Este miércoles, en su conferencia de prensa semanal, el gobernador Javier Duarte de Ochoa informó de la localización que hasta la fecha han logrado de 186 personas que habían sido reportadas como desaparecidas, de las cuales 160 fueron encontradas en fechas recientes. Ayer, 65 de ellas estuvieron presentes en la Sala de Banderas en Palacio de Gobierno en donde el mandatario se reunió con los representantes de diversos medios de comunicación.

“Esto no es un montaje, son historias reales”, remarcó Duarte de Ochoa, quien destacó además que la localización de estos ciudadanos “es un hecho inédito en el país”.

El mandatario veracruzano informó que ha instruido al procurador general de Justicia del estado, Luis Ángel Bravo Contreras, para que este tipo de delitos, el de las desapariciones, secuestros o privaciones ilegales de la libertad, se atiendan como “asuntos de alta prioridad”.

Asimismo, el gobernador adelantó que en los próximos días serán dados a conocer más resultados sobre la localización de personas que han sido reportadas como desaparecidas.

“Estamos cumpliendo a los veracruzanos”, indicó Duarte tras enfatizar que “nuestro compromiso con los veracruzanos es inquebrantable”.

 Ya en otra ocasión, ante el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, el mandatario estatal había puntualizado que los resultados que en materia de seguridad se vienen consiguiendo en la entidad no son producto de la casualidad sino de estrategia y de coordinación con las fuerzas federales.

 Si Duarte logró resistir los embates del crimen organizado en los últimos dos años del sexenio presidencial del panista Felipe Calderón Hinojosa –en cuyo bienio final fueron asesinados casi una decena de comunicadores en el estado y, en septiembre de 2011, a plena luz del día, fueron arrojados 35 cadáveres en el transitado bulevar “Adolfo Ruiz Cortines” de la zona comercial de Boca del Río, la cual estaba acordonada por el Ejército ya que estaba por realizarse la reunión nacional de procuradores–, ahora, con mucha mayor razón, el mandatario veracruzano se ha visto obligado a entregar mejores resultados en materia de seguridad al contar con el incondicional apoyo del presidente Enrique Peña Nieto, pero quien paradójicamente, a pesar de su filiación priista, ha resultado ser el aliado más exigente de los gobernadores del partido tricolor.

 Así lo ha hecho sentir el Presidente, al menos hasta ahora, en Michoacán, Tamaulipas y en su natal Estado de México, donde gobiernan correligionarios.

 Es más, ayer, en el Edomex, el gobernador Eruviel Ávila fue obligado a darle otra sacudida a su gabinete luego de que hace menos de dos meses, el 31 de marzo pasado, tuvo que pedirle la renuncia a su secretaria de Seguridad Ciudadana, Rocío Alonso, para cederle su lugar a Damián Canales Mena, cercano colaborador de Osorio Chong desde que el titular de la SEGOB gobernó el estado de Hidalgo.

 En medio de la crisis de inseguridad que enfrenta el Estado de México, el gobernador Ávila removió ahora al secretario general de Gobierno, Efrén Rojas Dávila, y el procurador estatal de Justicia, Miguel Ángel Contreras. Ambos adujeron que lo hacían “por motivos personales”

Asimismo, Caritina Sáenz, quien se desempeñaba como directora del DIF estatal, también renunció para dedicarse a encargos académicos.

 Rojas Dávila, quien llevaba 42 años en el servicio público en los que trabajó de manera cercana con siete gobernadores, fue sustituido en la Secretaría de Gobierno por el coordinador de los diputados federales del PRI del Estado de México ante el Congreso de la Unión, José Sergio Manzur Quiroga, quien ayer mismo solicitó licencia para separarse del cargo de representante popular del distrito 9 con cabecera en Ixtlahuaca de Rayón.

 Manzur Quiroga es otro político muy cercano al presidente Peña Nieto desde que en 2005 se desempeñó como Secretario Técnico Operativo de su campaña por la gubernatura. Posteriormente, entre 2007 y 2009, presidió el Consejo Técnico de Seguridad en el Edomex, motivo por el que ahora habría asumido la principal posición en el gabinete del gobernador Ávila.

 Pero el nuevo secretario de Gobierno sería también un personaje vinculado al secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, pues como diputado ocupaba la Secretaría de la Comisión de Hacienda y Crédito Público y presidía la de Presupuesto y Cuenta Pública, además de la de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación.

 Por eso, en Veracruz, el gobernador y sus colaboradores hacen bien en no bajar la guardia ni echarse a dormir en la hamaca, pues desde hace un año hay buitres y zopilotes esperando que del centro les den el guadañazo. Es más, previsor, Duarte de Ochoa ha hecho a tiempo los cambios, entre ellos el del ex procurador Amadeo Flores Espinosa, quien paradójicamente fue acogido en el gabinete de Peña.