Ha comenzado muy movidito el mes de septiembre en Veracruz. A la amenaza del primer fenómeno meteorológico de importancia que afectará a buena parte del territorio estatal, se han agregado noticias de múltiples hundimientos de tierra en Veracruz, la continuación de los desastres ecológicos generados por Pemex, el inicio de movilizaciones sociales y el recrudecimiento de la violencia.

Pero ayer sí que estuvo más movido que nunca. Al menos, en la capital de Veracruz.

Buena parte del oriente de Xalapa estuvo presa del miedo y el riesgo por la persecución de un delincuente que, tras ver frustrado su intento de robo en un negocio de la avenida Veinte de Noviembre, acribilló a un valiente policía que, sin ser su tarea pues estaba al cargo del asilo Quinta de las Rosas, intervino para evitar el asalto. Aunque las autoridades han dicho oficialmente que la persecución fue por esta circunstancia, fuentes periodísticas hablaban de un segundo hecho delictivo.

Lo trascendental es que un sector de la ciudad vivió momentos de crispación por la balacera, que no terminó hasta que mataron, asesinaron o abatieron al peligroso hampón, allá por el rumbo del panteón de Palo Verde, sobre Lázaro Cárdenas.

Pero este hecho (cuya carga de adrenalina, arrancones, chirridos y balaceras se hizo del conocimiento de toda la ciudad, gracias a las redes sociales y a los portales en internet) no es el único que tiene como personajes a miembros de la delincuencia organizada y desorganizada.

Xalapa y la región están viviendo momentos angustiantes porque los asaltos, robos violentos, secuestros y homicidios están intensificándose por todos los rumbos, aunque oficialmente, como siempre, no sucede nada; aunque en los medios de comunicación no haya capacidad (o voluntad) para dar cabida a tantos hechos delictivos, la mayoría de los cuales ya ni siquiera son denunciados ante el Ministerio Público, porque hacerlo –la verdad– es una pérdida de tiempo y de paciencia.

Borregazo, el atentado contra Érick Lagos

Por ese clima de inseguridad tan extendido en la población de todo Veracruz, versiones como la que ayer circuló en el sentido de que el secretario de Gobierno, Érick Lagos Hernández habría sido víctima de un atentado y se encontraba en delicado estado de salud, se recibió casi sin signo de incredulidad en las redes sociales y algunos portales informativos.

Este hombre muy cercano a Fidel Herrera Beltrán y quien recientemente reiteró que no buscará la diputación federal sino permanecerá en el gabinete de Javier Duarte de Ochoa, tuvo que salir a desmentir en su cuenta en Facebook este trascendido, con una foto en que se le veía participar en una reunión en su oficina; las versiones daban detalle, incluso, de que había sido trasladado en ambulancia al Hospital Los Ángeles y que, posteriormente, habría sido trasladado a la ciudad de México por la gravedad de sus heridas.

El mensaje del oriundo de Isla en Facebook fue el siguiente:

“Quiero agradecer las atenciones que han mostrado por mi persona. Les comento que no he sufrido ninguna clase de atentado y estoy perfectamente de salud. En este momento me encuentro en Palacio de Gobierno, concluyendo una reunión de Seguridad y entrando a otra con el Presidente del Colegio de Notarios, Eduardo Panes Campillo y con el Director General de Notarías. Raúl Ramos Vicarte, además de otros funcionarios Públicos. El trabajo por Veracruz no permite descanso alguno”.

Y, encima, los aguaceros

Para colmo, este miércoles no habrá clases en ninguno de los niveles educativos en todo el estado. Así lo ordenó ayer mismo el gobernador Javier Duarte de Ochoa, quien ha preferido en su gobierno tomar este tipo de medidas para evitar que los estudiantes y maestros pongan en riesgo su integridad física con el fenómeno meteorológico formado en el Golfo de México y que golpea el norte de Veracruz y el sur de Tamaulipas.

No es que todas las escuelas estén en riesgo. Pero aún zonas que no reciben el impacto directo de los huracanes sufren graves consecuencias por lluvias torrenciales, vientos fuertes y tormentas eléctricas, de manera que es mejor descansar un día que sufrir consecuencias fatales.

La misma medida la ha anunciado la rectora Sara Ladrón de Guevara, por lo que las actividades docentes de las cinco regiones de la Universidad Veracruzana serán suspendidas este miércoles.

Ya veremos este día cómo se comporta la tormenta tropical Dolly y cómo distribuye su carga de agua por todo el territorio estatal, sobre todo porque por el lado del Pacífico se acerca a costas mexicanas la tormenta tropical Norbert.

Lo cierto es que nuestro territorio cada vez se ha vuelto más vulnerable. En la zona norte del Puerto de Veracruz, donde con autorización oficial crecieron prácticamente nuevas ciudades, por la construcción masiva de viviendas, se han presentado graves fenómenos de hundimiento del suelo que están afectando no solo calles sino las viviendas mismas, sin que los constructores quieran reconocer su responsabilidad en el tema.

Es posible que este clima lluvioso postergue las movilizaciones sociales que empiezan a crecer por todos los rumbos de la entidad, particularmente la de los maestros y burócratas que se manifiestan en contra de la nueva ley del Instituto de Pensiones del Estado (IPE), pero también la de campesinos por la morosidad gubernamental para componer sus caminos y para exigir que se frene la violencia de que son víctimas.

La cuestión es que septiembre comenzó caliente y a ver quién lo enfría.

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