Hace un par de días, el diario capitalino El Universal dio a conocer una encuesta solicitada a la empresa Buendía & Laredo para conocer el panorama electoral del país que podría presentarse el año entrante.

Sólo que este trabajo demoscópico fue levantado en agosto, un mes antes de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, un suceso que rebasó y derrocó al gobernador perredista de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, y que ahora ha derivado en una crisis nacional que hasta la fecha no ha podido atemperar ni desactivar la administración del presidente Enrique Peña Nieto, del PRI.

Según el sondeo realizado hace tres meses para El Universal, el partido tricolor todavía figuraba a la cabeza de las preferencias electorales con un tercio de los votos (32%), mientras que el PAN y PRD se perfilaban como segunda y tercera fuerzas electorales con el 23% y el 11%, respectivamente, de la aceptación popular.

Sin embargo, luego de los hechos de Iguala, Guerrero, a cuya crisis se vino a sumar el reciente escándalo de la “Casa Blanca” de la esposa del presidente Peña Nieto, en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI comenzaron a prenderse los focos rojos, pues según sus últimos sondeos, si hoy fueran las elecciones de diputados federales el Revolucionario Institucional sólo tendría asegurado el triunfo en 80 de los 300 distritos electorales del país.

Este nuevo y complicado escenario electoral habría hecho reaccionar a dirigentes y gobernantes priistas que parecen estar dispuestos a echar toda la carne al asador para asegurar la mayoría de curules en la próxima Legislatura federal. Actualmente, entre legisladores de mayoría relativa y de representación proporcional o plurinominales, el PRI tiene 213, o sea, el 42.6% de los 500 diputados en total.

Ante esta inesperada situación es que en Veracruz, por ejemplo, el CEN del PRI y el gobernador Javier Duarte de Ochoa estarían por mandar como candidatos a secretarios de despacho, delegados federales y líderes partidistas que presuntamente se resistían a contender en el proceso electoral de 2015 pese a ser los priistas mejor posicionados en las encuestas sobre preferencias y conocimiento del electorado.

Uno de estos casos es el actual delegado de la Sedesol, Marcelo Montiel Montiel, quien desde 2012 se ha negado a ser nominado para un cargo de elección popular. Ahora se andaba autodescartando por razones de salud. Sin embargo, todo parece indicar que en esta ocasión el ex alcalde y ex diputado local por Coatzacoalcos no se podrá evadir.

Otro caso similar sería la de la ex alcaldesa de Xalapa y actual presidenta del CDE del PRI, Elízabeth Morales, quien presumiblemente también se resistía a contender por el décimo distrito electoral (Xalapa-Urbano), considerado uno de los más difíciles de ganar para el priismo. En la elección federal de 2012, el ex alcalde capitalino, ex secretario de Gobierno y ex procurador general de Justicia del estado, Reynaldo Escobar Pérez, fue arrasado en la totalidad de las casillas electorales, ocupando el tercer lugar de la votación. El priista fue superado hasta por la desconocida candidata del PAN, una ex regidora de Poza Rica que de última hora tuvo que postular el partido blanquiazul para cumplir con la cuota de género.

Sin embargo, el panorama tampoco pinta bien para los secretarios de despacho que ya preparan sus maletas para arrancar sus precampañas. Por ejemplo, el secretario de Educación de Veracruz, Adolfo Mota Hernández, tenía programada para este viernes 28 su comparecencia ante el Congreso local con motivo de la glosa del cuarto informe de resultados del gobernador Javier Duarte. Sin embargo, de última hora, para evitar las manifestaciones que presuntamente habrían organizado en su contra miembros del Movimiento Magisterial Popular Veracruzano y de la CNTE, el titular de la SEV adelantó su presentación la tarde de ayer jueves.

Mota Hernández, de hecho, comenzó a preparar su virtual candidatura desde agosto de 2012, cuando a través de uno de sus influyentes amigos, un ex consejero del entonces Instituto Federal Electoral (IFE) –hoy Instituto Nacional Electoral (INE)–, logró maniobrar para que uno de sus cercanos operadores electorales, Héctor Eduardo Ciprián Hernández, vocal ejecutivo de la Junta Distrital del IFE en Coatepec, pasara a la del octavo distrito electoral conocido como Xalapa-Rural, circunscripción por la que ahora el aún titular de la SEV busca contender el año próximo.

Por eso es que, dicen, hasta hace algunos meses el secretario de Educación, con gran seguridad, solía alardear en privado ante sus íntimos hasta con cuántos votos podría ganar la elección federal de 2015. Sólo que Héctor Ciprián falleció sorpresivamente a principios de noviembre. ¿Quién se encargará ahora de prepararle a Mota el supuesto “tamal” electoral.

Marcha por la paz

Convocada por las Iglesias Bautistas que en Xalapa encabeza el pastor Aurelio Chávez Mancilla, este sábado 29 se realizará una marcha que partirá a las 10:00 de la mañana del Teatro del Estado hacia la Plaza Lerdo con el fin de orar por la paz, por las autoridades y por los 43 estudiantes normalistas desaparecidos hace más de dos meses en Iguala, Guerrero.