre era lo mismo, pero cuando escucharon nuestro disco los inspiró mucho y estuvieron buscándonos durante muchos años, incluso estuvieron en Xalapa, cuando se hacían aquí los Festivales Afrocaribeños, y el líder de esta banda me estuvo buscando pero no me encontró y un día nos encontramos en Los Ángeles y

Mono Blanco
Mono Blanco

organizaron un concierto en un gran teatro de allá que se llama el Ford Amphitheatre. Ahí alternamos con una banda de rock alternativo que se llama Ozomatli, con Quetzal y Mono Blanco; fue impresionante, es de las primeras experiencias que tuve tocando en un lugar lleno, con la gente eufórica y de ver a unos roqueros mexicanos con otro concepto que no nos hicieron sentir discriminados como siempre había pasado en México, que los músicos de otros géneros sienten que tienen supremacía o que son más músicos desde el momento que tocan un género mucho más popular o mucho más reconocido. Con Quetzal me sentí como cobijado, como reconocido, como admirado por lo que hacía, por lo que

Zack de la Rocha
Zack de la Rocha

tocaba, conocían todas las piezas de mi disco; a mí me dio vergüenza decirles que toqué el violín ahí, porque la violinista que tocaba con ellos era impresionante.
Fueron muy bonitos encuentros, crecí mucho como músico, pude desarrollar la vena roquera que todos tenemos porque el rock es una influencia muy fuerte y muy bonita para nuestra generación, surgió de la música afroamericana y es muy importante para el mundo.
Después hicimos otro concierto, muy loco, con Zack de la Rocha el rapero que tiene un grupo que se llama Rabia Contra la Máquina, esa banda fue súper famosa; a Zack también le gustaba nuestra música. Esas han sido las cosas maravillosas de poder convivir, algo que nunca nos había pasado en México con la banda rockera, aunque creo que ahora los rockeros están mucho más abiertos, que esta generación se ha dado cuenta que son sus raíces y han estado buscando transformarse viendo otras posibilidades. A mí me da mucho gusto cuando veo una banda de rock de música indígena, me parece muy interesante que busquen esa forma de expresión.

Ay solita, ay soledad/ soledad que yo sentía

Ramón Gutiérrez
Ramón Gutiérrez

A partir de esos encuentros encontramos un manager en San Francisco que trabaja en una agencia que tiene la mejor música del mundo, se llama I For Talent y empezó movernos por todos los festivales. Recorrí parte de Canadá, de Estados Unidos conozco todos los estados. Alguna vez estuve en un hotel de Edmonton muy triste porque había una depresión económica. Nunca pensé que me iba deprimir tanto en un hotel, salí a buscar un café y ahí encontré otra vez la soledad que había vivido de niño y empecé a recordar cómo los músicos, sobre todo los músicos afro, habían encontrado en esa soledad, en esa nostalgia tan profunda, una motivación para hacer música y empecé a encontrar muchas cosas que son mis composiciones de ahora.

De eslabones y querellas/ que nos vieron despertar…

Elvis Costello
Elvis Costello

Quetzal, I For Talent y Bill Smith fueron la puerta que me abrió grandes posibilidades después de estar tocando durante una década en La Tasca (algo que agradezco mucho) y llevar una vida agotadora de desvelo, de cigarro, de sentir que no trascendía.
En esos festivales se trataba de ir a picar piedra, pero también de ver otros grupos, otras tradiciones, aprender, convivir, sentir que nuestra música gustaba.
A veces tocamos en escenarios que nos quedaron muy grandes y fue traumático. Una vez tocamos en Winnipeg, en Canadá y había 20,000 personas ahí, éramos el tercer grupo de 20 que iban a presentarse y cerraba Elvis Costello; el escenario nos resultó muy grande y nos paniqueamos de tocar para tanta gente. Había una diversidad de músicos de todo el mundo, el público era súper respetuoso pero nos dimos cuenta de que nos hacía falta aplicarnos y ser más profesionales; electrificar un poco nuestros instrumentos porque era un problema ecualizar las jaranas y los requintos, había vicios en el sonido y todo lo que teníamos planeado, a la mera hora, no salió. Salimos bien, pero no como hubiéramos querido.Cumbre Tajín
Me quedé a ver a Elvis Costello, tocó él con una persona más y vi las tablas de un artista de esa talla que tenía 20,000 personas viéndolos y todo estaba bajo control. Tenía un equipo impresionante y me di cuenta que la imagen también es muy importante, que cuando tocáramos teníamos que llevar video, las secuencias, las luces, un ingeniero. Aprendí mucho, esa etapa es en la que más he aprendido. Cuando regresé al D.F. y a Xalapa los escenarios todavía me daban miedo, pero ya había superado mucho de esa parte, encontré el colmillo para enfrentar al público.
Participé en las primeras ediciones de Cumbre Tajín, que es un festival famoso porque hay muy poca tolerancia del público y de los organizadores y bajan a la gente. A nosotros no nos fue tan mal, tuvimos algunos públicos rebeldes cuando le abrimos a grupos de rock y música muy comercial y, a diferencia de los públicos de Canadá que son de una tolerancia impresionante, que si no les gusta la banda que está en ese momento, se dan una vuelta y regresan cuando está la banda que ellos les gusta, en la Cumbre Tajín tuve la experiencia de ver que bajaron a muchos compañeros.

Aunque yo me encuentre triste/ no me matará el coraje…

Son de Madera en el Folklife Fest 2010
Son de Madera en el Folklife Fest 2010

Me siento un poco frustrado con lo que ha pasado en los últimos años en nuestro país, los espacios en las radios comerciales y en la propia radio del Estado se han cerrado, hay un monopolio que maneja la industria del espectáculo y uno oye a los mismos grupos de música comercial programados en Xalapa, en el Estado de México, en Coatzacoalcos, en Tabasco y eso es triste, aunque nosotros tenemos muchos espacios y seguimos viajando y seguimos tocando, es triste para todos los demás. Hace dos o tres décadas teníamos esos espacios, sí había esa sensibilidad por la parte institucional pero ahora ya no y nosotros nos damos cuenta de que si cerramos las puertas a la diversidad, no sólo de la música tradicional sino de todo lo que se hace en México, nos estamos condenado lo que estamos viviendo ahora con la violencia. Yo me siento triste, me siento nostálgico de encontrar un país tan complicado para las generaciones futuras y me angustia porque no encuentro mucha inspiración para la vida, para seguir adelante porque se encuentra uno con una tristeza muy profunda, un desencanto, a veces una apatía hasta de levantarse y seguir haciendo lo que ha hecho toda su vida, que es poner un granito de arena.
Somos un país lleno de autoritarismo, todos los políticos han hecho mal su papel y sienten que el pueblo debe de vivirles agradecido y es todo lo contrario, ellos están al servicio de nosotros pero nosotros también lo hemos hecho mal, todos lo hemos hecho mal, algún artículo decía que no son solamente los gobiernos, también es mucha la gente ha propiciado que estemos a este punto.

Se suman nuevos sonidos/ a las orquestas del día

Verónica Condomí
Verónica Condomí

Nos enorgullece mucho que a otros grupos les guste nuestro trabajo, me he enterado de que hay gente dentro de la industria del pop que le gusta nuestro grupo, por ejemplo, hay dos artistas argentinos muy reconocidos, Raly Barrionuevo y Verónica Condomí, que le hicieron un arreglo a una pieza mía que se llama El Amanecer y la cantan muy bien; también hay una versión de Sasha Sokol de la misma pieza y por ahí dos o tres gentes que uno sabe que les gusta nuestro trabajo. En España tengo un gran amigo que es hijo de Martirio (yo soy un gran admirador de Martirio), se llama Raúl Rodríguez y siempre nos echa muchas porras, dice que nuestro grupo es el son evolucionado de México.

Mientras la música avanza/ al tiempo de la mudanza/ le entrego mi corazón

Juan Gelman
Juan Gelman

La Ciudad de México, con todos sus problemas, ha tenido mucho más apertura a nuestro trabajo, estuvimos en el homenaje a Juan Gelman, el poeta argentino fallecido, y ahí nos enteramos de que a él le gustaba mucho la lucha libre y el son jarocho y dijo que le gustaría que en su velorio estuviera un grupo jarocho, y en su homenaje estuvo Son de Madera.

Grabado de Luis Rechy
Grabado de Luis Rechy

Nos hemos presentado dos veces en el Teatro de la Ciudad, caben 2400 personas y lo hemos llenado.
Siempre hemos ido encontrando fuentes de inspiración, desde los tiempos en que empezamos hubo mucha gente que nos apoyó, desde el gran Luis Rechy pasando por artistas que en su momento iban a escucharnos la Tasca y alguna vez Raíces fue financiado por los artistas xalapeños. A un arquitecto, Danilo Veras, le gustaba mucho nuestra música. Creo que con todo lo que te he platicado me siento privilegiado, nunca pensé que con un género que, en mi propio pueblo, los jóvenes de mi generación lo menospreciaban, iba a llegar tan lejos.
No sé cuanta más trascendencia vaya a tener este género porque hay todo movimiento, por ejemplo en los Estados Unidos esta música es tomada como bandera de la protesta, del activismo, de la rebeldía, de la contracultura; es muy interesante porque no había pasado un fenómeno así desde hace muchos años. Muchos jóvenes, cuando voy a los Estados Unidos me dicen:
-Muchas gracias que vinieron porque estamos cansados de todo lo que significa ser mexicano en Estados Unidos
Una vez en Chicago alguien me dijo:
-Ustedes son para mí una referencia de lo que es ser mexicano con orgullo y de la música que realmente tiene una raíz y una dignidad

(CONTINUARÁ)
PRIMERA PARTE                 TERCERA PARTE




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